– En Kosovo, la OTAN originó una situación peor de la qu e intentaba remediar, al tratar de "castigar al secuestrador antes de tener control sobre los secuestrados", dicen un general noruego y un experto alemán en un nuevo libro sobre la guerra en Yugoslavia.
"Si se sabía de antemano que (el presidente yugoslavo, Slobodan) Milosevic y parte de su aparato militar son extremadamente brutales, era bastante obvio que el bombardeo de Serbia iba a crear una escalación de la violencia", dijo a IPS Wolgang Biermann, uno de los autores.
"¿Cómo actúa la policía en una sociedad civil para liberar a un grupo de secuestrados? No lo hace como en Kosovo… La estrategia militar deberí a haber sido la de tratar de controlar al secuestrador y reducirlo mediante una acción militar o policíaca planificada", agregó.
En la guerra por Kosovo, la mayor parte de los medios de comunicación olvidaron su misión y contribuyeron a escalar el conflicto, dicen Biermann y el general noruego Martin Vadset en "Lecciones aprendidas en la ex Yugoslavia" (Lessons Learned From the Former Yugoslavia).
Biermann, asesor del partido Socialdemócrata alemán (SPD) sobre estrategias de pacificación, opina que muchas preguntas se han quedado en el aire a partir de los bombardeos de la OTAN (Organización del Tratado de l Atlántico Norte) contra Yugoslavia entre el 24 de Marzo y el 11 de Junio.
La OTAN intentó aplicar una "solución rápida" a la tensión crec iente entre Belgrado y la población albanesa de la provincia serbia de Kosovo, dice Biermann, pero la situación escapó de su control y los bombardeos desataron una vasta "limpieza étnica".
Una de las consecuencias inmediatas de los ataques fue la decisión rusa de reforzar y mejorar sus arsenales nucleares, "lo que puede traer consigo nuevas amenzasa nucleares en Europa", advierte Biermann, quien tiene vínculos con varios proyectos nórdicos acerca de pacificación y derech os humanos.
El libro de Biermann y Vadset se fundamenta en un proyecto de investigación sobre el papel de los militares en las misiones de paz de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de la población civil en la ex Yugoslavia (Serbia, Montenegro, Macedonia, Bosnia-Herzegovina, eslovenia y Croacia).
"La mayoria de las guerras comienza por la subestimacion de la propia dinamica de la guerra", afirma Biermann. En el caso de Kosovo, "la prensa podria haber hecho mas periodismo investigativo" para equilibrar las percepciones del conflicto.
"En una encuesta a mil funcionarios de la ONU con experiencia en el área de la ex Yugoslavia, se constata que 75 por ciento opina que los medios de comunicación influyen en el curso de las guerras", dice.
"Un pueblo en guerra siempre busca aliados en el mundo. Si la gente tiene acceso a la prensa de otros países, esto influye en las partes involucradas. La prensa extranjera define si el país se siente apoyado o provocado", agrega.
Según Biermann, "todos las pronunciamientos de los políticos y de agencias relevantes de prensa o de la televisión tienen una influencia enorme en el área de conflicto".
El experto estima que la prensa noruega mantuvo en general una cobertura alineada, contribuyendo a la impresión mayoritaria en Noruega de que los bombardeos fueron legítimos. En parte, dice Biermann, eso se explica porqu e "la OTAN es la única organización relevante de la que Noruega es miembr o, aparte de la ONU".
"He leido (en Noruega) muchos reportajes con contenido variado sobre el conflicto. No ha sido únicamente informacion contra Serbia -lo que ha sid o la tendencia en Alemania- que maneja una prensa mas emocional y cliché. Sin embargo en Alemania hay más reportajes criticos sobre la OTAN de lo qu e he visto en Noruega," subraya.
Biermann critica la actitud de muchos gobiernos frente a los dictadores, que varía según su orientación política. "No se puede mantener el principio de 'es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta' ", dice.
"No se debería acudir al poder militar, y si se tiene que utilizar, debe ser para tranquilizar los combates, para desescalar la guerra. Una de las conclusiones principales (del libro) es de que no necesitamos más tropas militares de intervención, sino 'tropas diplomáticas' para negociar conflictos", agrega.
"Muchos se olvidaron que la ONU implementó en 1994 un acuerdo de paz entre los pueblos (serbios, croatas y musulmanes) de Bosnia, que en ese entonces fue un éxito. El apoyo politico unificado es más importante que la unidad de comando a nivel militar", dice Biermann.
Subraya que "en los Balcanes ocurrieron masacres, y esto ocurrió durante la escalacion del conflicto, lo que a su vez legitima nuevas matanzas".
El experto estima que el acuerdo de paz alcanzado en junio – promovido por la Unión Europea y Rusia – resultó beneficioso para Milosevic, pues la OTAN no tiene ya ninguna posibilidad de operar en el territorio serbio, como estaba contemplado en las exigencias iniciales.
Milosevic "luchó contra el poder militar mas fuerte del mundo y ha mantenido su palabra. A la vez, su poder práctico se ha disminuido al habe r perdido el control sobre Kosovo. Sigue siendo riesgoso que tenga tanto apoyo en su propio país", dice Biermann.
El experto afirma que la OTAN empujó a los serbios a apoyar a Milosevic , al tomar partido contra Serbia, en lugar de buscar una solución equilibrad a al conflicto.
"Los serbios se sintieron injustamente tratados por la sociedad mundial. Si Occidente pretende mantener una autoridad moral, debería solucionar los problemas fuera de los Balcanes. Se trata de Croacia y Turquía, que están efectuando una limpieza étnica (contra serbios y kurdos)", enfatiza Biermann.
Sin embargo, rechaza la opción bélica como método para solucionar conflictos de derechos humanos, pues castiga principalmente a la población civil. "Yo estuve en Vietnam durante la guerra de los Balcanes y allí se acuerdan muy bien lo que significan los bombardeos 'modernos' ".
"Si uno estudia la efectividad de los bombardeos, hay informes que certifican que las destrucciones fueron mínimas en relación a las civile s. Esto pasó también en Vietnam". (FIN/IPS/gw/ak/99)