DESARROLLO: ONG reclaman al G-8 cancelación de deudas del Sur

Los siete países más ricos del mundo y Rusia, que conforman el Grupo de los Ocho (G-8), comenzaron hoy una cumbre en la isla japonesa de Okinawa de la que el Sur espera la cancelación de la deuda de los países más pobres.

"Exhortamos a los líderes del G-8 a mostrar un rostro humano, además de ser superpotencias económicas", declaró Charlotte Mwesigye, representante de la campaña ugandesa de Jubileo 2000, una federación de organizaciones no gubernamentales (ONG) que encabeza el reclamo de la cancelación total de la deuda.

La federación pretende que el G-8 concrete en Okinawa la anulación total e inmediata de la deuda de las 40 naciones más pobres del mundo, en lugar del actual modo de alivio de la deuda, al que solo accedieron hasta ahora nueve países.

"Pedimos eso para que los estados ricos dejen de sacar dinero de los países pobres, y esta decisión debe adoptarse ahora", urgió Ann Pettifor, cofundadora de Jubileo 2000.

El primer ministro de Japón, Yoshiro Mori, recibió este viernes al mediodía una declaración de Mwesigye y otros representantes de Jubileo 2000, y prometió que haría todo lo posible para que la cumbre, que finalizará el domingo, adopte una decisión rápida.

El primer ministro de Gran Bretaña, Tony Blair, quien llegó a Japón por la mañana, declaró a la prensa que el alivio de la deuda de los países pobres es una cuestión muy importante para el G-8.

Blair participó en la noche del jueves de una reunión en Tokio entre Mori y los mandatarios de Canadá, Italia y Francia, y los presidentes de Sudáfrica, Thabo Mbeki, de Nigeria, Olusegun Obasanjo, y de Argelia, Abdelaziz Bouteflika, en representación del Sur en desarrollo, donde viven 4.000 millones de personas.

En la reunión, Mori prometió a los representantes de los países en desarrollo que la cumbre trabajaría por una aplicación rápida de la iniciativa adoptada por los líderes del G-7 en la ciudad alemana de Colonia, donde anunciaron un alivio de la deuda por 100.000 millones de dólares para fines de este año.

Mbeki, Obasanjo y Bouteflika pidieron la cancelación de la deuda y también la colaboración de los países más industrializados para mejorar la salud, la educación y los servicios sociales en las naciones en desarrollo.

El encuentro del viernes entre el G-8 y países del Sur fue el primero de ese tipo previo a una cumbre de las naciones ricas.

Los mandatarios de los países más industrializados, finalmente reunidos en Okinawa, tenían previsto discutir en la tarde de este viernes el alivio de la deuda.

Sin embargo, pese a la presión de los activistas y las declaraciones de Japón sobre una supuesta concentración de la cumbre en las preocupaciones del Sur en desarrollo, las expectativas son bajas.

El mayor obstáculo es el desacuerdo entre los siete mayores acreedores, que tienen intereses variados en este asunto, señalaron ONG.

Mientras Gran Bretaña es partidaria del perdón de la deuda, Japón, el mayor donante del mundo, es el que más tiene que perder y se muestra renuente a cancelar rápidamente sus préstamos.

Italia, impulsada por la Iglesia Católica, aprobó una nueva ley que exhorta a aliviar la deuda de más estados que los designados bajo la iniciativa para los Países Pobres Altamente Endeudados.

Pero la presión del Fondo Monetario Internacional, que controla los créditos multilaterales e insiste en el reembolso de los préstamos, constituye una fuerte barrera para la adopción de una decisión al respecto en la cumbre del G-8.

Sin embargo, si no se toma una decisión en Okinawa, aumentará el resentimiento contra los países ricos, que serán considerados indiferentes hacia la meta de la reducción de la pobreza y la desigualdad en el mundo, advirtió Jubileo 2000.

Informes de ONG indican que el servicio de la deuda redujo el presupuesto de salud y educación de los países más pobres, lo que provocó desnutrición y todo tipo de problemas sociales.

Camille Chalmers, representante de Campaña por Haití, dijo a la prensa que su país permanece excluido de la iniciativa para el alivio de la deuda aunque debe al exterior una suma superior a 25 por ciento de su producto interno bruto.

"Casi la mitad de la deuda fue contraída por la cruel dictadura de Duvalier. Haití es el país más pobre del hemisferio occidental", destacó. (FIN/IPS/tra-en/sk/js/mlm/dv/00

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