Los cancilleres Adalberto Rodríguez Giavarini, de Argentina, y Luiz Felipe Lampreia, de Brasil, acordaron hoy en Río de Janeiro convocar una reunión ministerial en abril para relanzar el Mercado Común del Sur (Mercosur).
Discutir y negociar la integración entre ministros permitirá superar las divergencias que los dos países mantienen sobre asuntos concretos, sostuvo Giavarini, tras su primer encuentro de dos horas con Lampreia.
Brasil resolvió "promover el avance y la solución de los problemas", y evitar tanto el deterioro de las relaciones con Argentina o la inercia ante la situación, dijo Lampreia. La administración de Fernando Henrique Cardoso intenta presentar su punto de vista al nuevo gobierno argentino, que está definiendo sus políticas, explicó.
Los cancilleres no abordaron los numerosas divergencias que mantienen Argentina y Brasil, los socios mayores del Mercosur. Los dos países no han podido definir reglas comunes para el sector automotor y se enfrentan por las restricciones impuestas en Argentina a las exportaciones brasileñas de pollos, textiles y calzado.
El primer encuentro de trabajo entre los dos ministros fue ensombrecido por declaraciones al diario Clarín, de Buenos Aires, de la secretaria de Industria y Comercio de Argentina, Débora Giorgi.
La funcionaria anunció que el gobierno de Fernando de la Rúa adoptará una actitud más dura en las negociaciones con Brasil y tomará medidas para contener el traslado de empresas de Argentina a este país.
Giorgi declaró que el gobierno anterior mantuvo una "excesiva tolerancia" hacia la devaluación de la moneda brasileña en enero de 1999 y dijo que su gobierno hará respetar las reglas del Mercosur, sugiriendo que Brasil ha incurrido en incumplimiento.
Giavarini intentó restar dramaticidad a esas afirmaciones. "Los funcionarios hablan por sí mismos, y al poder político le toca arbitrar conflictos, si es necesario", dijo en rueda de prensa, tras la entrevistas con Lampreia.
Giorgi está subordinada al ministro de Economía, José Luis Machinea, que hace pocos dias acordó con las autoridades brasileñas importantes iniciativas hacia la coordinación macroeconómica, y ella misma llegará a Brasilia este miércoles para negociar cuestiones comerciales, arguyó el canciller.
Pero no basta la voluntad política para superar las disputas entre los dos socios, ante las informaciones diarias sobre empresas que abandonan Argentina para radicarse en Brasil, afirmó una "alta fuente del gobierno argentino" citada por la agencia de noticias brasileña Estado.
La creciente presión de organizaciones empresariales y de la sociedad obliga al gobierno argentino a endurecer su posición ante Brasil, observó la fuente, que no fue identificada por la agencia.
Los cancilleres, sin embargo, parecen confiar en las decisiones políticas que surgirán de la reunión ministerial fijada para principios de abril en Buenos Aires.
Funcionarios técnicos se harán cargo en los próximos meses de elaborar propuestas de acuerdo en los distintos temas de las relaciones bilaterales, incluso tratándose de los factores de conflicto, informaron los cancilleres.
La información sugiere la posibilidad de que el régimen automotor común sea nuevamente aplazado. Debería estar en vigencia desde 1 de enero, pero, a la vista de sus discrepancias, los dos gobiernos decidieron convenir reglas de transición por 60 dias, para postergar el acuerdo hasta el 29 de febrero.
Lampreia y Giavarini anunciaron, para destacar la amplitud de la integración entre los dos países, que se intensificará la cooperación en las áreas militar, de seguridad fronteriza y de tecnología.
El nuevo secretario de Ciencia y Tecnología de Argentina, Dante Caputo, visitará Brasilia del 24 al 26 de este mes para relanzar la cooperación en su área, informó Giavarini.
El combate contra el crimen organizado en las fronteras y la determinación de normas comunes de tránsito y transporte de pasajeros son otras iniciativas en debate, tras dos accidentes en rutas del sur de Brasil que causaron la muerte de 44 turistas argentinos.
También en abril, Argentina y Brasil reanudarán el diálogo sobre asuntos militares, un capítulp en el que no hay problemas bilaterales, dijo Lampreia. (FIN/IPS/mo/ff/ip if/00
