PETROLEO: La OPEP busca consenso bajo presión

La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) acaparará la atención del mundo este lunes, cuando sus miembros decidan en Viena si mantienen la reducción de producción de crudo que ha causado un alza de precios desde hace un año.

El mercado se ha agitado durante los últimos meses por la evolución de los precios, las presiones y la búsqueda de consenso entre los productores.

La Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos, gran consumidor de petróleo, pidió el jueves al presidente Bill Clinton que reduzca la ayuda y la venta de armas a las naciones productoras si no aumentan la oferta.

Portavoces de la OPEP han afirmado en varias oportunidades que no piensan que amenazas de ese tipo se concreten, e indicaron que el gran objetivo del encuentro de la semana próxima será lograr una posición de consenso.

"El consenso está próximo", afirmó el nigeriano Rilwanu Lukman, secretario general de la OPEP, mientras se ajustaban los preparativos para la reunión de ministros petroleros en Viena, donde la organización tiene su sede.

Todo indica que ese eventual consenso respaldaría una flexibilización en la estrategia de cuotas de producción de la OPEP, que a su vez aflojaría la presión al alza sobre los precios, pero aun los países favorables a esa medida advirtieron que es necesario esperar un pronunciamiento de la organización.

La expectativa en torno a un posible aumento de la producción influyó en los precios, que desde la semana pasada mantienen una moderada tendencia a la baja y se han ubicado por debajo del nivel "preocupante" de 30 dólares por barril.

Los precios de referencia de algunos crudos de alta cotización, como el West Texas Intermediate (WTI) estadounidense o el Brent del Mar del Norte, superaron la barrera de 30 dólares por barril en la segunda mitad de febrero, para llegar a niveles que no se veían desde la Guerra del Golfo en 1990.

La iniciativa de reducir la producción surgió del acuerdo entre Arabia Saudita y Venezuela, países miembros de la OPEP, y México, que no la integra pero es uno de los mayores productores del mundo, por lo cual su apoyo era decisivo para que la medida tuviera éxito.

La estrategia comenzó a ser aplicada en marzo de 1999 con el poderoso apoyo de la OPEP y la anuencia de otros exportadores no vinculados con esa organización, como Noruega.

La reducción de la oferta fue decidida en el marco de un histórico descenso de los precios. Tras una pronunciada caída durante 1998, el WTI se cotizaba en ese momento a menos de 13 dólares por barril, y eso causaba graves perjuicios a las economías de los países exportadores.

Venezuela, uno de los principales proveedores de Estados Unidos, vendía su barril de petróleo a unos siete dólares. Tras doce meses de aplicación de las restricciones, ese precio aumentó a 27,36 dólares por barril.

El 2 de marzo, representantes de Arabia Saudita, México y Venezuela se reunieron en Londres para estudiar las condiciones del mercado, y coincidieron en la necesidad de aumentar la producción durante este año.

"El compromiso que asumimos fue el de estabilizar el mercado", explicó en ese momento el ministro de Energía venezolano, Alí Rodríguez, quien aclaró, sin embargo, que lo más probable era que el aumento de la producción fuera gradual.

El rotundo éxito de la estrategia de la OPEP, respaldada por factores como la reactivación de las economías mundiales, preocupa sin embargo a los productores beneficiados, pues la historia del mercado petrolero indica que las alzas abruptas de precios suelen ser seguidas por bajas pronunciadas.

Países de la OPEP como Arabia Saudita, Kuwait y Venezuela han reaccionado con cautela frente al aumento excesivo, y sus declaraciones sobre la necesidad de estabilizar el mercado se considerada como una señal de que están dispuestos a impulsar el aumento de la producción.

México ya ha anunciado que respaldará el incremento de la oferta, y representantes de Noruega señalaron que reconocen la necesidad de nutrir el mercado, pero que en su opinión es preciso evitar medidas abruptas que causen inestabilidad.

Se espera que Argelia, Iraq y Libia, también integrantes de la OPEP, sostengan en Viena que conviene mantener las actuales cuotas de producción al menos hasta mediados de año.

Rodríguez explicó que la OPEP deberá analizar las perspectivas del mercado para tomar una posición definitiva, y recordó que se espera una reducción de la demanda de 2,8 millones de barriles diarios durante los próximos meses, que contribuirá a presionar los precios a la baja.

Clinton se comunicó el sábado con presidentes de algunos países productores de petróleo, entre ellos Hugo Chávez, de Venezuela. "Estados Unidos pide que aumentemos la producción", comentó Chávez al informar sobre la conversación.

El secretario de Energía estadounidense, Bill Richardson, ha realizado contactos directos con ministros petroleros para plantear la necesidad de que disminuya la presión alcista sobre el mercado, argumentando que tiene efectos nocivos para la economía mundial.

Richardson se mostró optimista sobre la posibilidad de una flexibilización de la OPEP, pero recomendó cautela a los partidarios de ejercer presiones sobre la organización, y rechazó la iniciativa de legisladores de su país que anunciaron su intención de asistir como observadores al encuentro de Viena.

"Algunos gobiernos de la OPEP ya plantearon que estamos presionando demasiado", dijo el funcionario, quien además recordó que las reuniones de la organización son reservados para sus miembros y no aceptan observadores. (FIN/IPS/lc/mp/if/00

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