ROMA – El uso de una pulsera electrónica para controlar a los presos bajo arresto domiciliario, propuesto en Italia por el diputado Luciano Violante, fue objeto de un amplio consenso.
El buen recibimiento de la iniciativa de Violante se atribuye a la alarma pública por numerosos asaltos perpetrados por personas que estaban con arresto domiciliario.
Son cada vez más numerosas las críticas de la población y de parte de la prensa por la frecuencia con que se concede el beneficio del arresto domiciliario y la exigencia de que los presos cumplan toda la pena en la cárcel.
La idea, ya aplicada en Alemania, Bélgica, Estados Unidos, Gran Bretaña, Holanda y Suecia, "no es degradante", afirmó Violante, presidente de la Cámara de Diputados.
"Para controlar a quien se encuentra bajo arresto en su casa se necesitaría golpear a su puerta, controlarlo ante su mujer, sus hijos y vecinos. Eso sí sería degradante", dijo el legislador del partido ex comunista Democráticos de Izquierda (DS), el principal del gobierno de centroizquierda. —-