Refugiados angoleños huyen a Zambia mientras recrudece la guerra civil que ya lleva 24 años, en el marco de la nueva ofensiva que prepara el gobierno de José Eduardo dos Santos contra la rebelde UNITA.
La ola de angoleños que huyen de la violencia política comenzó dos semanas atrás, informó el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
La guerra civil estalló cuando el país se independizó de Portugal, entre dos grupos independentistas creados en la época colonial, la UNITA (Unión Nacional para la Independencia Total de Angola) de Jonas Savimbi y el Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA) de Dos Santos.
La UNITA contaba con el apoyo de Estados Unidos, la Sudáfrica del apartheid (régimen de segregación racial institucionalizada hegemonizado por blancos) y Zaire (actual República Democrática de Congo), y el MPLA, de ideología marxista-leninista, recibía ayuda de la hoy disuelta Unión Soviética y de Cuba.
El MPLA asumió el gobierno. Ambos grupos se embarcaron en una guerra civil hasta que en 1990 firmaron un acuerdo de paz gestionado por los países que los apoyaban y la Organización de las Naciones Unidas.
En 1992, se realizaron las elecciones que confirmaron al MPLA en el gobierno, con 50 por ciento de los votos. Pero Savimbi no reconoció la derrota de UNITA y ordenó reanudar las hostilidades. Desde entonces, salvo escasas interrupciones, continúa la guerra civil.
La oficina del ACNUR en Lusaka confirmó que cada día llegan a Zambia entre 10 y 20 refugiados que huyen de la guerra civil de Angola, entre los cuales figuran varios hombres jóvenes que temen ser obligados a integrarse a las fuerzas rebeldes.
Los recién llegados son registrados y serán enviados pronto hacia los campamentos de refugiados de la zona fronteriza, informó Dominik Barstch, portavoz del ACNUR en Lusaka.
La nueva ola de refugiados viene de los pueblos fronterizos de Cuando Cubungo, en Angola. "Noventa de los recién llegados están en Zambezi, y otros 50 se encuentran en Chavuma", detalló Barstch.
Zambezi se encuentra en el noroeste de Zambia y Chavuma en el oeste del país.
Los trabajadores de ayuda humanitaria aseguraron que los nuevos refugiados escapan de los enfrentamientos registrados en los últimos días entre las fuerzas armadas de Dos Santos y los insurgentes al mando de Savimbi.
El gobierno prepara una ofensiva "en todo el país" para obligar a UNITA a desperdigar sus recursos y milicianos, indicaron fuentes militares.
El gobierno sugirió que las agencias de ayuda humanitaria retiren al personal que tengan en oficinas instaladas en Huambo, Kuito y Malanje, sitiadas por los rebeldes y posible blanco de ataques.
Las tres ciudades, ubicadas en las alturas del centro del país, fueron bombardeadas por los insurgentes de UNITA desde que estalló la última serie de combates, en diciembre.
Como la mayor parte de la guerra se libra en una zona que queda a unos 2.000 kilómetros de la frontera con Zambia, el número de refugiados que llegan a ese país se volvió más "manejable", señaló Barstch.
"El número no será como el de Kaputa (campamento de refugiados procedentes de la República Democrática de Congo), cuando llegaron miles de refugiados congoleños todos a la vez. Los de Angola llegan en cantidades manejables", explicó Barstch a IPS.
A principios de año, los trabajadores de ayuda humanitaria de la ciudad fronteriza de Kaputa, a 1.218 kilómetros de Lusaka, apenas pudieron ocuparse del enorme número de personas que llegaron, huyendo de la guerra civil de la República Democrática de Congo.
Zambia recibe refugiados desde comienzos de la década del 60. La mayoría proceden de Angola y de la RDC, según el ACNUR. Pero también llegan personas de Burundi, Ruanda, y Somalia, en busca de refugio.
Los principales campamentos donde se alojan los refugiados son el de Meheba, al noroeste de Zambia, el de Mayukwayukwa, al oeste, y ahora el de Mwange, donde había 13.000 refugiados congoleños que fueron trasladados a Mporokoso, al norte del país. (FIN/IPS/tra- en/am/pm/ceb/ip hd pr/99
