El Partido Revolucionario Institucional (PRI) de México busca sin rumbo definido, después de sufrir su primera derrota electoral en 71 años, un lugar entre los grupos que formarán la oposición al presidente electo Vicente Fox.
El resultado de las elecciones del 2 de este mes dio lugar a la división del vencido PRI en dos grupos, que se disputan el control del hasta hace poco tiempo homogéneo partido gobernante.
El llamado sector "institucional" y una "asociación" o "sindicato" de gobernadores protagonizan la profunda crisis del PRI, un partido que estaba habituado a seguir sin cortapisas las instrucciones del presidente de turno, invariablemente salido de sus filas.
El grupo institucional invoca la unidad del PRI y defiende la decisión del presidente Ernesto Zedillo de reconocer la victoria de Fox, del conservador Partido Acción Nacional (PAN), en cuanto se conocieron los resultados preliminares de los comicios.
Pero el otro sector acusa al presidente de la derrota. El ala dura del partido comenzó a acumular fuerzas cuando 11 de los 21 gobernadores estaduales del PRI acordaron actuar unidos a partir del 1 de diciembre, fecha en que Zedillo entregará la Presidencia a Fox.
Los gobernadores que han declarado abiertamente su resistencia a seguir bajo la tutela de Zedillo advirtieron a Fox que responderán en bloque a toda tentativa de desconocer la autonomía de los estados.
No obstante, los 21 gobernadores que responden al PRI aceptaron respetar la gestión de Fox, a instancias de la debilitada dirección del partido. Sólo puntualizaron que estarán en alerta para asegurar el trato equitativo a todos los estados.
Colaboradores de Fox afirmaron que no están preocupados por la creación del bloque de los 11 gobernadores. Mientras, el presidente electo organiza el equipo de transición que tramitará con la administración actual el cambio de mando.
Este lunes se conocerán los nombres de los coordinadores de las áreas de desarrollo económico, social y político, y de comunicaciones y de presupuesto, luego de un sigiloso trabajo para armar los equipos.
A partir de la semana entrante y hasta un día antes del cambio de gobierno, el denominado equipo de transición trabajará para empaparse de las funciones de cada Secretaría (ministerio).
De esa labor surgirán los programas para cada área, que deberán hacer honor a la palabra empeñada por Fox en la campaña electoral de lograr un crecimiento anual sostenido de siete por ciento.
En materia de educación, Fox ofreció desarrollar un programa de becas para asegurar el acceso a la enseñanza de niños y jóvenes sin recuersos y en cuanto a la lucha contra la corrupción, prometió aumentar las penas que castigan ilícitos y abusos de funcionarios.
Analistas de las agencias internacionales que asesoran a los inversionistas extranjeros excluyeron para esta ocasión la crisis económica de fin de sexenio, presente en los tramos finales de las administraciones de los últimos 25 años.
También creen que Fox logrará sus metas económicos a partir del segundo año de su gestión.
Las encuestas de opinión pública parecen demostrar que los votantes dieron su apoyo a Fox y no al PAN, y el denominado grupo de Amigos de Fox, de carácter informal, aglutina a más militantes que el propio partido.
Pero, a juicio del PAN, la victoria fue el fruto de 60 años de trabajo político, que lo ha llevado a controlar seis de los 32 estados del país.
El papel del PAN será vigilar y en su caso realizar una crítica constructiva a la acción del nuevo gobierno, aclaró el presidente del partido, Luis Felipe Bravo.
Bravo aseguró que el PAN no participará en la selección de los miembros del futuro gabinete, luego de que esta semana, Fox lanzara una insólita convocatoria a candidatos "aptos, capaces y honestos" para acompañarlo en el gobierno.
En la selección de aspirantes a ministros participan cinco empresas privadas especialistas en la búsqueda de talentos, contratadas por Fox, quien pidió a organizaciones sociales y empresariales presentar sus recomendaciones.
Algunos observadores destacan que nunca resultó más fácil para cualquier mexicano integrar el gabinete, pero otros se preguntan qué pensarán los electores que votaron por Fox al verlo convertido en "sargento reclutador" de los mejores hombres y mujeres de México.
"¿Qué deben pensar (además) los viejos 'panistas', amigos del orden patriarcal y de la misa (católica) dominical, ante el anuncio para enganchar ministros bien presentados?", señaló el analista político Rafael Segovia.
Por su parte, el sector del "sindicato" de gobernadores del PRI pretende la postergación de la 18 asamblea nacional del partido hasta el año próximo, y la renovación de los integrantes de ese cuerpo antes de la asunción de Fox.
La pugna interna del PRI anuncia, en opinión de los observadores, el desmembramiento de ese partido, dividido entre el ala liberal y el sector duro de la vieja guardia. (FIN/IPS/pf/ff/ip/00
