El presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, envió una carta a sus funcionarios para levantarles la moral y elogiar su labor contra la pobreza en el mundo, ante la amenaza de protestas de organizaciones no gubernamentales (ONG).
Se prevé que miles de manifestantes participen en una marcha masiva y en protestas no violentas durante las reuniones de primavera (boreal) del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) en Washington, entre este sábado y el lunes.
"Podemos y debemos estar orgullosos del trabajo que hacemos para luchar contra la pobreza. Es una tarea noble y humana. Nuestro equipo es devoto y eficaz como ninguno en el mundo", expresó.
Wolfensohn señaló que es conciente de la preocupación del personal por los informes sobre próximas protestas en gran escala y las críticas a su trabajo, y aseguró que comparte esa preocupación, en especial por críticas que considera injustas al Banco Mundial y del FMI.
Tanto el banco como el Fondo son blanco habitual de críticas de ONG y gobernantes de países en desarrollo, que acusan a ambas instituciones de imponer condiciones inconvenientes para brindar asistencia financiera a las naciones pobres.
La aplicación en países en desarrollo de algunas de las políticas planteadas por el Banco Mundial y del FMI, como la de retirar subsidios a alimentos y servicios de transporte, ha causado revueltas e incluso forzado la caída de gobiernos.
La mayoría de esos países culpan por algunos de sus males económicos a las asfixiantes políticas de ajuste estructural impuestas por el FMI, que exige presupuestos austeros y privatizaciones.
Dennis Brutus, profesor emérito de estudios africanos en la universidad estadounidense de Pittsburgh, dijo que el desempeño del banco y el FMI en los últimos 50 años demuestra que sirvieron a los intereses de las corporaciones y no a los de la gente.
"Sus políticas han conducido al aumento de la pobreza y la miseria en gran parte de las naciones en desarrollo", señaló Brutus, quien fue prisionero político en Sudáfrica junto con el ex presidente de ese país Nelson Mandela. "Es hora de que cesen esas políticas", enfatizó.
Brutus indicó que las protestas de las ONG durante la III Conferencia Ministerial de la Organización Mundial de Comercio, realizada a fines del año pasado en la ciudad noroccidental estadounidense de Seattle, "fueron una tremenda demanda de cambio en el mundo".
"Eso seguirá desarrollándose en Washington", apuntó.
"Lo que buscamos es un mundo nuevo, justo y equitativo, donde la gente sea más importante que las ganancias", afirmó.
Wolfensohn aseguró en su carta que incontables ministros le han transmitido su agradecimiento por los programas de alivio a la pobreza del banco.
"Y lo que es aun más importante, tuve el privilegio de hablar con miles de personas en aldeas rurales y zonas urbanas pobres, que conocen el significado de nuestro trabajo y las esperanzas que abre nuestra participación", acotó.
El presidente del Banco Mundial destacó que el objetivo de las reuniones con el FMI es consolidar "nuestra habilidad para lograr un mundo libre de pobreza".
Ambas instituciones planean mantener reuniones con ONG paralelas a su encuentro, para analizar la estrategia de reducción de la pobreza, el programa de Marco de Desarrollo Integral, el alivio de la deuda, la globalización, el crecimiento económico, la lucha contra el sida y el desarrollo comunitario.
El banco envió invitaciones a 300 representantes de ONG para que participen en esas reuniones.
"Prevemos que muchos activistas no estén interesados en esas discusiones y que su principal objetivo sea impedirlas", acotó Wolfensohn, quien aseguró que grupos que organizan protestas han pedido a otras ONG que boicoteen las reuniones con el banco.
"Creo que estarán de acuerdo en que eso es contraproducente", comentó.
"Respetamos el derecho de la gente a protestar en forma pacífica y expresar sus opiniones, a pesar de que estamos en completo desacuerdo con algunas de ellas. Tenemos mucho que ganar con un debate serio, y nada que ganar con el bloqueo de las discusiones", señaló.
Wolfensohn mencionó que algunos funcionarios del banco le preguntaron si debían salir a la calle y responder a las protestas.
"No alentamos eso. Como institución vamos a seguir propiciando el diálogo y la participación. Seguiremos trabajando con las ONG y con todos los integrantes de la sociedad civil que quieren unirse a la lucha contra la pobreza", subrayó. (FIN/IPS/tra- eng/td/da/ego/dv ip/00
