Pervez Musharraf, el gobernante militar de Pakistán, anunció un cronograma de elección de gobiernos locales sin participación de los partidos, como lo habían hecho antes otros dictadores del país.
El primer antecedente fue la elección de concejos provinciales en enero de 1960, durante el régimen del general Ayub Khan, quien había tomado el poder en 1958 y suspendido el funcionamiento de los organismos legislativos nacional y provinciales. En febrero de 1960 los nuevos concejos ratificaron al general como presidente.
El general Zia-ul Haq, líder de la dictadura más larga en la historia del país, dispuso en 1979 otra elección de autoridades locales, que llevó a cargos políticos a la mayoría de los integrantes de la asamblea nacional y las provinciales disueltas en el golpe de Estado de Musharraf, el 12 de octubre.
Nawaz Sharif, el primer ministro depuesto por Musharraf, fue designado en ese período por Zia como ministro de Finanzas de la provincia de Punjab, la mayor del país. Luego Sharif fue elegido primer ministro de Punjab en las elecciones de 1985, y primer ministro de Pakistán en las elecciones generales de 1990.
La Corte Suprema de Justicia aún tiene pendiente su fallo sobre una impugnación de las elecciones de 1990, basada en la denuncia de que Sharif empleó en su campaña fondos de los servicios de Inteligencia.
El nuevo sistema de autoridades provinciales anunciado por Musharraf tendrá tres niveles. El inferior, correspondiente a concejos locales, será elegido entre diciembre de este año y el 14 de agosto de 2001.
El nivel intermedio, de concejos de subdistrito, será designado en forma indirecta por los integrantes del nivel inferior, y en julio 2001 habrá elecciones del nivel superior, correspondiente a concejos de distrito.
Musharraf aseguró que ese proceso implicará "una devolución del poder al pueblo y establecerá las bases de un sistema democrático".
Según funcionarios del gobierno, el nuevo sistema será guiado por cuatro principios: transformación del pueblo en dueño de su destino, subordinación de las autoridades nacionales a representantes elegidos por la ciudadanía, justicia rápida para la gente común, y autonomía fiscal de los distritos.
De todos modos, Musharraf no fue explícito sobre las perspectivas de restauración plena de la democracia.
"Queremos dar poder a la gente en las bases y poner fin a la tendencia centralizadora que ha afectado la autonomía provincial. Habrá una transferencia de poder sin precedentes desde las elites hacia la amplia mayoría de la población. Luego iremos paso a paso hacia el nivel nacional, en su debido tiempo", indicó.
El general anunció que la edad mínima para votar se reducirá de 21 a 18 años para aumentar la participación electoral, que fue menos de 25 por ciento en las últimas elecciones generales, en 1997. Sesenta por ciento de la población de pakistán es menor de 18 años, y 45 por ciento menor de 15 años.
Musharraf anunció que el proceso electoral se realizará bajo una estricta supervisión del ejército, para asegurar que esté libre de corrupción.
También sostuvo que la única razón que ha determinado la postergación de las elecciones es que la Autoridad Nacional de Datos y Registros debe preparar padrones informáticos adecuados. Los padrones elaborados previamente hacían sido adulterados por los partidos políticos y nadie confiaba en ellos, arguyó.
El gobierno encomendó a equipos del ejército el proceso de verificación y actualización de los padrones.
El gobernante militar declaró que no tenía importancia que su plan electoral agradara al presidente estadounidense Bill Clinton, quien visitará Pakistán este sábado. "El único motivo de mis acciones es el bien del país", aseguró el jueves en una conferencia de prensa.
Los analistas políticos piensan que es posible que Musharraf intente introducir en la vida política a una nueva generación que le sea leal.
La experiencia indica que otros gobiernos militares instalaron concejos locales y los presentaron como instituciones participativas de gobierno, pero nunca permitieron que se produjera una transferencia de poder al pueblo.
Zia organizó elecciones en 1985, bajo ley marcial y sin participación de los partidos, seis años después de derrocar al presidente Zulfikar Ali Bhutto, quien fue arrestado y ahorcado. En esas elecciones no fue posible votar contra la permanencia del general en el gobierno.
Luego de esos comicios Zia dejó sin efecto la ley marcial, pero se otorgó a sí mismo poderes para disolver las asambleas cuando lo considerara conveniente.
Las demandas populares de autonomía provincial y autogobierno local nunca fueron atendidas por los gobiernos militares, pero tampoco por los elegidos en forma democrática. Los dirigentes políticos nacionales se han resistido a compartir el poder con los líderes locales.
Benazir Bhutto ganó las elecciones de octubre 1993 con la promesa de establecer gobiernos locales, que también fue una causa importante del triunfo de Sharif en las elecciones de febrero de 1997. (FIN/IPS/tra-eng/ni/an/mp/ip/00