Ministros de finanzas de 34 países americanos se reunirán este jueves en el balneario mexicano de Cancún, convocados por la urgencia de aplicar medidas macroeconómicas que permitan mitigar los efectos de la fragilidad del sistema financiero mundial.
La Tercera Reunión de Ministros de Finanzas de América analizará, además, mecanismos que permitan frenar los delitos financieros, incluido el lavado de dinero y la evasión fiscal, considerados dos de las grandes amenazas para la economía de la región.
Al encuentro acudirán el director del Fondo Monetario Internacional, Michael Camdesseus, y los presidentes del Banco Mundial, James Wolfensohn, y del Banco Interamericano de Desarrollo, Enrique Iglesias.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), César Gaviria, asistirá también a la reunión en Cancún, prestigioso centro turístico en el estado de Quintana Roo, en el Caribe, 1.800 kilómetros al sur de la ciudad de México.
Ministros y directivos de los organismos financieros internacionales y de la OEA revisarán las condiciones de la economía en el continente, informó la Secretaría (ministerio) de Hacienda de México.
La abultada agenda prevé un recuento de los esfuerzos ya implemtados para combatir la pobreza en el continente, así como de los procesos de integración económica.
Materias como regímenes monetarios, manejo de deuda pública y participación del sector privado en la lucha contra las crisis financieras integran el orden del día.
Camdesseus presentará un diagnóstico del desempeño de la economía regional en los últimos meses, mientras Wolfensohn hará lo propio en materia de programas para aliviar la pobreza. Por su parte, Iglesias abordará el proceso de integración hemisférica.
La reunión se celebra en el marco del Comité de Asuntos Financieros Hemisféricos, creado como un foro regional de ministros para discutir asuntos relevantes de la economía y las finanzas.
Ese comité fue creado en Miami en diciembre de 1994, cuando se realizó la Primera Cumbre de las Americas.
En su calidad de anfitrión, México señaló que reconoce la importancia de los asuntos que se pondrán bajo la lupa en Cancún el día 3.
La cita es precedida de una ardiente defensa de la globalización por parte del gobierno de México, encabezada por el propio presidente Ernesto Zedillo en el Foro Económico Mundial celebrado en Davos, Suiza, frente a empresarios y presidentes y jefes de gobierno de más de 100 países.
Esta semana en Davos, Zedillo fustigó a quienes impugnan la globalización, a quienes calificó de "globalifóbicos".
Con cualquier motivo, laboral o ambiental, fuerzas de extrema izquierda y de derecha conforman una "peculiar alianza" en defensa de "burdas ideas proteccionistas", acusó Zedillo el 28 de enero, durante su último discurso como presidente en Davos.
Zedillo, quien entregará el poder en diciembre al ganador en las elecciones presidenciales del 2 de julio, llamó a "sentir una gran desconfianza" hacia quienes pretender aplicar normas laborales homogéneas como condición para una mayor apertura comercial.
El discurso del presidente, que asombró a amplios sectores del país, fue reforzado en México por el portavoz de la Secretaría de Hacienda, Marco Provencio, quien manifestó que optar por el aislamiento frente a la globalización económica afectaría el bienestar de la sociedad.
Este proceso es una tendencia mundial irreversible ante la que no se puede esperar a decidir si se acepta o rechaza, sino que exige aprovechar al máximo las oportunidades, según Provencio.
El portavoz de Hacienda señaló que la estrategia económica de México demostró las ventajas de una política abierta y activa en relación con la globalización.
La autoridades financieras del país anunciaron días atrás que aplicarán una política restrictiva, que incluye retirar de circulación unos 18 millones de dólares cada día, o más, si es necesario, como fórmula para alcanzar las metas económicas anuales.
El gobierno pretende para 2000 un crecimiento de 4,5 por ciento del producto interno bruto y una inflación de 10 por ciento.
El logro de tales metas deberá derivar en el fortalecimiento de las cadenas productivas, la reactivación del crédito y un mayor poder adquisitivo de los salarios, estiman las autoridades.
Los ministros de Argentina, Belice, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador y Estados Unidos, entre otros, plantearán la promoción de mayores flujos de financiamiento hacia la región como una de sus mayores preocupaciones.
Las dos anteriores reuniones tuvieron como sede las ciudades de Santiago de Chile, en diciembre de 1997, y de Nueva Orleans, Estados Unidos, en mayo de 1996. (FIN/IPS/pf/mj/if/00
