BRASIL: Sueño del empleo seguro atrae a 1,5 millones de personas

Más de un millón y medio de personas se inscribieron en el concurso para escribiente del Banco do Brasil, que ofrece 9.000 puestos de trabajo, en el más disputado concurso realizado por una empresa estatal de este país.

El número de inscritos supera al de los jóvenes que se presentan anualmente para cumplir el servicio militar obligatorio y también hay más candidatos por puesto que en los exámenes de admisión de la Facultad de Medicina de Sao Paulo, la más disputada del país.

Pero la relacion de 166 aspirantes para cada cargo no es lo más impactante en ese concurso.

"Lo que llama la atencion es el hecho de que en plena era de la globalización, nueve de cada 10 candidatos busca la seguridad más que el valor del sueldo", afirma la socióloga Alba Zaluar, de la Universidad Federal de Río de Janeiro.

Un trabajo en el Banco do Brasil, la más poderosa entidad bancaria del país, ha sido tradicionalmente sinónimo de empleo seguro hasta la jubilación, en condiciones financieras envidiables.

Pero hoy, nada de eso es así. Los futuros escribientes recibirán un sueldo mensual equivalente a 370 dólares, muy por debajo de lo que el banco acostumbraba pagar a sus empleados en esa misma función.

Un sondeo hecho en la cola de candidatos en Florianópolis, capital del sureño estado de Santa Catarina, reveló que 90 por ciento de los interesados pensaban más en la seguridad que en el sueldo ofrecido.

La opinión de los aspirantes no cambió cuando se les mencionó la posibilidad de privatización del Banco do Brasil, algo que podría ocurrir en los próximos dos años, y que obviamente afectaría la estabilidad de empleo de los funcionarios.

El Banco do Brasil se ha convertido en la última esperanza de las expectativas de empleo seguro en una sociedad donde la inestabilidad laboral es cada vez más generalizada.

"Es fácil de entender por qué la gente sigue fascinada por la idea del sueldo seguro. Lo que es muy difícil de aceptar es la omisión del gobierno y de los líderes de la sociedad en decir claramente a los trabajadores que no hay más estabilidad laboral", afirma Zaluar.

El concurso del Banco do Brasil cobró publicidad no sólo por el elevado número de candidatos, sino también por el tipo de personas que se inscribieron.

Cerca de 60 por ciento de los candidatos tienen título universitario, e incluso posgrados, pese las exigencias mínimas eran haber concluido el segundo grado de la enseñanza básica.

Un estudio del no gubernamental Departamiento de Estadísticas Sindicales reveló que la educación formal ya no es más un antídoto contra el desempleo.

En la ciudad de Sao Paulo, el principal centro industrial de Brasil, la mitad de los 1,7 millones de desempleados en el casco urbano tienen más de ocho años de estudio.

El fenómeno muestra que el desempleo está bajando las expectativas de la clase media brasileña en materia de sueldos y ocupación productiva.

Cerca de 40 por ciento de los profesionales universitarios que cambiaron de empleo en los últimos cinco años no encontraron otra alternativa que sueldos hasta 30 por ciento más bajos, revela un estudio de una empresa de consultoria laboral en Sao Paulo.

Dispuesto a aceptar pagos menores independientemente de la capacitación, el trabajador brasileño también se muestra cada vez más dócil en relación con la empresa.

El Tribunal Regional del Trabajo, que emite fallos sobre paros y huelgas, recibió sólo 39 demandas en los últimos 12 meses, el índice más bajo en una década. Sólo ocho por ciento de los casos tenían relación con protestas contra despidos laborales. (FIN/IPS/cc/ag/if-lb/99

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