La violencia contra las minorías religiosas, tanto en países del Sur en desarrollo como del Norte industrial, fue la principal preocupación expresada por teólogos y activistas que se reunieron este mes en Hartford, Estados Unidos.
La conferencia, titulada "Libertad religiosa y derechos comunitarios e individuales", fue convocada por el Consejo Mundial de Iglesias y contó con la participación de representantes de diferentes religiones de 35 países.
La búsqueda de la conversión de adeptos a otras religiones, o proselitismo, fue causa de tensión entre los delegados musulmanes y cristianos.
La distinción entre "proselitismo" y "testimonio público de una fe" es importante si los líderes de ambas religiones desean convivir en forma armoniosa, señaló Robert Traer, de la Asociación Internacional para la Libertad Religiosa.
Pero "esa distinción no existe para el derecho internacional", se lamentó Traer ante los representantes.
Sin embargo, el proselitismo y la persecución no provocaron respuestas furiosas sólo entre cristianos y musulmanes.
El crecimiento del fundamentalismo hindú, representado por grupos como el Shiv Sena (el ejército de Shiva), hizo que se propagara el fanatismo anticristiano y antimusulmán en India.
Hubo siete ataques graves contra los cristianos de India entre 1997 y 1998, y los extremistas de Shiv Sena fueron acusados también de destruir la mezquita de Babri.
Por otro lado, la tensión religiosa aumentó a raíz de la aparición de iglesias evangélicas en México, la segunda comunidad católica del mundo, después de Brasil.
La atracción que ejercen los templos evangélicos sobre la población rural, sobre todo la de los estados sureños de Guerrero, Oaxaca, y Chiapas, causó enfrentamientos, expulsiones familiares, arrestos, e incluso "procedimientos tipo Inquisición" por parte de los católicos.
Las gestiones de los líderes católicos y evangélicos para calmar los ánimos a través del diálogo periódico no fueron eficaces.
Esos líderes intentaron el año pasado que los representantes de cinco comunidades religiosas, católicos, protestantes, judíos, musulmanes, e hindúes, se comprometieran a cumplir un pacto de "no agresión".
La mayoría de los incidentes de intolerancia producidos en México son instigados por los católicos, para quienes los grupos evangélicos son "sectas fanáticas", afirmó Adoniran Gaxiola, líder de la Iglesia Apostólica Evangélica.
Las autoridades mexicanas sostienen que hay al menos dos incidentes de intolerancia religiosa por mes.
Pero también los gobiernos fueron responsables de la represión y la persecución de minorías religiosas en todo el mundo.
El primer informe mundial sobre libertad religiosa, divulgado a principios de septiembre por el Departamento de Estado de Estados Unidos, indica que los gobiernos autoritarios son los que más persiguen a las minorías religiosas, pero también subraya la responsabilidad de algunos regímenes democráticos.
Los países donde hay más persecusión religiosa son los que se encuentran en el nordeste de Africa, en Medio Oriente, y en la Península Arábiga de Asia Meridional, según el estudio.
Los cristianos, los seguidores de las religiones tradicionales, y los musulmanes que no adhieren a la interpretación que hace del Islam el gobierno de Sudán, envuelto en una larga guerra civil, fueron las víctimas del Estado en ese país.
Los líderes y activistas religiosos chiítas, en Iraq, también son víctimas de la represión del gobierno. El presidente Saddam Hussein realizó una "campaña de asesinatos, ejecuciones sumarias y detenciones arbitrarias" durante años, según el informe.
Los no musulmanes de Arabia Saudita, donde la monarquía instauró la forma wahabi del islam, no tienen derecho a la libertad de culto, y la minoría chiíta es víctima de una serie de humillaciones.
Una legislación discriminatoria permite la intolerancia política en Pakistán, según el estudio. Hindúes, cristianos, y sectas pequeñas musulmanas fueron víctimas de acoso y asesinatos.
El diálogo regular entre los grupos religiosos es importante para que cada individuo pueda practicar la fe que elija, según Tariq Ramadan, que participó en la reunión interreligiosa de Hartford.
Pero esas conversaciones deben ser precedidas por discusiones internas de cada comunidad religiosa, agregó Ramadan.
Sin embargo, para que exista el pluralismo religioso habría que saber quién decide qué es una religión, sostuvo la reverenda Elga Sarapung, de Indonesia, en una velada crítica a su país, donde sólo cinco credos religiosos tienen reconocimiento oficial aunque se practiquen muchos más.
De todos modos, las circunstancias de las minorías religiosas pueden ser igualmente preocupantes en otros países donde, al parecer, existe la libertad de culto.
El ejemplo tomado fue Estados Unidos. Un estudio realizado por la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas a principios de este año reveló que los musulmanes son víctimas de "islamofobia" en ese país, aunque tienen derecho a la libertad de culto.
Los musulmanes fueron perseguidos a causa de la imagen distorsionada y los estereotipos negativos divulgados por los medios de comunicación, en buena medida.
Filmes de Hollywood como "The Siege", "Executive Decision" y "True Lies", en que los villanos de la película son terroristas islámicos, son tres de los ejemplos citados por el Consejo sobre Relaciones Islámicas, de Washington, en apoyo de ese argumento.
Desde el bombardeo hace cuatro años de un edificio gubernamental en Oklahoma, la paranoia antimusulmana inspiró también unos 200 casos de acoso, amenaza y violencia física en Estados Unidos, según un informe del Consejo.
La persecución de las minorías religiosas fue un asunto repetido durante las conversaciones interreligiosas de Hartford, cuya conclusión fue que la libertad de culto es algo más que una cuestión de interés académico.
"El origen de esta discusión y de la necesidad de realizar una acción conjunta es un sufrimiento humano muy real", recalcó uno de los participantes. (FIN/IPS/tra-en/mmm/mk/ceb-mlm/cr/99
