DERECHOS HUMANOS: Años 90 fueron década sombría para refugiados

Los años 90 fueron una "década sombría" para los refugiados y otros desplazados de sus hogares, y 1999 fue uno de los peores años de la década, informó hoy una de las mayores organizaciones humanitarias estadounidenses para refugiados.

El total mundial de personas forzadas a abandonar sus hogares era menos de 29 millones en 1990, y aumentó a más de 35 millones a fines de 1999, se indicó en el último informe anual "Estudio de los Refugiados del Mundo", de la Comisión Estadounidense para los Refugiados (USCR), con sede en Washington.

Ese incremento global se acompañó de un aumento considerable en el número de "refugiados internos", o sea personas que se vieron obligadas a abandonar sus hogares pero no consiguieron refugio en un país extranjero, donde podrían haber accedido a mayor protección internacional.

Hace diez años el total mundial de desplazados internos era entre 13 y 14 millones de personas, y aumentó a por lo menos 21 millones a fines de los años 90.

Casi la mitad de esas víctimas se registraron en Africa subsahariana, donde las guerras civiles han expulsado de sus hogares a millones de personas, en una amplia faja de territorio que se extiende desde Sierra Leona y Angola en el oeste hasta el Cuerno de Africa y Tanzania en el este.

Según el informe, de 328 páginas, Africa fue afectada en forma desproporcionada por la crisis mundial de refugiados, en especial en los últimos años de la década de los 90, y a fines de 1999 casi 40 por ciento del total mundial de personas desplazadas de sus hogares eran africanas.

Sólo en 1999, tres millones de personas de 15 países africanos fueron forzadas a abandonar sus hogares. Esa cifra es significativamente mayor que la registrada en los casos de la provincia separatista yugoslava de Kosovo y Timor Oriental, en los cuales hubo fuertes respuestas de la comunidad internacional.

La mayoría de los desplazados kosovares y timorenses ya han regresado a sus hogares con protección internacional.

La respuesta de Estados Unidos y el resto de la comunidad internacional a la situación en Africa planteó preguntas inquietantes acerca de un doble rasero que se basa, al menos en parte, en racismo y prejuicios, apuntó el director ejecutivo de la USCR, Roger Winter, en una sección especial del informe.

Winter afirmó que durante 1999 disminuyó el aporte internacional de fondos para proyectos de ayuda en Africa, incluyendo desde programas de salud infantil en Uganda hasta asistencia humanitaria para paliar la hambruna en el Cuerno de Africa.

"El mundo debe preguntarse con franqueza: '¿Por qué dejamos que algunos pueblos mueran y nos precipitamos al rescate de otros?"', señaló.

"Mi instinto me dice que un recuento de cadáveres en Africa no impresiona a quienes toman decisiones políticas del mismo modo en que lo hace un recuento de cadáveres en Europa o en Estados Unidos. Si el impacto fuera el mismo, los gobernantes occidentales actuarían de otro modo", aseguró.

"La insensibilidad de esos gobernantes no es expresada por sus palabras, sino por su inacción", añadió.

Los datos del informe apoyan el punto de vista de quienes piensan que el fin de la Guerra Fría a fines de los años 80, que motivó grandes esperanzas de una nueva era de estabilidad y paz, causó en realidad aumento de los conflictos y del sufrimiento de los seres humanos, en especial en países en desarrollo.

"Ese hecho es ilustrado por el enorme número de personas que abandonaron sus hogares durante los años 90, debido a que temían por sus vidas", comentó Bill Frelick, director de políticas de la USCR.

Los años 90 "fueron una década de desilusiones, y condujeron a un triste comienzo del nuevo milenio para decenas de millones de personas que temen morir si vuelven a sus hogares", agregó.

Uno de los peores años de la década para los desplazados fue 1999, cuando el total mundial de refugiados llegó a 600.000. El incremento de 1999 fue el primero significativo en siete años, y se debió en su mayor parte al aumento de los refugiados en Africa.

Ese año fue aun más dramático el incremento del total mundial de desplazados internos, que pasó de 17 a 21 millones.

Sudán aún es el país con más desplazados internos: cuatro millones. Lo siguen Angola, con dos millones, Colombia, con 1,8 millones, Birmania y Turquía, con entre 500.000 y un millón cada uno, Iraq, con 900.000, Bosnia, con 830.000, y Burundi, República Democrática del Congo y Rusia, con 800.000 cada uno.

Entre los países africanos que aportaron mayores contingentes al total mundial de refugiados y desplazados internos están Congo- Brazzaville, con 800.000 desplazados por la violencia, y Burundi, con unos 410.000.

En Sierra Leona, por lo menos 200.000 personas escaparon del conflicto, y la guerra fronteriza entre Eritrea y Etiopía causó el desplazamiento forzado de unas 350.000 personas, a las cuales se añadieron cientos de miles más el mes pasado, según datos más recientes que los de la USCR.

Fuera de Africa, unas 600.000 personas fueron desplazadas por la guerra de Moscú contra insurgentes separatistas de la república de Chechenia, y unos 750.000 timorenses orientales debieron abandonar sus hogares el año pasado, tras el triunfo en un plebiscito de la opción de independencia total de Indonesia.

También en territorios controlados por Yakarta, más de medio millón de personas escaparon de la violencia en Aceh, al noroeste, las islas Molucas, al noreste, y la isla centroseptentrional de Borneo.

Durante 1999 se registró el desplazamiento forzado de unas 350.000 personas en Afganistán, y de 100.000 en Sri Lanka, donde las víctimas escaparon de la guerra civil entre el gobierno y los separatistas Tigres por la Liberación de la Patria Tamil.

La USCR señaló que ese año se produjeron "dos ejemplos destacados de intervención basada en forma explícita en argumentos humanitarios: Kosovo y Timor Oriental".

En ambos casos, la comunidad internacional afirmó que respondía a un imperativo moral de defensa de minoría oprimidas, y desafió las nociones tradicionales acerca de la soberanía de los Estados, apuntó.

"Sin embargo, en 1999 no hubo respuestas semejantes o no se respondió en forma alguna ante otros desastres humanitarios", afirmó Winter, quien destacó en especial los conflictos en Sudán y Sierra Leona, donde había "cantidades mayores y medibles de asesinados, mutilados, huérfanos y civiles desplazados".

La USCR registró como dato positivo un número significativo de repatriaciones en 1999, incluyendo el regreso a sus hogares de unos 120.000 croatas y bosnios, el de unos 250.000 afganos y el de casi la totalidad del millón de albaneses étnicos desplazados de Kosovo.

También volvieron a Liberia casi 100.000 desplazados, provenientes de Sierra Leona, Guinea y otros países vecinos. (FIN/IPS/tra-eng/jl/js/mp/hd pr/00

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