El gobierno de Vietnam asumió como política oficial la exportación de mano de obra a países más ricos a causa de la creciente desocupación, que afecta de manera especial a los jóvenes.
De todos modos, este país se encuentra rezagado respecto a sus vecinos del sudeste asiático, como Filipinas, uno de los principales exportadores de trabajo de la región.
Hanoi pretende aumentar el número de trabajadores en el exterior en los próximos años, no sólo para mitigar el desempleo sino también para reducir la pobreza.
Este país de 77 millones de habitantes ya padece el costo social de la campaña, pues muchos pobres se endeudan para viajar al exterior, donde, por otra parte, son más vulnerables a los abusos.
El año pasado abandonaron Vietnam unos 22.000 trabajadores que enviaron a sus hogares 220 millones de dólares. Muchos se dirigieron a Corea del Sur, Laos, Libia, Japón y Taiwán para trabajar en contrucciones, fábricas, transporte marítimo, elaboración de alimentos, el sector de la salud y la agricultura.
El Ministerio de Trabajo prevé que este año viajen 30.000 trabajadores en el exterior, y entre 400.000 y 500.000 cada año para 2005. Dentro de 10 años planea "exportar" un millón de trabajadores. Ya son 38 países los que acogieron a emigrantes vietnamitas.
"Enviar trabajadores al exterior es uno de los grandes esfuerzos de Vietnam para corregir el problema del desempleo, en especial entre los jóvenes", declaró el primer ministro Phan Van Khai.
El Ministerio de Trabajo indicó que el desempleo subió de 6,8 por ciento en 1998 a 7,4 en 1999. El gobierno atribuye este panorama a la caída del producto interno bruto y a la titubeante inversión extranjera.
Para colmo, el gobierno prevé cesar a 15 por ciento de sus funcionarios, y también habrá despidos en las empresas públicas.
Sin embargo, es en los hogares rurales, que representan más de 70 por ciento de los habitantes, donde el desempleo puede tener consecuencias más graves en el largo plazo.
Como la población rural crece y hay menos tierras de cultivo disponibles, el desempleo es ahora un problema difuso que genera grandes desplazamientos hacia las ciudades.
El gobierno prevé la emigración de trabajadores jóvenes con escasa calificación. Eso ya ha generado problemas.
Saigon Tourist, empresa estatal de viajes marítimos, se quejó porque no puede llenar la cuota prevista. En marzo, la firma logró reclutar solo 17 aspirantes a emigrar en buques de la línea Star Cruise, pese a que había anticipado 500.
Eso se debe a que los empleadores exigen altas calificaciones y los candidatos deben cumplir estrictos requisitos de salud y de edad, buen conocimiento del inglés y experiencia laboral, sobre todo en la industria hotelera.
Los aspirantes aprobados recibirán 500 dólares mensuales, además de gratificaciones, pero deberán trabajar siete días semanales y aportar un mes de salario para una licencia anual obligatoria de dos meses.
No obstante, esos arreglos siguen siendo tentadores para los vietnamitas de áreas rurales cuyos ingresos anuales ascienden a 170 dólares. Muchos no solo carecen de las condiciones exigidas: también deben afrontar los costosos pagos iniciales requeridos por esta oportunidad.
Los aspirantes a trabajar en el exterior deben pagar entre 2.000 y 3.500 dólares a la compañía que gestiona sus contratos. Eso incluye un depósito, por el cual son aceptados derechos de propiedad de la tierra, y pólizas de seguro.
El pasaporte, el certificado de salud y los pagos a la policía son otros costos previos al viaje. Luego, el trabajador deberá abonar 10 por ciento de impuesto al valor agregado por los ingresos en el extranjero. Los gestores también reciben 12 por ciento del valor de los contratos.
"Es mucho dinero para gente tan pobre. Pero al final de sus contratos de dos o tres años pueden volver a casa con 7.000 o 10.000 dólares, una suma que puede cambiarles la vida, y todos los gastos pagados", dijo un gestor.
Muchos observadores opinan que el gobierno debe establecer controles más estrictos a los gestores si quiere que su estrategia de exportación de mano de obra sea exitosa. Las noticias de gestores que esquilman o defraudan a solicitantes de trabajo ya son comunes en la prensa local.
En uno de los casos judiciales más destacados de este año, el Tribunal del Pueblo de Hanoi condenó a prisión perpetua a un contratista que robó más de 60.000 dólares de los candidatos a emigrar.
Unas 100 personas fueron estafadas al pagar tributos y comisiones por la obtención de trabajos inexistentes en Alemania, Corea del Sur, Japón y Taiwan.
Algunos críticos de la estrategia gubernamental temen que la anunciada apertura de los servicios de gestión de viajes a empresas privadas que se sumarían a los 130 gestores estatales ya autorizados solo aumentará el riesgo de explotación.
También señalaron que las autoridades han hecho muy poco para proteger a los trabajadores vietnamitas una vez que están en el exterior.
Algunos de los que retornaron se quejaron de abusos y explotación de sus patrones extranjeros y falta de apoyo de gestores locales.
Hace un mes, el diario Seguridad Mundial informó que 40 en un contingente de 300 mujeres vietnamitas enviadas a Taiwán para trabajar como empleadas domésticas regresaron quejándose de haber sido golpeadas, mal alimentadas y objeto de abusos sexuales a manos de sus empleadores.
"Tuve que pagar 2.650 dólares en depósitos, tributos a la policía y exámenes médicos y no conseguí nada en cambio", se lamentó una de ellas, Pham Thi Dung, quien dijo haber sido obligada a trabajar 19 horas diarias, con mala alimentación y golpes regulares.
El gestor de trabajo la obligó a declarar que su renuncia se debió a razones de salud, aseguró Pham. "Mi familia ahora debe afrontar las deudas", dijo.
Un representante del contratista negó las acusaciones de Dung y aseguró que todos los depósitos de las mujeres habían sido restituídos.
Si bien las mujeres "tienen sus propios motivos" para romper los contratos, "creo que algunas no pueden soportar la vida en Taiwan porque no comprenden el idioma, de modo que buscan ese tipo de pretextos para volver", sostuvo.
El representante dijo que su compañía no quiere que se rompan contratos porque cada vez que eso ocurre pierde entre 290 y 360 dólares. (FIN/IPS/tra-eng/nnp/ccb/js/ego/mj/lb pr/00