MALASIA: Gobierno inicia nueva ola de represión

El arresto hoy en Malasia de cuatro personas vinculadas a la oposición por cargos de sedición, horas después que el primer ministro Mahathir Mohamad partiera hacia al exterior para sus vacaciones, hace prever una ola de represión, advirtieron críticos.

Los cuatro detenidos están vinculados con los tres principales partidos de oposición de Malasia.

Dos de ellos, el vicepresidente suplente del Partido de la Acción Democrática, Karpal Singh, y la vicepresidenta del Partido de la Justicia Nacional (keADILan), Marina Yusoff, son destacados líderes opositores y críticos del gobierno.

Karpal es también uno de los abogados del ex viceprimer ministro Anwar Ibrahim, quien fue expulsado de su cargo en 1998 y encarcelado. Su juicio por sodomía fue suspendido antes de las elecciones generales de noviembre pasado.

Mahathir, quien está en el poder desde 1981, deberá ofrecer pruebas ante la corte una vez que se reanude el juicio, y tendría que enfrentarse con Karpal, uno de sus antiguos rivales políticos, en una esperada audiencia judicial.

Aún es muy pronto para anticipar cómo influirá la detención de Karpal en el juicio de Anwar.

Las otras dos personas detenidas están involucradas en la producción de la publicación quincenal opositora Harakah, el periódico de mayor venta en lengua malaya, publicada por el Partido Islámico (PAS).

El editor Zulkifli Sulong y el impresor Shea Lim Thye se declararon inocentes este jueves del cargo de publicación de noticias sediciosas, en agosto de 1999, relativas al caso Anwar.

Se prevé que Karpal será procesado este viernes por su afirmación de que "altas autoridades" fueron responsables del envenenamiento de Anwar con arsénico, lo cual no fue comprobado por pruebas adicionales.

Marina también será procesada este viernes por su acusación de que líderes de la Organización Nacional de Malayos Unidos (UMNO), el partido dominante en el gobierno de coalición, planearon y perpetraron la masacre de malasios de origen chino del 13 de mayo de 1969.

También trascendió que se emitió una orden de detención el día 6 contra Mohammad Ezam Mohamed Nor, el líder de la juventud de keADILan, pero una fuente del partido lo negó este jueves por medio de la publicación en Internet "Malaysiakini".

Las detenciones de Zulkifli y Seha se produjeron poco después que el gobierno amenazó con cerrar Harakah si el periódico se seguía vendiendo a lectores no miembros de PAS.

Otras cuatro publicaciones independientes de lengua malaya también fueron advertidas por la violación de las condiciones de sus permisos de publicación.

Estos periódicos alternativos amenazan el control de los medios por los diarios convencionales, e influyen mucho sobre la comunidad malaya, que constituye poco más de la mitad de la población.

Mahathir partió hacia Argentina y el Caribe a la 1.00 am de este jueves. Se prevé que retornará a Malasia el 3 de febrero, tras cerrar sus vacaciones con un viaje de trabajo a Suiza.

"El primer ministro está muy tranquilo fuera del país mientras su país tiene problemas internos", dijo el analista político M.G.G. Pillai.

En ausencia del mandatario, el ministro del Interior Abdullah Badawi, quien reemplazó a Anwar como viceprimer ministro, debió responder a las preguntas relacionadas con los arrestos, y dijo que podría haber más detenciones, según los resultados de investigaciones policiales.

Sin embargo, Abdullah aclaró que "no se trata de una represión", sino de medidas resultantes de investigaciones.

"Pero esta represión era esperada", observó Pillai. Siempre que los líderes de la UMNO están inquietos, como ahora luego de perder escaños parlamentarios en las elecciones de noviembre, la oposición paga las consecuencias, agregó.

La UMNO, presidida por Mahathir, tiene razones para estar inquieta aunque la coalición Barisan Nasional retuvo la mayoría parlamentaria de dos tercios en los últimos comicios.

El partido perdió mucho terreno en favor de PAS, y ya no controla la mayoría de la comunidad malaya, que era su base tradicional de apoyo.

Además, la expulsión de Anwar causó una profunda división en la comunidad y desató el movimiento "reformasi", que reclama reformas democráticas y cambios políticos. (FIN/IPS/tra-en/an/js/mlm/ip-hd/00

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