PETROLEO: La OPEP busca su destino en Caracas

La OPEP buscará definir su acción futura la próxima semana en Venezuela, durante una cumbre que servirá para revisar 40 años de historia en medio de un mercado alterado por los altos precios del petróleo.

Esta será la segunda reunión de este nivel realizada por la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) desde su nacimiento el 14 de septiembre de 1960, cuando el barril valía menos de dos dólares y el mercado estaba controlado por las grandes compañías transnacionales del Norte.

La cumbre de jefes de Estado y de gobierno de la OPEP, que no se realizaba desde 1975, permitirá reunir en Caracas a siete mandatarios y a delegaciones de alto nivel de los otros cuatro países miembros.

La convocatoria venezolana a esta segunda cumbre planteó como objetivo "la renovación y la actualización" de los fines de la OPEP, con el propósito de "encarar los retos del próximo siglo", de acuerdo con un documento difundido el año pasado por la cancillería local.

El actual presidente de la OPEP, el ministro de Energía venezolano Alí Rodríguez, aseguró esta semana que el objetivo inicial de definir el futuro de la Organización se mantiene, y pese a la agitación de los mercados la coyuntura de los precios no formaría parte de la agenda.

Sin embargo, la situación de los precios por barril, que se mantienen por encima de los 30 dólares a un nivel considerado excesivamente alto por países consumidores, contribuyó a generar gran expectativa mundial por la reunión de Caracas.

Los 11 países que integran la OPEP en este momento producen 40 por ciento del petróleo mundial, pero contribuyen con 60 por ciento del crudo que se transa en los mercados mundiales, una tajada que le permitió demostrar su influencia sobre los precios en marzo de 1999.

En ese momento, la OPEP decidió aplicar en forma estricta una política de restricción de la oferta para recuperar la descalabrada cotización del barril, y fue determinante para llevar el precio de la denominada "cesta OPEP" de nueve dólares por barril a los 32,47 dólares de esta semana.

En medio de esta coyuntura será realizada la revisión de la historia de la OPEP como insumo para definir estrategias del futuro. "Hemos adquirido la madurez y la responsabilidad propias de esta edad", aseguró en marzo en Caracas el secretario general de la Organización, el nigeriano Rilwanu Lukman.

La OPEP nació en un mundo muy distinto al actual, en medio de la preocupación de los países donde estaban localizados los yacimientos por beneficiarse de la explotación de esta materia prima. Uno de los principales operadores de esta alianza fue el venezolano Juan Pablo Pérez Alfonzo.

El acta de constitución de la OPEP fue firmada por Arabia Saudita, Iraq, Irán, Kuwait y Venezuela. En la actualidad hay 11 miembros, pues también participan Argelia, Emiratos Arabes Unidos, Indonesia, Libia, Nigeria y Qatar.

En el pasado, la OPEP llegó a tener 13 integrantes, pero tanto Ecuador como Gabón ya no pertenecen al grupo.

La OPEP adquirió un protagonismo sin precedentes desde 1973, cuando impuso un embargo petrolero como represalia por el respaldo de las potencias industrializadas a Israel durante la guerra del Yom Kippur, demostrando su poder para afectar el mercado.

Esa estrategia contribuyó en forma decisiva a cambiar la estructura de los precios petroleros, que subieron en forma radical provocando lluvias de petrodólares para los países productores.

Pero al mismo tiempo estimuló la entrada de nuevos actores en el mercado, generó reacciones defensivas de los consumidores y a la larga se tradujo en una baja pronunciada de precios.

Rodríguez y otros especialistas de la OPEP han destacado que no existe interés en producir situaciones de precios demasiado altos, pues la historia del mercado ha demostrado que las alzas abruptas son seguidas por bajas pronunciadas, lo cual suele tener efectos devastadores sobre las economías petroleras.

En 1975, en medio del auge petrolero, fue realizada la primera Cumbre en Argelia. En esa oportunidad seis mandatarios estuvieron ausentes y gran parte de las declaraciones estuvieron enmarcadas en la necesidad de reducir la inequidad entre el Norte y el Sur.

Ya pasaron 25 años desde Argel y si bien terminó el antagonismo que en ese entonces generaba la guerra fría, se mantiene la inequidad entre el mundo industrializado y los países en desarrollo.

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, un entusiasta de la OPEP que convirtió la cumbre en un objetivo político fundamental de su gobierno y viajó a todos los países miembros en agosto para invitarlos, considera que el mundo pasó de una bipolaridad a una unipolaridad, y propone establecer más bien una multipolaridad.

"Lo importante para nosotros no es que los precios estén altos sino que sean justos, porque es la única manera de resolver los problemas que enfrentan nuestros pueblos", comentó Chávez cuando visitó Libia hace poco más de un mes.

Los representantes del gobierno venezolano esperan que las cumbres de la OPEP puedan realizarse en el futuro cada cuatro años, pero una decisión de este tipo en Caracas deberá considerar también las relaciones entre los miembros.

Una de las razones para que hayan pasado 25 años entre las dos cumbres de la OPEP fue el antagonismo entre algunos de sus países. Irán e Iraq libraron una guerra entre 1980 y 1988, mientras que en 1990 estalló la guerra del Golfo tras la invasión iraquí a Kuwait.

Con respecto a los precios, Alí Rodríguez ha destacado en reiteradas oportunidades que el objetivo de la OPEP es la estabilidad y el equilibrio de los mercados, y en los días previos a la cumbre aseguró que la Organización no puede bajar precios afectados también por la especulación y las limitaciones en la capacidad de refinación.

La OPEP también logró poner en el tapete de la discusión internacional un tema clave: los altos precios que pagan los consumidores de combustibles en el mundo industrializado están influenciados también por los altos impuestos de sus estados, que en algunos países de Europa componen alrededor de 70 por ciento de la tarifa definitiva.

En el futuro, la OPEP espera que el tema de los precios pueda ser concertado a nivel mundial, y se confía que en Caracas reitere su propuesta para reunirse con los principales países consumidores para hablar sobre la estabilización. (FIN/IPS/lc/ag/if/00

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