/BOLETIN-AMBIENTE/ BRASIL: Greenpeace concentra sus fuerzas en defensa de Amazonia

La Amazonia será la prioridad global de Greenpeace, que hasta ahora se concentraba especialmente en la campaña antinuclear, anunció el director ejecutivo de la organización ambientalista internacional, Thilo Bode.

La campaña por la conservación de la Amazona será la "mayor y más importante" entre las que promueve Greenpeace, aseguró el lunes pasado Bode, de visita en Brasil para divulgar un informe sobre la deforestación de esa extensa región tropical por la actividad de compañías madereras multinacionales.

Así mismo, el dirigente de Greenpeace se entrevistará con el presidente Fernando Henrique Cardoso y con otros funcionarios brasileños.

La devaluación de la moneda brasileña favorece la exportación de madera amazónica, que aumentará 20 por ciento este año. Ese incremento acelera la deforestación, que ya alcanzó a 13,7 por ciento de los bosques de la región, un área equivalente al territorio de Francia, según el informe de Greenpeace.

La extracción de madera es en todo el mundo la causa principal de la destrucción de bosques. Setenta y dos por ciento de los principales focos de destrucción en la Amazonia brasileña están vinculados a esa actividad.

La extracción de madera de la Amazonia, la mayor reserva de bosques aborígenes del mundo, se volvió alarmante en extremo en esta década, por la invasión de las multinacionales madereras.

Doce por ciento de la capacidad de procesamiento industrial de la madera amazónica y casi la mitad del valor exportado corresponde a las 25 grandes empresas europeas, estadounidenses y asiáticas ya instaladas en la región, de acuerdo con estudios cutados por Greenpeace.

La materia prima obtenida de la Amazonia es ahora 85 por ciento de la madera producida en Brasil, frente a sólo 14 por ciento hace dos décadas.

Noventa por ciento se destina al mercado interno, pero la Amazonia ya es la principal fuente de madera tropical utilizada por las compañías multinacionales para abastecer al mundo, debido al agotamiento de la explotación comercial de los bosques del sudeste de Asia y de Africa central, dijo Roberto Kishinami, director de Greenpeace en Brasil.

Las crecientes exportaciones ganaron ahora empuje, con la devaluación del real.

En ese cuadro "es un escándalo" que se haya invertido sólo 70 de los 340 millones de dólares que hace 10 años prometió el Grupo de los Siete países más ricos (G-7) para la preservación de los bosques amazónicos de Brasil, advirtió Bode.

Es necesario movilizar a la opinión pública para superar los obstáculos políticos y los intereses económicos, tanto en Brasil como en los países ricos e importadores de madera, para llevar adelante el programa, agregó.

El gobierno brasileño debe tener papel protagónico y convertir en permanente el "programa piloto" de preservación coordinado por el Banco Mundial con recursos del G-7, señaló Kishinami.

La campaña en defensa de la Amazonia tendrá un presupuesto anual de 2,5 millones de dólares y movilizará las 33 oficinas de Greenpeace en el mundo, informó Bode.

Será una movilización a escala mundial y el propósito es prolongarla varios años. Greenpeace es una organización "de combate, guerrera", cuya función es "catalizar cambios e identificar buenas soluciones", y no ejecutar proyectos de desarrollo, explicó Kishinami.

Los ambientalistas denunciarán por todos los medios a su alcance los daños causados a la Amazonia e intentarán movilizar a los 20 millones de habitantes de la región en Brasil y contribuir a que su desarrollo se realice de forma sustentable, agregó.

Greenpeace acompañará esta semana a Europa a una delegación de "seringueiros" (extractores de caucho natural) y de indígenas brasileños, para lograr que los importadores de madera exijan la certificación de producción ambientalmente sana en sus compras.

También procurará identificar mercados para productos amazónicos de extracción ambientalmente adecuada, de modo de ampliar las fuentes de ingresos de la población local, además de promover actividades sustentables.

El ecoturismo ofrece la posibilidad de ingresos hasta 10 veces mayores que la industria maderera por hectárea ocupada, indicó Kishinami como ejemplo. La mayor parte de la madera tiene utilización incorrecta, pues se usa como material desechable en la construcción, y podría ser sustituída, observó.

La defensa de los bosques incluirá acciones espectaculares, típicas de Greenpeace, anunció Ruy de Goes, coordinador de la campaña de la Amazonia en Brasil.

Pero se tomarán precauciones para evitar riesgos en una región conocida por conflictos violentos y donde varios luchadores sociales han sido asesinados, puntualizó De Goes. (FIN/IPS/mo/ff/en/99

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