El presidente peruano Alberto Fujimori, cuya renuncia es exigida por el principal líder opositor, Alejandro Toledo, viajó hoy a Washington dejando atrás un clima de acentuada crisis e incertidumbre política.
Fujimori emprendió viaje luego de que el congresista Juan Carlos Mendoza denunció haber sido presionado para colaborar con un golpe militar.
En su visita a Estados Unidos, calificada de inexplicable por dirigentes opositores y analistas, Fujimori estudiará con el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) medidas de respaldo a la convocatoria de nuevas elecciones en Perú.
El mandatario también prevé entrevistarse con funcionarios del gobierno de Bill Clinton, que el martes le transmitió, a través del jefe del Comando Sur del ejército de Estados Unidos, general Peter Pace, su respaldo a la convocatoria de nuevas elecciones y a la disolución del cuestionado Servicio de Inteligencia Nacional (SIN).
«Al designar al general Pace como portador del mensaje de respaldo, el gobierno de Estados Unidos formuló una tácita advertencia a los militares peruanos de que no aceptará un golpe que interrumpa el proceso electoral», opinó el líder del opositor Frente Independiente Moralizador, Fernando Olivera.
Estados Unidos cuestionaba al gobierno de Fujimori por la privación de la nacionalidad peruana al empresario israelí Baruch Ivcher, lo cual le impidió dirigir su canal de televisión que había difundido informes sobre violaciones de derechos humanos.
También hubo reclamos a Lima por el juzgamiento militar de la estadounidense Lori Berenson por su supuesta participación en un frustrado atentado contra el edificio del Congreso planificado por el marxista Movimiento Revolucionario Tupac Amaru.
El gobierno de Clinton fue un duro fiscal del proceso electoral que condujo a la reelección en mayo de Fujimori a un tercer periodo presidencial consecutivo.
Luego de su reelección, el presidente peruano afrontó una turbulenta oposición, que trató de impedir su juramentación el 28 de julio y que amenazó con destituirlo en el Congreso legislativo.
En las elecciones de mayo, Fujimori obtuvo 54 escaños en un Congreso de 120, pero antes de la instalación del cuerpo legislativo captó el respaldo de 12 congresistas elegidos en listas opositoras, quienes renunciaron a sus partidos para enrolarse en el frente oficialista Perú 2000.
Pero Fujimori renunció a concluir su periodo de cinco años antes de pasados 60 días de su asunción.
La tempestad política que lo llevó a esa decisión se originó al constatarse que uno de los congresistas que impidieron la destitución del presidente el mismo día de su juramento fue reclutado por el oficialismo mediante soborno por Vladimiro Montesinos, ex jefe del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN).
El congresista Mendoza, uno de los denominados «tránsfugas» por pasarse de la oposición al oficialismo, denunció presiones de militares para que ahora renunciara a Perú 2000 y se integrara a un nuevo bloque parlamentario que debería colaborar con un golpe de Estado para destituir a Fujimori .
Según el legislador, se le ordenó firmar una renuncia previamente redactada «en la comandancia general del ejército para formar una bancada parlamentaria a favor del ex asesor Vladimiro Montesinos», quien se fugó a Panamá.
El objetivo de esa operación era «propiciar el caos en el Congreso y en el país, para dar paso a un golpe de estado», aseguuró.
Horas después, la Oficina de Información del Ejército difundió un comunicado oficial para desmentir las aseveraciones de Mendoza y reiterar su total subordinación a Fujimori.
Mendoza, que antes de las elecciones abandonó la oposición y se plegó a Perú 2000, es uno de los 11 congresistas que en los últimos tres días dejaron el oficialismo y lo privaron de mayoría parlamentaria.
Diez de los 11 congresistas renunciantes, incluido Mendoza, eran considerados miembros del grupo bajo influencia de Montesinos.
Mientras, Toledo exigió la renuncia de Fujimori y la instalación de un gobierno transitorio antes de las elecciones previstas para 2001. El líder opositor reclamó adelantar los comicios a enero.
Fujimori había anuciado que permanecería en la Presidencia solo uno de los cinco años para los que fue elegido y la convocatoria de elecciones generales para marzo próximo. El nuevo presidente y los nuevos legisladores entrarían en funciones el 28 de julio de 2001.
El mandatario justificó estas medidas por el impacto moral que le causó saber que había alcanzado mayoría parlamentaria gracias a actos de corrupción política a manos de Montesinos.
Un vídeo que muestra al ex jefe del SIN sobornando al congresista opositor Alberto Kouri para que se pase a las filas del oficialismo.
Según Fujimori, Montesinos se rehusó a acatar la destitución y lo amenazó con un golpe militar si persistía en su propósito.
Montesinos contaba entonces con el total respaldo de los generales que comandan las seis regiones del ejército peruano, quienes le debían sus ascensos. El ex jefe del SIN también controlaba el Ministerio del Interior y el Poder Judicial.
En consecuencia, según las explicaciones de Fujimori, la única forma de destituir a Montesinos e impedir el golpe era anunciar la convocatoria de un proceso electoral anticipado.
El ingreso de Montesinos a Panamá fue resistido por el gobierno de ese país, hasta que una gestión de la OEA y de 10 presidentes de países americanos convencieron a la presidenta Mireya Moscoso.
Montesinos preparó con anticipación su refugio en Panamá, pues en enero del 1999, luego de hacer un fuerte depósito bancario allí, obtuvo visa de residencia como inmigrante de alta «solvencia económica propia», de acuerdo con una resolución del gobierno panameño.
El ex jefe del SIN tiene en Panamá cuentas bancarias por unos 1.000 millones de dólares, según la parlamentaria Mercedes Cabanillas, del opositor y socialdemócrata Partido Aprista, quien viajó al país centroamericano a investigar el caso.
Montesinos obtuvo ese dinero «mediante operaciones de corrupción, venta de influencia, probable participación en tráfico de armas y otros ilícitos», sostuvo Cabanillas.
La congresista solicitó al gobierno de Mosocoso que rechace la solicitud de asilo de Montesinos y que le impida abandonar el territorio panameño. (FIN/IPS/al/mj/ip/00