Los delegados que asisten en esta ciudad de Estados Unidos a la III Conferencia Ministerial de la OMC procuraban hoy continuar sus conversaciones para liberalizar el comercio mundial, luego de que violentas protestas obligaron a cancelar la inauguración oficial del martes.
El presidente estadounidense Bill Clinton tiene previsto hablar en Seattle, mientras la policía anunció que impedirá que los activistas contra la OMC (Organización Mundial de Comercio) se acerquen al Centro de Convenciones donde se reúnen los delegados de 135 gobiernos.
"Creo que la ciudad está segura", dijo hoy el alcalde de Seattle, Paul Schell, quien declaró la emergencia civil e impuso el toque de queda la noche del martes.
El gobernador del estado de Washington, donde se encuentra Seattle, desplegó a 200 efectivos de la Guardia Nacional y 300 tropas estatales para reforzar la policía antidisturbios que luchó contra los manifestantes con gases lacrimógenos en el día inaugural de la conferencia.
Unos 5.000 activistas se enfrentaron a la policía el martes, mientras otros manifestantes y sindicalistas celebraban una marcha pacífica por las calles de Seattle. Luego, un grupo reducido de personas rompió vidrieras y saqueó comercios en la zona céntrica.
La violencia impidió que muchos delegados ingresaran al Centro de Convenciones, lo cual causó la cancelación de la apertura formal, pero la primera de las sesiones plenarias comenzó como estaba previsto el martes de tarde.
A pesar de todo, "esta conferencia será un éxito. Los problemas son demasiado importantes para ser ignorados", declaró el Director General de la OMC, Mike Moore.
Pero los manifestantes sostienen que a la OMC sólo le interesan las necesidades de las grandes compañías trasnacionales a costa de los derechos de los trabajadores y del ambiente.
Mientras los activistas se jactaban de haber perturbado la conferencia, dirigentes de algunas organizaciones ambientalistas criticaron las tácticas violentas utilizadas.
"Deploro la violencia… que le quita espacio a la verdadera historia de 50.000 personas que se reunieron para exigir el respeto de los trabajadores y el ambiente", declaró Carl Pope, director ejecutivo del Sierra Club, de Estados Unidos.
Patti Goldman, abogada de la también estadounidense Earth Justice Legal Defence Fund, condenó la violencia que "sólo oscurece el mensaje" que los activistas pretenden hacer llegar a los gobiernos.
"Hay argumentos válidos para plantear a la OMC y el gobierno de Clinton sobre la necesidad crítica de que haya una reforma fundamental de las normas comerciales para proteger la salud y el ambiente", dijo.
"Un puñado de anarquistas no deben sofocar el mensaje de miles de activistas pacíficos", agregó.
Mientras, un delegado del gobierno venezolano dijo a IPS que el verdadero tema de discusión de la conferencia es "que hay menos tiempo para discutir la sustancia. Este es un problema especialmente para los países en desarrollo".
"Necesitamos más tiempo para analizar y responder las exigencias de los países más ricos", sostuvo.
Clinton, defensor del libre comercio, no obstante expresó su inquietud por los reclamos de los manifestantes y dijo que se reunirá con algunos de los grupos durante su visita a Seattle.
Se espera que el presidente recalque la necesidad de que la nueva ronda de negociaciones comerciales que se lanzará en Seattle tome en cuenta al ambiente y los derechos de los trabajadores.
Estados Unidos busca que la OMC instituya una comisión dedicada a los problemas laborales, pero la propuesta tiene la oposición de varios países en desarrollo que la consideran un truco proteccionista de los países ricos.
Sin embargo, el Director General Moore afirma que aquellos que quieren destruir a la OMC en realidad combaten a los países en desarrollo y a los pobres del mundo.
"A quienes argumentan que debemos detener nuestra labor les digo: Pídanle eso a los pobres, a los marginados del mundo que recurren a nosotros por ayuda", dijo Moore. (FIN/IPS/tra-en/pc/mk/aq/if/99
