La incursión de soldados de Suriname en territorio de Guyana, al perseguir a tripulantes de una lancha guyanesa sin licencia, motivó la protesta diplomática formal de Georgetown y reavivó el conflicto fronterizo entre ambos países.
Un pequeño grupo de surinamenses con fuerte armamento cruzaron en una cañonera cruzó el río fronterizo Corentyne, desembarcaron del lado de Guyana y dispararon contra la lancha y sus tripulantes, según residentes guyaneses en la zona.
"Nuestras investigaciones han establecido que militares surinamenses actuaron agresivamente durante un incidente que involucró a una lancha guyanesa y sus pasajeros, que terminaron sobre la playa de Scotsburg", se afirmó en un comunicado del Ministerio de relaciones Exteriores de Guyana.
El incidente ocurrió cuando parecía casi resuelto el conflicto entre ambos países iniciado en junio, cuando soldados de Suriname impidieron que la pequeña firma petrolera canadiense CGX Incorporada perforara en un área marítima en disputa, sobre la cual Georgetown le había otorgado una concesión en 1998.
La compañía decidió suspender sus operaciones en los 15.000 kilómetros cuadrados para los cuales dispone de la concesión, hasta que se solucione el conflicto.
Hasta ese episodio, las relaciones entre ambos vecinos habían excelentes.
El comercio bilateral ascendía a dos millones de dólares anuales y sólo se veía perjudicado por organizaciones de contrabandistas de ambos lados.
Guyana apoyó en 1995 el ingreso de Suriname a la Comunidad del Caribe (CARICOM), sin tener en cuenta la existencia de antiguas controversias con Paramaribo por una zona fronteriza, ni las objeciones de gobiernos caribeños que consideraban inoportuna la admisión mientras no se solucionara esa disputa.
Tras el incidente de junio se produjeron varias hostilidades en la zona fronteriza.
El presidente de Guyana, Bharat Jagdeo, y el de Suriname, Ronald Venetiaan, discutieron la cuestión limítrofe cuando ambos se encontraron hace dos semanas en la cumbre sudamericana realizada en Brasilia.
Ambos coincidieron en que el nivel de tensión debía ser reducido y en reanudar cuanto antes conversaciones para hallar una solución pacífica a la disputa.
Jagdeo y Venetiaan volverán a encontrarse a fines de este mes, durante una cumbre del Caribe y Canadá que se realizará en Jamaica.
Venetiaan advirtió que el incidente de la cañonera no debía ser sobredimensionado ni empleado como excusa para crear más tensiones.
"Nadie debería interponer obstáculos entre los dos países. Los soldados surinamenses, que trataban de capturar una lancha guyanesa, manejaron la cuestión de una manera pacífica y amistosa, contrariamente a lo informado", aseguró.
Guyana fue una colonia de Holanda hasta comienzos del siglo XIX, cuando quedó bajo control de Gran Bretaña, y Suriname también lo fue hasta su independencia en 1975.
Británicos y holandeses dejaron indefinida la posesión del río Corentyne y la demarcación de aguas territoriales frente a la costa fronteriza.
En 1969, tres años después de que Guyana se independizara de Gran Bretaña, tropas de Georgetown expulsaron a soldados y civiles surinamenses del Triángulo del Río Nuevo, un remoto enclave sudoriental.
El ministro de Relaciones Exteriores de Guyana, Clement Rohee, afirmó que el episodio de junio y otros incidentes fueron provocados por Suriname para aliviar la frustración de sus habitantes por lo ocurrido en 1969.
En los últimos años, Suriname gastó más de 40 millones de dólares para mejorar su capacidad militar, incluyendo la compra ocho cañoneras y varios aviones de patrulla, mientras los medios bélicos de Guyana decrecían.
Los guardacostas guyaneses están tan escasos de fondos, que debieron pedir en préstamo una embarcación de la compañía Pesquerías Georgetown, subsidiaria de una firma estadounidense, para patrullar más de 100.000 kilómetros cuadrados de territorio.
Además, esa embarcación sólo puede usarse cuando la compañía no lo necesita.
Muchos observadores piensan que el actual estado de las Fuerzas Armadas guyanesas se debe a la desconfianza del Partido Progresista de Jagdeo, apoyado sobre todo por personas de origen asiático, hacia los militares, que son en su mayoría de origen africano.
Hubo cinco cumbres infructuosas desde junio para discutir la cuestión limítrofe, y en la actualidad Jagdeo parece dispuesto a restablecer el equilibrio militar, ya que envió una misión a Estados Unidos para comprar armas.
Un motivo importante de esa decisión es que está prevista la realización de elecciones generales en Guyana el 17 de enero, y la disputa con Suriname ha cobrado importancia en el marco de la campaña.
Si la cuestión limítrofe se traslada a un arbitraje basado en la Convención de la Ley del Mar, el fallo puede tardar unos cinco años, durante los cuales se vería postergada la exploración de recursos petroleros.
Expertos pronosticaron que habrá más incidentes si los dos países no llegan por sí mismos a un acuerdo. (FIN/IPS/tra- eng/bw/da/ego/mp/ip/00)