La Asociación de Escritores en Lenguas Indígenas de México divulgará en la Exposición Mundial Hannover 2000, que comienza en junio en esa ciudad alemana, su lucha en favor de idiomas y dialectos nativos, cuatro de los cuales se perdieron en los últimos 25 años y más de 100 en cinco siglos.
"Iremos a Hannover a exhibir la obra narrativa indígena, trabajo editorial y labor de traducción, pero sobre todo a denunciar el drama que enfrentan las lenguas mexicanas y a pedir apoyo", dijo a IPS el secretario general de la asociación, Agustín Jiménez.
De las 62 lenguas indígenas que sobreviven en México, 24 corren peligro de extinguirse en los siguientes 25 años, pues las hablan pocas personas, en algunos casos apenas dos o tres.
Los escritores nativos publican por año unos 30 libros en lenguas vernáculas y promueven la creación literaria y el intercambio cultural, con apoyo de la secretaría (ministerio) de Educación y del Fondo de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Hannover es una oportunidad para pedir respaldo a nuestra lucha contra la extinción de las lenguas, señaló Jimenez, escritor de lengua chinanteca, una de las que corre riesgo de desaparecer.
A la exposición, que se realizará del 1 junio al 31 de octubre con el título "Hombre, naturaleza y tecnología", asistirán delegaciones oficiales y no gubernamentales de decenas de países.
"El gobierno (de México) no hace todo lo necesario por preservar las lenguas y nuestro esfuerzo como asociación puede ser muy limitado, pues somos pocos y no tenemos recursos", afirmó Jiménez.
Creada en 1993, la asociación tiene alrededor de 70 socios de 25 diferentes lenguas.
Entre las lenguas que están a punto de desaparecer, los investigadores mencionan el aguacateco que lo hablan 24 personas, el lacandón utilizado por 59, el ópata por cinco, el kiliwa por 44 y el papabuco hablado por tres personas.
Las lenguas más habladas y con mayor producción literaria en México son el náhuatl con 1,3 millones de personas, el maya con 776.000 y el zapoteco con 415.000.
Cuando los españoles llegaron a lo que hoy es México vivían más de cinco millones de personas que hablaban alrededor de 200 lenguas diferentes, indican varios estudios.
Cinco siglos después, la población aborígen es de poco más de 10 millones, pero el número de lenguas bajó a 62.
El gobierno desarrolla programas de educación bilingüe en todo el país, en un esfuerzo que ha sido felicitado por la Unesco, pero los escritores indígenas consideran que es insuficiente.
Las autoridades piensan que se trata de transmitir una lengua, pero no toman en cuenta que sin una vida digna, trabajo y salud, no se conservará, pues la lengua es más que palabras, "son formas de vida, de ver el mundo", explicó Jiménez.
Las estadísticas indican que 71 por ciento de los indígenas mayores de seis años no concluye la educación básica.
Entre la población mestiza de México, de cada 1.000 niños que nacen 33 mueren antes de cumplir el primer año, mientras que entre los indígenas ese porcentaje se eleva a 48,3.
El principal problema de los programas de educación bilingüe es que chocan contra la pobreza, además de tratarse de planes que sufren continuos cambios, según el gobierno en turno, apuntó la lingüista Marta Mountzel.
Los planes de estudio biligües son impartidos en cerca de 16.500 centros de educación preescolar, inicial y primaria, donde unos 40.000 maestros ofrecen instrucción en español y 40 lenguas nativas.
"Es muy poco lo que se logra y prueba de ellos es que en los últimos 25 años desaparecieron varias lenguas", señaló Jiménez.
"Ojalá en Hannover logremos convencer a algunos asistentes que en México necesitamos apoyo para evitar que se pierdan más y más lenguas, que se pierda más y más cultura", expresó. (FIN/IPS/dc/dm/cr/00