La última oferta de mediación planteada por India al gobierno de Sri Lanka y los separatistas tamiles, en guerra desde 1983, fue bien recibida por la oposición en Colombo.
El principal partido opositor y grupos tamiles manifestaron su beneplácito ante la propuesta, mientras el gobierno de Chandrika Kumaratanga aún no emitió su respuesta oficial a Nueva Delhi.
El enviado del gobierno indio a Sri Lanka, Mangala Moonesinghe, sostuvo que ambos bandos se mostraron dispuestos a considerar la propuesta con ánimo positivo.
Observadores políticos coincidieron en que la propuesta de Nueva Delhi, hecha el lunes, abre nuevas oportunidades para la finalización de la sangrienta guerra civil entre el gobierno y los Tigres para la Liberación de Tamil Eelam (LTTE), que ha costado más de 60.000 vidas.
"Hay una ventana de esperanza. La situación no es tan mala después de todo", dijo un analista, quien adelantó que la oferta encontraría un amplio apoyo.
"Es una muy buena propuesta y nosotros la apoyamos", dijo Joseph Pararajasingham, parlamentario del Frente Unido de Liberación Tamil.
La propuesta de mediación fue introducida una semana después de que Nueva Delhi descartara una intervención militar en la península septentrional de Jaffna, donde unOs 40.000 soldados combaten contra el LTTE.
El gobierno informó el martes que sus tropas habían logrado resistir un nuevo asalto de los tigres tamiles en Jaffna.
Los rebeldes se apoderaron de dos campamentos del ejército en los últimos 10 días y el lunes ofrecieron al gobierno una tregua para que retire sus tropas. El ministro de Comunicación, Mangala Samaraweera, calificó el ofrecimiento tamil de "truco" y aseguró que el gobierno nunca ordenará un repliegue en Jaffna.
Luego de tomar el control de la península, el LTTE intentó recuperar Jaffna, de la que se mantiene alejado hace cinco años. La ciudad de medio millón de habitantes, hoy sede del cuartel general del ejército en el norte, fue otrora el bastión de los tamiles.
Mientras, los tamiles atrapados en la zona de combate han comenzado a escapar a la vecina costa meridional del estado indio de Tamil Nadu.
La propuesta india trascendió después de la embestida del LTTE en Jaffna, interpretada como un rechazo a Oslo, que se había ofrecido como mediador.
El líder de la oposición, Ranil Wikremansinghe. dijo que India podría invitar a Noruega para participar en el proceso de paz. "Oslo ha dado instrucciones a Nueva Delhi en torno a las iniciativas de paz. Creo que India podría contar con los servicios de ese país", afirmó.
Noruega, que alberga a una importante colonia de exiliados tamiles, trata desde febrero llevar a los tigres y al gobierno de Kumaratunga a la mesa de negociaciones. De hecho, ambas partes habían acordado una reunión en Oslo para este mes, antes de los combates en Jaffna.
Los analistas piensan que el LTTE desconfiará de la oferta india, pero dijeron que quizás la acepte en caso de que Noruega se integre en la mediación.
La propuesta de Nueva Delhi es recibida en el marco de crecientes demandas en Sri Lanka de apoyo indio para la creación de condiciones de diálogo entre Colombo y los Tigres.
India se ha abstenido de promover una intervención militar para poner fin a la actividad tamil desde el fracaso de una propuesta de desarme de los tigres a fines de la década del 80.
Nueva Delhi fue en 1987 garante de un tratado por el cual Colombo concedía una amplia autonomía a los tamiles en el norte y este de Sri Lanka, así como el reconocimiento de su lengua como oficial.
Sin embargo, la presencia militar india en Sri Lanka se convirtió en motivo de crispación para los tigres tamiles.
Entre 1987 y 1990 murieron más de 1.000 soldados indios, integrantes de una misión de paz que concurrió a Sri Lanka invitada por el gobierno de la isla.
Los tigres tamiles fueron acusados de asesinar en mayo de 1991 al entonces primer ministro de India, Rajiv Gandhi, si bien han negado las versiones al respecto.
En una conferencia televisada a todo el país, la presidenta Kumaratunga repitió el lunes que la determinación de su gobierno es defender Jaffna a cualquier costo. "No permitiremos que el LTTE amenace a los residentes" en la ciudad, afirmó.
La semana pasada, el gobierno dio a las fuerzas armadas y a la policía poderes especiales y ordenó reforzar la vigilancia en actos públicos y protestas. La prensa extranjera también está trabajando bajo censura.
Sin embargo, Kumaratunga aseguró a la nación que las restricciones no derivarían en abusos. "La policía y las autoridades competentes han sido instruidas para aplicar estas reglas con particular atención a la prensa y otros sectores", afirmó.
Las medidas son temporales y serán levantadas "tan pronto como sea posible", agregó.
Pero los periodistas extranjeros y los editores de periódicos se lamentaron de que la censura es aplicada de forma arbitraria. "Lo que hoy está permitido mañana será prohibido", opinó un editor.
Se estima que los combates en Jaffna afecten también las finanzas del gobierno. Sin embargo, los economistas oficialistas aseguraron que no existe razón para preocuparse.
El secretrio del Tesoro, P B Jayasundera, dijo a IPS que no habrá problemas mientras el equilibrio macroeconómico se mantenga estable. El objetivo de Sri Lanka es que su economía crezca 5,5 por ciento este año, por encima del 4,3 por ciento de 1999.
"A pesar de que el gasto militar se elevará, esperamos mantener el cuadro general y apegarnos a la meta para este año de un déficit fiscal de 7,6 por ciento del ingreso interno bruto', dijo.'
Jayasundera, principal asesor económico del gobierno, adelantó que el gasto militar podría elevarse a unos 166 millones de dólares, pero indicó que las reservas para imprevistos estaban incluídas en el presupuesto.
Sri Lanka asignó para este año unos 720 millones de dólares a gastos de defensa este año. (FIN/IPS/fs/mu/rp/mj/ip/00