YUGOSLAVIA: Castro dispuesto a admitir refugiados en Guantánamo

Cuba apoya cualquier esfuerzo de ayuda humanitaria a los refugiados de Kosovo así sea en la controvertida base naval que Estados Unidos mantiene en la oriental provincia nacional de Guantánamo.

Contrario al acostumbrado rechazo oficial contra el uso por parte de Washington de ese enclave militar, el gobierno de Fidel Castro afirmó que "no pondrá obstáculo alguno" e incluso está dispuesto a cooperar "en la medida de sus posibilidades, donde sea necesario".

"Cuba apoya sin vacilación alguna esa ayuda humanitaria, venga de donde venga", aseguró una declaración del gobierno publicada este jueves en la primera plana del diario Granma, órgano oficial del gobernante Partido Comunista.

Aunque el documento no menciona directamente el caso de la base naval de Guantánamo hace alusión a "opiniones personales" que "erróneamente se atribuyen al gobierno cubano" y que, de alguna manera, implicaron un rechazo de La Habana al recibimiento en ese enclave de refugiados kosovares.

"Las víctimas inocentes, de cualquier nacionalidad, etnia o religión, deben recibir el máximo auxilio tanto dentro como fuera de Yugoslavia", subraya la declaración, que reitera el rechazo oficial a la ofensiva aérea de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) contra Yugoslavia.

El éxodo de alrededor de medio millón de personas de la provincia de Kosovo en las últimas dos semanas superó la capacidad de respuesta de la oficina del Alto Comisionado de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

La posibilidad de usar el enclave militar en Guantánamo, a 970 kilómetros de La Habana, surgió este lunes cuando funcionarios de Washington afirmaron que unos 20.000 refugiados aceptados por Estados Unidos podrían ser alojados allí transitoriamente.

La base naval fue impuesta a Cuba en 1903 tras la guerra hispano-cubano-americana como parte de la Enmienda Platt, un ápendice constitucional que entre otras cosas otorgaba el derecho a Estados Unidos a intervenir militarmente en la isla caribeña.

Desde su arribo al poder, en 1959, el gobierno de Fidel Castro declaró ilegal ese enclave militar en territorio cubano y exigió su desmantelamiento.

En esta década, además, en varias ocasiones La Habana rechazó el uso de la base naval de Guantánamo como "un campo de concentración" de refugiados haitianos y cubanos, que pretendían llegar como indocumentados a Estados Unidos.

Pero Cuba estaría dispuesta a dejar a un lado su conflicto bilateral con el gobierno estadounidense.

La disposición de La Habana de acoger a refugiados kosovares en Guantánamo podría ser de gran utilidad toda vez que la base se encuentra en territorio nacional y desde hace años no recibe ningún servicio del país caribeño, incluidas agua y electricidad.

A pesar de que en los últimos años el Pentágono mejoró las instalaciones de la base en un monto estimado en 70 millones de dólares, el enclave se considera un lugar inhóspito, situado en una zona casi desértica, de clima muy seco y temperaturas altas, muy propicio a la proliferación de epidemias.

El jefe del Comando Sur de Estados Unidos, general Charles Wilhem, informó este miércoles que fueron enviados a Guantánamo los equipos y suministros necesarios para empezar a recibir a los refugiados kosovares.

Wilhem anunció que viajaría personalmente a la base para discutir la decisión con los militares destacados allí y aseguró que el Comando Sur está preparado para llevar a cabo un plan de contingencia que garantice el traslado de miles de personas.

El portavoz del Departamento de Estado, James Rubin, dijo el lunes que los arreglos para ayudar a los refugiados son "temporales", porque Estados Unidos "quiere que, al término de esta crisis, vuelvan a sus casas".

Washington sostiene que la crisis de los refugiados es responsabilidad del presidente yugoslavo Slobodan Milosevic, que es quien, con sus acciones, "está vaciando" la provincia de Kosovo".

Cuba, por su parte, sostuvo que no es el momento para "discutir quiénes cargan con la responsabilidad de lo que está ocurriendo y de los hechos que lo precedieron".

El conflicto en Yugoslavia sólo puede tener una solución política, pues "observando la geografía y las realidades, cualquier apoyo militar desde el exterior a Serbia sólo era posible con armas no convencionales, es decir nucleares", algo "inconcebible" según La Habana.

Para Cuba, "destruir en pleno invierno una termoeléctrica que suministra electricidad y calefacción a un millón de personas, y los ataques a otras instalaciones similares que prestan servicios vitales a toda la población está muy lejos de ser un objetivo militar y comienza a convertirse ya en genocidio". (FIN/IPS/da/dg/ip-hd/99

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