Las elecciones más importantes en la historia moderna de Venezuela fueron suspendidas hoy en una decisión sin precedentes del Tribunal Supremo, debido a fallas técnicas denunciadas por organizaciones de la sociedad civil y reconocidas por el presidente Hugo Chávez.
"La realidad hay que reconocerla. No se puede hacer como el avestruz", advirtió Chávez a un grupo de corresponsales extranjeros, pocos minutos antes de que el máximo tribunal venezolano recibiera pruebas abrumadoras sobre la incapacidad para la celebración de los comicios este domingo.
El presidente había anticipado en ese encuentro que estaba preparado para aceptar el aplazamiento de la votación.
Chávez planteó la necesidad de asumir una postergación de los comicios "con madurez", y destacó que entonces sería necesario "explicarle al país" la situación, con participación de los líderes. Además, descartó que al gobierno le interese postergar los comicios.
El mandatario, quien aspira a ser relegitimado en su cargo en los comicios, negó que su gobierno esté "jugando al caos", y comentó que la votación podría realizarse en unas pocas semanas, aunque advirtió que esa decisión no le correspondía tomarla a él.
"El fin de esto debe ser lo mejor para Venezuela", añadió.
La audiencia del tribunal fue transmitida en directo por televisión, otro hecho inédito en este país, y permitió que los venezolanos pudieran oir pruebas contundentes sobre la falta de preparación para unos comicios en que 36.000 candidatos aspiran a 6.241 cargos en disputa.
"Debe suspenderse íntegramente el acto electoral", dijo el máximo tribunal, tras indicar que "no existen condiciones técnicas que garanticen en forma absoluta la transparencia y confiabilidad".
La decisión fue un triunfo importante para la sociedad civil, pues dos de sus organizaciones más representativas presentaron el recurso de amparo para la postergación, aceptada por el tribunal, alegando que las fallas técnicas y la desinformación afectaban los derechos humanos de los electores.
"Este es un gran día para la democracia, para el ciudadano", aseguró la directora del Comité de Familiares de Víctimas, Liliana Ortega.
El representante de la organización Queremos Elegir, Elías Santana, sugirió que ahora debe realizarse una nueva convocatoria con garantías de "confiabilidad y transparencia".
Según trascendió, la nueva fecha para las elecciones deberá ser fijada en los próximos días, y la opinión de los técnicos del Consejo Nacional Electoral (CNE) es que no deberían realizarse más allá del 25 de junio.
La consultoría jurídica del organismo, sorpresivamente, respaldó la idea de una postergación de los comicios.
La directiva del CNE es hace semanas blanco de críticas por parte de representantes de la oposición y de organizaciones de la sociedad civil, que cuestionaron su capacidad para realizar los comicios por haber sido nombrados hace apenas tres meses.
La transparencia de los directivos del Consejo también fue puesta en duda, pues fueron designados por una comisión legislativa de transición dominada por el oficialismo.
El descalabro registrado este jueves en Venezuela tiene como antecedente media docena de recursos introducidos en marzo y abril ante el Tribunal Supremo, para postergar las elecciones y cumplir con el plazo de seis meses para su convocatoria, fijado por la nueva Constitución vigente desde el 30 de diciembre.
El Tribunal consideró entonces que la Asamblea Constituyente que fijó la fecha del 28 de mayo era supraconstitucional y que, por lo tanto, podía convocarlas para esa fecha. El CNE aseguró en todo momento que no habría cambio de fecha.
En medio de un mar de denuncias sobre atrasos e ineficiencias en los preparativos, la realización de las elecciones comenzó a desmoronarse desde la semana pasada, cuando el CNE no pudo realizar un simulacro electoral, esencial para comprobar el funcionamiento de las máquinas lectoras de votos.
El presidente del CNE, Etanislao González, apareció el fin de semana en cadena nacional para garantizar la celebración en fecha de las elecciones.
Pero apenas dos días después reapareció en televisión para admitir graves fallas técnicas que colocaban a Venezuela en un "momento delicado", calificando los comicios como "problema de Estado".
González atribuyó las fallas a la empresa estadounidense ES&S, encargada de habilitar las maquinas para la lectura automatizada de votos, y denunció una cosnpiración contra los comicios.
Sin embargo, esa empresa respondió alegando que tuvo numerosos problemas para recibir las bases de datos de candidatos por parte del organismo electoral venezolano, un problema de registro de las postulaciones que había sido denunciado por medios locales hace dos meses.
Este miércoles, un avión enviado al estado estadounidense de Nebraska trajo a Venezuela la solucion tecnológica para la votación, pero algunos expertos, incluida la empresa española Indra encargada de la operación de sufragio, consideraron que el plazo de apenas tres días para actuar era muy corto.
Por otra parte, el CNE ha sido acusado por organizaciones de la sociedad civil de entregar información insuficiente sobre el acto del voto, que será el más complicado al que se hayan enfrentado los electores venezolanos en toda la historia democrática del país.
Los 11,7 millones de electores inscritos deben elegir presidente, parlamentarios, gobernadores, miembros de las legislaturas regionales, alcaldes, concejales y miembros de las juntas parroquiales, con el fin de adaptar la institucionalidad a la nueva Constitución.
La directiva del Consejo además fue culpado de ineficiencia en la información sobre los candidatos entre los cuales podrán elegir los votantes, pues hasta el momento aún no ha circulado la "gaceta electoral" con los nombres de los postulados, prometida reiteradamente por el organismo comicial.
Chávez comparó la necesidad de postergar las elecciones con el lanzamiento de un cohete espacial. "Si hay alguna duda seria que pudiera poner en peligro las elecciones, lo más sano sería suspenderlas", afirmó. (FIN/IPS/lc/mj/ip/00
