Los vacunos de la Unión Europea reciben una atención que duplica el ingreso de los habitantes pobres de los países en desarrollo, según datos presentados en un seminario internacional en la capital de Costa Rica.
Más de 165 investigadores están reunidos en San José para evaluar el impacto de la investigación agrícola en la mitigación de la pobreza.
El taller, que concluye este jueves, es organizado por el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) de Colombia, con la colaboración del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE) de Costa Rica.
El director general del CIAT, Grant Scobie, indicó que en los países de la Unión Europea la inversión anual para cada vaca está en un promedio de 600 dólares. Paradójicamente, los pobres de algunos países en desarrollo no reciben ni la mitad de esa cifra.
En Bangladesh, el ingreso por habitante anual es de 240 dólares, en Haití de 250 dólares, en India de 348 dólares y en Nicaragua de 380 dólares.
"Nuestro gran reto como científicos es indagar por qué si logramos continuamente avances tecnológicos, en el mundo sigue creciendo la pobreza", añadió Scobie.
A este encuentro asisten también representantes de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
"En la actualidad, la pobreza es un problema estructural, un flagelo que ataca principalmente a las familias rurales", dijo el director del IICA, Carlos Aquino.
De acuerdo con datos de la Cepal, el un 54 por ciento de los hogares rurales de América Latina vivían en condiciones de pobreza en 1997 y el 31 por ciento, de indigencia.
En América Central, se estima que de sus 30 millones de habitantes 13,6 millones viven en zonas urbanas y 16,4 millones en áreas rurales. Y, según Scobie, en ambas los pobres son la inmensa mayoría: 7,5 millones de pobres urbanos y 13 millones de pobres rurales.
El experto indicó que si se dividiera a la población mundial por ingresos en cinco categorías, la quinta parte más rica del mundo percibe el 82,7 por ciento del ingreso total del planeta. Por otro lado, la quinta parte más pobre recibe actualmente el 1,4 del ingreso mundial.
"El total de personas en el mundo que vive en algún tipo de condición de pobreza ya asciende a los mil millones de seres humanos", afirmó el director del CATIE, Rubén Guevara.
Guevara apuntó que ante esta realidad es importante que la comunidad científica contribuya con la búsqueda de opciones para evitar que la pobreza produzca una degradación de los recursos naturales.
Los expertos reunidos en San José debaten sobre los elementos del círculo vicioso de la pobreza, en el sentido de que los pobres del mundo por sus necesidades de supervivencia degradan en muchas ocasiones sin saberlo los recursos naturales.
En su intervención, Scobie pidió a sus colegas investigadores que asumieran una frase del premio Nobel de Economía Theodore Schultz: "La mayoría de la gente en el mundo es pobre, por lo tanto, si entendiéramos la economía de la pobreza, entenderíamos mucho de la economía que realmente importa".
El investigador hondureño Juan Antonio Aguirre, del CATIE, considera que lo más importante es el intercambio de experiencias y compartir lo que se sabe y lo que no se sabe sobre la pobreza.
"También esperamos que una vez que finalice este seminario internacional, las conclusiones y recomendaciones sean tomadas en cuenta por los políticos de los países representados", dijo Aguirre. (FIN/IPS/nms/ag/dv/99