El atleta cubano Javier Sotomayor negó hoy la más mínima posibilidad de haberse dopado para los XIII Juegos Panamericanos que se celebran en Winnipeg y aseguró que es objeto de una manipulación.
"Para saltar 2,30 no necesito ni dormir", aseguró este jueves en La Habana el poseedor de la marca mundial de salto alto, quien se mostró indignado ante la noticia de que su último control antidoping reveló rastros de cocaína.
Sotomayor, de regreso a su país tras ocupar el primer lugar en su categoría, dijo estar "seguro de que se trata de una maniobra". "Desconozco la forma en que pudo ser, pero soy víctima de una maniobra, de una canallada", aseguró.
"Entre tantas bajezas a que ha sido sometida la representación deportiva de Cuba" a los Juegos Panamericanos, "ésta tiene todas las trazas de ser de las peores", afirmó Enrique Montesinos, comentarista deportivo del diario oficialista Granma.
El resultado de la prueba fue confirmado por el presidente de la Organización Deportiva Panamericana, Mario Vázquez Raña, quien anunció que Sotomayor sería despojado de la medalla de oro. El galardón pasará a los canadienses Kwaku Boateng y Mark Boswell, empatados en el segundo lugar.
Esta hubiera sido la cuarta medalla consecutiva del cubano en Juegos Panamericanos, a pesar de que en esta oportunidad competía con una lesión en la espalda.
Unico atleta que ha saltado más de 20 veces por encima de los 2,40 metros, Sotomayor, a quien sus compatriotas llaman "el rey de las alturas", posee desde 1993 la marca mundial de salto alto al aire libre, de 2,45 metros.
Declarado en más de una ocasión mejor deportista de Cuba y América Latina, el atleta de 34 años había participado la noche del martes en un homenaje del presidente cubano Fidel Castro a los deportistas victoriosos en las competencias de Winnipeg.
Sotomayor se mantuvo inaccesible para la prensa extranjera en Cuba y no fue hasta este jueves que apareció su primera reacción pública en el diario Granma, órgano oficial del gobernante Partido Comunista de Cuba.
Sotomayor aseguró que sólo ha visto cocaína "por las películas".
"Y no es que por mi experiencia conozca, además, que sale de inmediato en los análisis. Sencillamente, se trata de que no la necesito para saltar 2,30. He logrado más de 300 veces la altura de ese día, a partir de la primera vez hace 15 años, en 1984", dijo.
El Soto, como le dicen en la isla, declaró que no acostumbra a ingerir vitaminas o reconstituyentes, aunque sus entrenadores se la sumunistran como a todos los deportistas, y que por su edad ha empezado a usar espirulina, un producto a base de algas.
Una declaración de la delegación cubana en Winnipeg afirmó que Sotomayor ha sido sometido durante su trayectoria deportiva a más de 60 controles antidoping, ocho de ellos este año, los cuales siempre han resultado negativos.
"Me han chequeado a su antojo, hasta en la misma puerta de mi casa, en el aeropuerto madrileño de Barajas, en Venezuela, casi un centenar de veces desde que me destaqué a nivel internacional", comentó Sotomayor.
La noticia fue recibida con incredulidad en la isla, donde se ha hablado con insistencia de las presiones a que ha sido sometida la delegación cubana por los buscadores de talentos y por las irregularidades en los sorteos y arbitraje.
El presidente de Cuba, Fidel Castro, afirmó el 26 de julio que nunca había visto "tanta suciedad en una competencia panamericana" y reponsabilizó principalmente a Estados Unidos y Cánada, éste último por ostentar la sede.
Entre los obstáculos impuestos a los deportistas cubanos, Castro mencionó la supresión de más de 100 medallas de oro en deportes dominados tradicionalmente por Cuba en 60 por ciento.
"Quieren eliminar el fantasma de Cuba. Tienen miedo a nuestros equipos. Así se premia el esfuerzo de un pequeño país que tuvo la gloria de derrotar a Estados Unidos en una competencia panamericana, algo que nunca logró otra nación de este hemisferio", afirmó Castro.
Tres días después, el presidente del Comité Olímpico Cubano, José Ramón Fernández, apeló "a la sensatez y al juego limpio" y recordó que los Juegos Panamericanos son "un evento deportivo, no político".
"Los deportistas 'trampean' fundamentalmente por el ansia de triunfos que les reporten cuantiosas sumas en el actualmente supercomercializado contexto internacional, que no es ni remotamente el caso de un atleta como el Soto", afirmó Granma.
Por su parte, el jefe médico de la delegación cubana aseguró que se había realizado "un análisis detallado de todos los productos ingeridos por Sotomayor en los últimos días y es imposible que aparezcan trazas de ninguna sustancia extraña" en las pruebas.
"No tenemos elementos para culpar a alguien, pero estamos convencidos de que Javier Sotomayor es inocente", aseguró el doctor Mario Granda.
Está pendiente una sanción de la Federación Internacional de Atletismo que podría dejar a Sotomayor fuera del Mundial de Atletismo que se celebrará este mes en España y de las Olimpiadas del 2000.
Hasta el momento, la mayoría de los casos de doping detectados en Cuba, considerado "mínimo" por las autoridades, se han registrado en el atletismo, las pesas y algunos deportes de combate. Las sustancias más consumidas han sido diuréticos y anabólicos.
El primer caso detectado fue el del pesista Daniel Núñez durante los Juegos Panamericanos de Caracas, en 1983. Le siguieron los discóbolos Idelisa Ramos y Juan Martínez Brito y la jabalinista Dulce María González, en 1992, y el pasado año la lanzadora Herminia Fernández.
Por lo general, además de las sanciones que imponen las organizaciones deportivas internacionales, Cuba ha aplicado castigos internos que, en algunos casos, duplican el tiempo de suspensión de las competencias. (FIN/IPS/da/mj/cr/99