CHINA-EE.UU.: Asuntos de seguridad separan a ambos gobiernos

Discrepancias sobre cuestiones de seguridad entre China y Estados Unidos marcaron la visita esta semana a Beijing del secretario de Defensa estadounidense, William Cohen, destinada a reconstruir los lazos militares.

Las relaciones militares bilaterales habían quedado congeladas luego que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) bombardeó por un error de cálculo la embajada china en Belgrado, en mayo de 1999.

Dos veces durante la visita de Cohen, de cinco días de duración, China expresó su insatisfacción con los planes de defensa de Estados Unidos.

En primer lugar, Beijing criticó los planes de Washington de construir sistemas de defensa antimisiles que podrían incluir a Taiwan bajo la protección estadounidense.

En segundo lugar, Beijing reaccionó con enojo ante el anuncio el jueves de que Israel cancelaría la venta a China de un sistema aéreo de advertencia temprana por 250 millones de dólares, debido a la presión de Estados Unidos.

"Ningún país tiene derecho a interferir en la cooperación bilateral entre China y otros países", declaró el jueves Zhu Bangzao, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores.

"Todo acuerdo y entendimiento entre estados debe cumplirse. Esta es la base de las relaciones de estado a estado", dijo en una conferencia de prensa.

Washington había insistido en que Israel cancelara la venta a China de un moderno sistema de radar "Phalcon", que permite simultáneamente rastrear y poner en la mira a gran número de aeronaves y otros objetivos en un radio de 300 kilómetros.

Expertos militares advirtieron que el sistema de radar podría amenazar la seguridad de Taiwan y las fuerzas estadounidenses en un eventual conflicto con China.

Aunque Israel consideraba la venta como un gran avance en sus relaciones en cierne con Beijing, finalmente debió ceder a la presión de Washington. Varios miembros del Congreso habían amenazado con cortar la ayuda económica a Israel si la venta se llevaba a cabo.

El anuncio de la cancelación del acuerdo se produjo mientras Cohen mantenía difíciles conversaciones con sus anfitriones sobre los planes de Washington de desarrollar un sistema nacional de defensa antimisiles y un escenario de defensa antimisiles.

China y Rusia son los más fervientes opositores de esos planes. El sistema nacional de defensa está destinado a proteger partes vulnerables de Estados Unidos de posibles ataques con misiles, mientras el escenario tiene por finalidad proteger a tropas estadounidenses y aliadas en Asia.

Washington arguyó que necesita esos sistemas no para defender a Estados Unidos contra Rusia o China, sino contra pequeñas potencias impredecibles, como Corea del Norte, Iraq o Irán, con capacidad misilística.

Sin embargo, Beijing teme que la protección se extienda a Taiwan, al que considera una provincia renegada.

También sostiene que los misiles defensivos anularían la pequeña fuerza de misiles de largo alcance de China y la obligarían a construir armas nucleares más poderosas.

Rusia también advirtió que los planes de Washington podrían desatar una nueva carrera armamentista.

Cuando visitó la Universidad Nacional de Defensa, en Beijing, Cohen fue interrogado sobre los verdaderos motivos de su país para crear los sistemas de defensa antimisiles, dado que la amenaza de Pyongyang se redujo tras la cumbre en junio entre las dos Coreas.

"Los norcoreanos aún representan una potencial amenaza militar, y continúan desarrollando su programa de misiles", respondió Cohen, y agregó que los sistemas también están dirigidos a Irán e Iraq, y no a China.

"La caracterización de Estados Unidos como un país hegemonista, determinado a dominar el mundo y a contener y dominar a China, es simplemente falsa", afirmó el ministro.

Pero la prensa china criticó duramente los planes de defensa de Washington. El China Daily, el periódico de lengua inglesa de mayor circulación, publicó este viernes un largo editorial en el que describió a Estados Unidos como "una amenaza a la paz mundial".

"Las acciones de Washington son la principal causa de los reveses al desarme internacional", sostiene el artículo.

Pese a la diferencia de opiniones entre Washington y Beijing, el ministro de defensa chino Chi Haotian describió la visita de Cohen como significativa "en esta coyuntura histórica" de un nuevo milenio.

"La visita del secretario ayudará al mantenimiento de las buenas relaciones entre nuestros países", declaró el general Chi en su discurso de bienvenida.

Cohen fue el tercer funcionario estadounidense de alto nivel que visitó Beijing en las últimas dos semanas, en una señal de que los vínculos bilaterales están volviendo a la normalidad 14 meses después del bombardeo de la embajada china en Belgrado.

Tras el bombardeo, China suspendió sus conversaciones con Washington sobre relaciones militares, control de armas y derechos humanos. El diálogo sobre este último tema todavía no se reanudó oficialmente. (FIN/IPS/tra-en/ab/js/mlm/ip/00

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