VENEZUELA: Choque de poderes con Aznar como testigo de excepción

Venezuela vivía hoy un frontal choque de poderes entre el presidente Hugo Chávez y el Congreso, con las Fuerzas Armadas en el centro del debate y el jefe del gobierno español, José María Aznar, convertido en testigo de excepción.

Chávez ascendió este viernes a 267 oficiales de las cuatro fuerzas (ejército, marina, aviación y guardia nacional) a los grados en que se precisa de autorización parlamentaria, desde coronel (o capitán de navío en la marina) hasta general de división (o vicealmirante).

Pero 34 de esos ascensos habían sido negados por el Senado, donde la oposición es mayoría, que consideró que a ese grupo de oficiales correspondía aplicarlles una norma legal para pasarlos a retiro en lugar de ascenderlos.

El presidente, quien aboga porque la Asamblea Constituyente que se elegirá el día 25 disuelva al Congreso, alegó que la norma es inconstitucional por discriminatoria ante oficiales que no ganaron sus "uniformes en una caja de jabón".

Chávez era teniente coronel del ejército cuando en 1992 lideró una cruenta asonada, que fracasó y por la que estuvo dos años preso, pero en diciembre de 1998 fue elegido presidente con más de 56 por ciento de los votos.

Sus detractores denuncian una militarizacón del país, por la designación de decenas de oficiales, sobre todo retirados, para altos cargos públicos, y otros aseguran incluso que Venezuela "se encamina hacia una dictadura".

Chávez dijo que los oficiales ascendidos estaban rezagados en el marco de normas y políticas diseñadas por "las cúpulas corruptas" de los partidos tradicionales, Acción Democrática (socialdemócrata), Copei (socialcristiano), y la nueva formación de centroderecha Proyecto Venezuela.

"Lo que pasaba aquí antes era que había amantes de presidentes que en Palacio negociaban ascensos militares, y el Congreso nunca los rechazaba", dijo Chávez al lado de Aznar, quien se encontraba de visita en la sede del gobierno. "Así que yo les digo: corruptos, enjuícienme, vengan por mí".

El pleito se encamina a la Corte Suprema de Justicia, reconoció el ministro de Defensa, general Raúl Salazar.

"El artículo de la Ley de las Fuerzas Armadas (por el que el Congreso vetó los ascensos) tiene varias interpretaciones. Lo más probable será ir a la Corte. Dejemos que ella decida", dijo Salazar.

Con las Fuerzas Armadas convertidas en campo de debate entre políticos, éste se radicaliza y prácticamente no deja espacios de centro o de consenso a sólo tres semanas de la elección de una Asamblea Constituyente con la que Chávez aspira a "refundar el país".

"La institución militar se ha convertido en el pincipal instrumento de una pugna por el poder político por parte del presidente, en función de un proyecto de dominio hegemónico", dijo el politólogo Aníbal Romero, de tendencia socialcristiana.

El senador opositor Abdón Vivas, de Proyecto Venezuela, calificó la decisión de Chávez sobre ascensos de "golpe de Estado fáctico", y el senador Omar Barboza, de Acción Democrática, pidió a la Fiscalía que demande ante la Corte la nulidad de los ascensos.

También este fin de semana chocaba con Chávez el Contralor General de la República, Eduardo Roche, quien anunció que "no será servil", tras rechazar la acusación que le lanzó el presidente de servir a las cúpulas de los partidos tradicionales.

Roche investiga si la utilización por Chávez de las emisoras de radio y televisión del Estado para abogar por sus candidatos a la Asamblea Constituyente puede considerarse un ilícito, peculado de uso.

De esta situación ha sido testigo de excepción el jefe del gobierno español, quien visitó Caracas entre el jueves y este sábado después de participar en Río de Janeiro en la Cumbre América Latina y el Caribe-Unión Europea.

Aznar firmó acuerdos para financiar con 805 millones de dólares proyectos de cooperación con Caracas que utilicen bienes y servicios españoles, y dialogó con Chávez sobre la situación de una treintena de ex activistas de la organización separatista vasca ETA que viven en Venezuela.

Pero el vendaval político de Venezuela se impuso en una rueda de prensa conjunta en la que hicieron esos anuncios y en la que Aznar dijo confiar en que "la democracia y la prosperidad del pueblo venezolano será una realidad".

"Me pregunto, ¿por qué está aquí el presidente Chávez?", se interrogó Aznar. "Porque ha ganado unas elecciones. Partamos de esa base sencilla. El sabe lo que pienso respecto de la continuidad del proceso democrático venezolano".

Sin embargo, Aznar recordó en público que "el respeto al adversario es absolutamente elemental en una sociedad moderna que quiere construir su futuro", y que aunque un país pueda tener momentos difíciles y de tensión "lo importante es encontrar cauces para resolver esas discrepancias con respeto".

Para hacer aún más tensa la confrontación, las mayoritarias bancadas de oposición en el Congreso designaron como orador de orden para el día 5, en su sesión que conmemora el Día de la Independencia, a Jorge Olavarría, un polemista que ataca a Chávez de manera incesante.

El mandatario, dijeron parlamentarios que lo apoyan, se abstendría se asistir para subrayar su llamado del jueves último: "En este país no cabemos las cúpulas corruptas y yo. O se van o pasan sobre mi cadáver". (FIN/IPS/jz/ag/ip/99

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