Los últimos escándalos de corrupción en Nicaragua provocan una "gran crisis de gobernabilidad", dijo en entrevista con IPS Agustín Jarquín, ex contralor general y actual miembro del Consejo Superior de la Contraloría nicaragüense.
El ejercicio de la democracia es una meta no alcanzada en Nicaragua, donde las instituciones son muy frágiles y muy partidizadas, afirmó Jarquín, quien fue encarcelado de noviembre a diciembre de 1999, tras denunciar actos de corrupción del gobierno de Arnoldo Alemán, el actual presidente.
"Nicaragua es un país que se está haciendo, y Alemán no ha aprovechado la oportunidad de cooperación que le han ofrecido muchos países", opinó el funcionario.
El más reciente escándalo político que ha generado la preocupación de la comunidad internacional, y en especial de los países donantes, estalló el 7 de junio, cuando el Consejo Superior de la Contraloría recomendó la destitución de tres altos funcionarios del gobierno por actos de corrupción.
Byron Jerez, director general de Ingresos y amigo personal de Alemán, fue una de las personas cuya destitución aconsejó el Consejo, integrado por Jarquín y otros cuatro miembros.
Jerez fue acusado de desviar fondos por valor de más de 500 mil dólares, tras cambiar en forma irregular cheques para pagos fiscales girados a nombre de personas por su primo Jorge Solís, quien era el director de la empresa estatal de petróleos, Petronic.
Petronic pagaba con esos cheques a acreedores del gobierno, y de ese modo cancelaba sus propias deudas fiscales.
El escándalo causado por el llamado "checazo" aumentó cuando Jarquín y José Pasos, otro de los miembros del Consejo Superior de la Contraloría, propusieron trasladar el caso a la justicia, pero los tres miembros restantes se opusieron.
Los tres integrantes del Consejo que no apoyaron la iniciativa fueron nombrados por el Poder Ejecutivo.
"Considero que la recomendación de destitución de Jerez no era suficiente, pues las evidencias permitían trasladar el caso a una instancia penal", dijo a IPS Jarquín.
Representantes de Alemania, Canadá, España, Estados Unidos, Suecia y Japón, los más importantes donantes de Nicaragua, manifestaron su preocupación por las "limitantes" de los mecanismos del gobierno para combatir la corrupción.
Sucesivas acusaciones de malos manejos administrativos han golpeado la imagen del gobierno, e impidieron hasta ahora que Nicaragua recibiera el aval del Fondo Monetario Internacional (FMI) para beneficiarse con la iniciativa para cancelar deuda externa de países pobres altamente endeudados.
El FMI iba a dar su visto bueno en octubre de 1999, pero pospuso su decisión y se espera que se pronuncie a fines de este año.
Si el Fondo da su avala, Nicaragua podría beneficiarse con una importante reducción de su deuda externa, que en la actualidad asciende a más de 6.500 millones de dólares.
En una encuesta realizada por el no gubernamental Instituto de Estudios Nicaragüenses (IEN), 88 por ciento de los consultados opinaron que el gobierno es corrupto.
"La gente percibe la corrupción de los políticos en tres formas visibles: la vida ostentosa de los funcionarios, el rápido aumento de sus propiedades y el tráfico de influencias", indicó el economista Rodolfo Delgado, director del IEN.
La sensación desesperante de que la corrupción es impune y la falta de oportunidades para los sectores más pobres con causas de que hayan aumentado los deseos de emigrar, apuntó.
En una encuesta realizada por el IEN en febrero, 31 por ciento de los entrevistados dijeron que deseaban trasladarse a otro país en busca de mejores oportunidades.
El gobierno arguye que la mayoría de las denuncias de corrupción son parte de campañas de desprestigio montadas por la prensa.
"El gran problema de este gobierno es que ha entronizado la corrupción en el país y ha dañado a las instituciones, pues las ha partidizado, les ha puesto color político", dijo a IPS el ex juez y prestigioso abogado Boagerge Ojeda.
Ojeda tuvo a su cargo en los años 90 juicios contra el sandinista Humberto Ortega, ex comandante del ejército, y contra Alemán cuando el actual presidente era alcalde de Managua.
El ex juez forma parte de "Nicaragua para Todos", un grupo de intelectuales y columnistas influyentes de medios de comunicación, formado en 1999 para promover la recuperación de valores de honestidad en la función pública.
"Nuestro problema es que la corrupción es generalizada, y cuando un raterito ve que los altos políticos roban, se pregunta por qué los de arriba sí pueden y él no, y así se forma una espiral de corrupción", opinó Ojeda.
El ex juez afirmó que es hora de que la sociedad civil de Nicaragua se organice para crear un proyecto de nación que el país no ha tenido por vivir "de guerra en guerra".
"Ya es hora de que dejemos de tolerar esas comitivas de 40 personas que acompañan con el dinero del pueblo al presidente Alemán en sus viajes internacionales", enfatizó.
Esas comitivas "de rey persa" son integradas por "mendigos elegantes que no consiguen nada bueno para el país", añadió. (FIN/IPS/nms/mp/ip/00)