NICARAGUA: Empresarios piden a Alemán mejorar trato a donantes

Las cámaras empresariales y productores agrícolas de Nicaragua instan al gobierno a mejorar las relaciones con los países donantes, para asegurar una ayuda de 654 millones de dólares anuales.

Portavoces de las asociaciones advirtieron que la cooperación internacional es indispensable para mantener a flote la economía del país, que según datos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) es la tercera más pobre de América Latina.

Esta reacción es en respuesta a declaraciones del presidente Arnoldo Alemán, quien cuestionó a los cooperantes y organismos multilaterales por acusar a su gobierno de corrupción.

Alemán dijo que hacer donaciones no les otorga el derecho de inmiscuirse en la política interna de Nicaragua.

"Le hacemos al gobierno un llamado a la cordura y le pedimos que trate con más cordialidad a nuestros amigos internacionales", dijo a IPS Roberto Terán, presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Consep).

El Consep, una asociación que agrupa a empresarios de la industria, la pesca, la agricultura y el turismo, se manifestó preocupado por el hecho de que se ponga en riesgo cualquier tipo de ayuda ante la grave crisis que afronta el país.

Considera, además, que el gobierno de Alemán ha provocado una fisura en la relación con el empresariado nacional, y en estos momentos trata de dividirlos.

La asociación empresarial realizará el 20 de agosto una convención nacional para elaborar una lista de los problemas que más afectan a Nicaragua, con soluciones que deberían adoptar las oficinas gubernamentales.

Alemán cree que esta convención representa un peligro para la estabilidad de su gobierno y por eso se está reuniendo en forma separada con muchos empresarios para hacerlos cambiar de opinión, comentó Terán.

Sin embargo, el líder empresarial arguyó que lo principal en estos momentos es hacer reconsiderar al mandatario para que mejore su relación con los países donantes, pues la presencia de la cooperación es vital para oxigenar a los sectores productivos.

Las exportaciones de Nicaragua sumaron 510 millones de dólares en 1999, mientras que la ayuda externa alcanzó en ese lapso a 644,7 millones de dólares.

Esa cooperación se tradujo en 310,2 millones de dólares en donaciones y 344,5 millones de dólares en préstamos a bajo interés y a pagar a largo plazo.

Economistas señalaron que esta ayuda internacional permite amortiguar un poco el golpe para la economía de Nicaragua que representan los 1.600 millones de dólares anuales en importaciones.

Organismos multilaterales, organizaciones no gubernamentales y embajadas de países donantes han señalado en forma pública este año su malestar por las denuncias de malversación de fondos contra colaboradores de Alemán y le han solicitado mayor transparencia en su gestión.

Sin embargo, el presidente rechazó estas acusaciones y este mes les indicó que no permitirá su injerencia en la vida pública nicaragüense, una declaración que, según analistas, predispone a los donantes y aumenta las posibilidades de que cancelen su ayuda.

"La postura actual del gobierno es arrogante", comentó a IPS José Augusto Navarro, presidente de la Unión de Productores Agrícolas de Nicaragua (UPANEC), la principal asociación de agricultores del país.

Navarro indicó que sería "gravísimo" si los donantes retiran su ayuda para los proyectos agropecuarios en este país, pues sólo en 1999 destinaron a este sector 52,3 millones de dólares.

El dirigente campesino destacó que están a la espera de una reunión con el embajador de Suecia, país que tiene la presidencia temporaria del grupo de donantes al que se sumó Japón, a quien le expondrán la necesidad de que no retiren su ayuda.

Ante los temores de un desplome económico, el director del Banco Central de Nicaragua, Noel Ramírez, anunció esta semana que el gobierno ya tiene listo un plan de contingencia que le permitiría afrontar sin problemas el recorte económico en caso de una reducción del flujo de la ayuda internacional.

No obstante, los sectores empresariales temen que ese plan de contingencia se traduzca en una escalada de impuestos, que lleve a muchas empresas a la quiebra y produzca más desempleo.

Otro de los acontecimientos que ha irritado al gobierno es el hecho de que Nicaragua todavía no haya sido aceptado por los organismos internacionales en la Iniciativa para los Países Pobres Altamente Endeudados (HIPC, por sus siglas en inglés).

Este ingreso significaría para Nicaragua un perdón de millones de dólares en deuda externa, que en la actualidad asciende a 6.300 millones de dólares.

El gobierno había clamado por este perdón de la deuda, que según sus planes le permitiría liberar dinero que se paga en intereses para dedicarlo a programas de lucha contra la pobreza y mejorar la salud y la educación.

Pero los organismos multilaterales le solicitaron a Nicaragua cumplir requisitos de mayor transparencia, lo cual provocó que Alemán declarara esta semana que ya no es una prioridad de su gobierno ingresar en la HIPC y, con ello, provocó un mayor enfrentamiento con los países cooperantes.

El temor por la reacción de los donantes inquieta a muchos sectores, incluidos los partidos minoritarios de oposición y a la Iglesia Católica, pues el mismo obispo auxiliar de Managua, monseñor Jorge Solórzano, ha declarado que se debe mostrar más respeto hacia los países cooperantes.

El analista nicaragüense Alejandro Serrano señaló que el gobierno no debe culpar a la comunidad internacional por su no ingreso a la iniciativa HIPC, sino que debería revisar sus acciones y políticas. (FIN/IPS/nms/dm/dv if/00

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