PARAGUAY: Sospechosa fuga en Argentina de los sospechosos

El presidente de Argentina, Fernando de la Rúa, se manifestó hoy indignado por la fuga en esta capital de tres presos, dos de ellos en proceso de extradición a Paraguay por ser sospechosos del asesinato del vicepresidente Luis María Argaña en 1999.

De la Rúa calificó el incidente de «muy grave». Los presos se escaparon el domingo del Departamento Central de la Policía Federal, de donde hasta ahora nunca se había escapado un detenido en 112 años de historia.

Tres policías están detenidos e incomunicados desde el domingo, hasta que aclaren ante el juez cómo los detenidos pudieron escaparse de la prisión sin disparar un solo tiro, además de otras irregularidades relacionadas con las condiciones de detención de los presos.

Los paraguayos Luis Alberto Rojas y Fidencio Vega Barrios huyeron por una de las puertas principales sin que nadie los detuviera, luego de golpear a otros detenidos —dos de ellos ex policías involucrados en un atentado antisemita— y de reducir a dos custodias, uno de ellos sin armas.

Los presos imputados por el asesinato de Argaña huyeron junto con un detenido por delitos comunes —Agustin Cabrera— que había ingresado a esa prisión una semana atrás. Estaba previsto que Cabrera declarara en una causa por la complicidad del servicio penitenciario en una anterior fuga suya de otro penal.

El jefe de la Policía Federal, comisario general Rubén Santos, calificó el hecho de «lamentable» y «desgraciado», admitió negligencia de los encargados de la custodia de los presos, y prometió revertir el caso mediante la pronta detención de los prófugos.

Santos remarcó que, así como la policía fue efectiva para realizar la inteligencia que permitió detener en febrero en Argentina a estos dos sospechosos del magnicidio, lo será también para volver a atraparlos.

«No voy a decir que están cercados, pero sí circunscriptos. Téngannos paciencia», pidió a los periodistas.

«Necesitamos un poco de tiempo, pero estamos seguros de que están dentro del país y que vamos a volver a detenerlos», confió. Luego informó que ya se realizaron operativos en diversas localidades del interior del país.

La esposa de uno de los prófugos, Lilian Pérez de Rojas, manifestó desde Asunción su temor por la vida de su marido. «Me dicen en mi país que los mismos que facilitaron su fuga lo van a matar porque es una manera de quemar un archivo», dijo la mujer. «Espero que esté vivo todavía», agregó.

Mientras, el superintendente de seguridad metropolitana y encargado de la seguridad de la central policial, Roberto Galmarino, admitió ante el juez que investiga la fuga que hubo negligencia, pero no sobornos, como sospechan funcionarios gubernamentales y judiciales.

Entre las supuestas víctimas de los prófugos figuran dos ex policías detenidos por colaborar con el atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina en que murieron 86 personas. Uno de ellos, Diego Barreda, habría sido golpeado con brutalidad en la cabeza y debió ser hospitalizado.

Barreda le comentó a su esposa que intentó evitar la fuga y defender a una celadora que había sido tomada de rehén, amenazada con un cuchillo de cocina en el cuello.

En tanto, las autoridades de Paraguay manifestaron su confianza en la investigación que impulsa el gobierno, pero no tanto en la actuación de la policía. Uno de los hijos de asesinado vicepresidente, Félix Argaña, dijo no tener dudas en que hubo complicidad policial para la fuga.

La crisis que se desató en Paraguay a raíz del crimen de Argaña en marzo de 1999 derivó de inmediato en Argentina cuando el ex general golpista Lino Oviedo, sospechoso de ser autor intelectual del asesinato, se refugió en este país, donde el entonces presidente Carlos Menem le brindó asilo.

Ese beneficio quedó revocado poco después de asumir De la Rúa, cuando la justicia requirió a Oviedo y pasó a ser un simple prófugo. Pero el ex general huyó a Brasil el 9 de diciembre, un día antes de la asunción del nuevo presidente.

Oviedo fue apresado por las autoridades brasileñas. Hoy, está preso en Brasilia a la espera de una eventaul extradición a su país.

Félix Argaña comentó este lunes que la fuga de los detenidos de una prisión segura de Buenos Aires lo lleva a suponer la existencia de una poderosa red delictiva capaz de sobornar a cualquiera. Detrás de la operación están seguidores de Oviedo que procuran evitar quedar implicados en el crimen, sostuvo.

Argaña distinguió entre algunos miembros prominentes de la policía, que habrían recibido sobornos para liberar a los detenidos, y las altas autoridades del gobierno argentino, que estarían colaborando para apresar a los reos y proceder a su extradición. (FIN/IPS/mv/mj/ip/00

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