La economía de México marcha con el acelerador a fondo en el último tramo de la Presidencia de Ernesto Zedillo, pero, paradójicamente, que la desigualdad social también aumenta.
La economía mexicana creció 7,9 por ciento en el primer trimestre del año, la más alta tasa en un período similar previo a las elecciones presidenciales y la mayor para un trimestre desde 1981, indicó este martes la Secretaría (ministerio) de Hacienda.
El crecimiento parece haber llegado a su punto máximo luego de su despegue en el primer trimestre de 1996, en el que revirtió una pronunciada caída y repuntó 0,1 por ciento, dijeron los expertos este miércoles.
En 1995, luego de la crisis de fines de 1994, cuando asumió Zedillo, la economía se desplomó 6,2 por ciento, el peor desempeño en medio siglo.
El crecimiento es constante desde 1996, pero, según los observadores, podría frenarse e incluso revertirse debido a las tensiones económicas internas que provocarían las elecciones presidenciales de julio y la sucesión presidencial de diciembre.
La correduría financiera Salomon Smith Barney de Nueva York advirtió la semana pasada que los mercados de México enfrentarán una etapa de "volatilidad extrema" en julio debido a las elecciones.
Pero aunque la economía avanza a paso firme, la situación empeora en materia de pobreza y distribución del ingreso.
En los dos últimos años, el 10 por ciento más rico de los 100 millones de habitantes percibieron ingresos nueve veces superiores al promedio que ganó 60 por ciento de la población, indicó en abril el Instituto Nacional de Estadísticas Geografía e Informática (INEGI).
La participacióin del México rico en el producto interno bruto aumentó 1,5 por ciento en los dos años pasados, mientras el México pobre perdió 1,4 por ciento, según Inegi. Más de la mitad de la población vive en estado de pobreza, y una cuarta parte subsiste en la miseria.
Para que el país supere sus rezagos sociales, se requiere un crecimiento anual de dos por ciento por entre 40 y 60 años seguidos, señaló el año pasado el Banco Interamericano de Desarrollo.
Diversos estudios indican que de cada 100 pesos —la moneda nacional— que circulan en el país, 55 pertenecen a 20 por ciento de las familias, mientras 45 por ciento se distribuye en el 80 por ciento restante.
Entre 1996 y 1999, la economía de México creció un promedio de 5,1 por ciento, una demostración de que el país avanza firme hacia el abatimiento de la pobreza, según el gobierno de Zedillo.
Los seis candidatos que aspiran a suceder en la Presidencia a Zedillo prometen mantener un crecimiento anual superior al registrado hasta hoy.
El candidato del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), Francisco Labastida, podría salir fortalecido con el último informe sobre crecimiento económico, pero no necesarimante llevarlo al triunfo, dijo el analista de la correduría Ciemex-Wefa, Alfredo Coutiño.
Las últimas encuestas muestran un avance en las preferencias por el candidato opositor Vicente Fox, del conservaror Partido Acción Nacional, quien podría ocasionar la primera derrota en 70 años del PRI en la lucha por la Presidencia.
Si gana Fox, declarado partidario de la liberalización económica, el panorama a largo plazo sería positivo, pero en el corto plazo podría desatarse nerviosismo financiero por el cambio que representaría para México, sostuvo Salomon Smith Barney.
El gobierno de Zedillo afirma que cualquier candidato que gane la Presidencia recibirá un país con finanzas en orden y una economía en crecimiento.
Las autoridades descartan el peligro de una crisis similar a la que se presenta siempre desde los años 70 al fin de cada periodo presidencial.
Poco antes de que Zedillo sucediera a su antecesor Carlos Salinas en diciembre de 1994, las autoridades afirmaban, como hoy, que la economía estaba más firme que nunca. Sin embargo, un mes depués se desató en México una a las peores crisis de la historia.
La buena marcha de la economía de Estados Unidos, el principal socio comercial de México, ayuda para que el gobierno de Zedillo exhiba hoy buenos resultados. Si en Estados Unidos hubiese problemas, la historia sería otra y los mexicanos deberían preocuparse, observó el analista Enrique Quintana.
El director del Banco de México (central), Guillermo Ortiz, declaró que sólo algo extraordinario podría revertir, a pesar del proceso electoral, la buena marcha de la economía.
Para evitar un sobrecalentamiento económico, que se expresaría en una excesiva demanda del mercado, presionando a la inflación, un mayor déficit comercial y problemas devaluatorios, el gobienro aplicó este martes medidas para retirar circulante y subir las tasas de interés. (FIN/IPS/dc/mj/if/00
