El plan de la comunidad internacional para reparar la exclusión de los países menos adelantados (PMA) del sistema multilateral de comercio tiene alcance reducido y sus posibilidades de éxito son inciertas.
El plan, auspiciado por seis agencias intergubernamentales, crea un fondo fiduciario de 20 millones de dólares para financiar durante tres años la capacitación técnica de funcionarios de los 48 países más pobres para recorrer los laberintos jurídicos y políticos de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Otra característica del programa consiste en orientar la asistencia hacia las necesidades de desarrollo de los PMA que tienen relación con el comercio.
Pero la propuesta no ha sido bien recibida por los países más ricos, que declararon su preocupación por el establecimiento del fondo financiero en la sesión del Consejo General de la OMC que discutió esta semana el asunto.
La delegación de Estados Unidos argumentó que la vinculación de las corrientes del comercio con las políticas y los programas de desarrollo consumirían enormes sumas únicamente en consultorías.
"En realidad, no beneficiaría a los países menos adelantados sino a las consultoras", dijo la representación estadounidense.
Esta reticencia de las naciones industrializadas sigue la tendencia declinante, acentuada en los últimos años, de la ayuda oficial al desarrollo.
La mayoría de las protestas de los países ricos por el proyecto de asistencia a los PMA se concentran en la cuestión del fondo fiduciario, dijo Keith Rockwell, portavoz de la OMC.
La administración de esos recursos se encomendó al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), probablemente porque esa agencia "tiene experiencia en distribución de dinero", estimó el funcionario.
El monto de 20 millones de dólares fue juzgado "modesto" por el portavoz de los PMA, Iftekhar Ahmed Chowdhury, de Bangaldesh.
Por otra parte, el fondo se integrará con aportes voluntarios, lo que vaticina nuevos inconvenientes en la iniciación del plan de asistencia, estimó una fuente diplomática vinculada a los PMA.
Pero a pesar de esos obstáculos, Chowdhury acogió calurosamente la iniciativa, en nombre de los restantes 47 países más pobres.
Se trata de un avance en la dirección correcta, en un intento de la comunidad internacional por integrar los PMA a la economía mundial a través del fomento de sus capacidades en el area del comercio, dijo.
Además de la OMC y del PNUD, también participan el Centro Internacional del Comercio, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo.
Las mismas seis agencias estuvieron involucradas en un proyecto parecido que se inauguró en octubre de 1997, promovido por la OMC.
Pero desde entonces el comportamiento del comercio mundial se mantuvo invariablemente negativo con respecto a los PMA y las evaluaciones realizadas por el Banco Mundial dictaminaron que esa iniciativa había carecido de coordinación adecuada y también de recursos suficientes.
En ese aspecto, las naciones industrializadas reconocieron que corresponde reparar un sistema que no ha funcionado de la manera adecuada y que mantiene excluidos del comercio a los países menos adelantados.
Las perspectivas de la nueva iniciativa, denominada Marco Integrado de Asistencia Técnica Relacionada con el Comercio para los Países Menos Adelantados, resultan todavía inciertas debido también a las dificultades de aplicación que surgen de la participación de tantas instituciones.
Cada una de las seis agencias tiene sistemas diferentes de consulta con sus estados miembros, lo que complicará la obtención del consenso necesario para administrar el proyecto, admitió Rockwell.
Diplomáticos de los PMA dijeron que sus expectativas de obtener beneficios del comercio se concentran en los resultados de la Tercera Conferencia de los Países Menos Adelantados que se realizará en Bruselas, en mayo de 2001, auspiciada por la Unión Europea. (FIN/IPS/pc/mj/if dv/00