R.D.CONGO: Descontento crece a la par de los precios

El gobierno de República Democrática de Congo (RDC, ex Zaire) teme brotes de descontento civil debido al constante aumento de los precios tras la devaluación del franco congoleño en este país africano azotado por la guerra civil.

El dólar estadounidense se comercializa a 4,5 francos, comparado con tres francos antes de la devaluación anunciada hace dos semanas.

El precio de la gasolina se duplicó, lo que a su vez elevó las tarifas del transporte. Los precios de otros productos y servicios también subieron.

A pesar de que el ministro de Economía, Jeannot Bemba Saolona, amenazó con detener a los especuladores, los precios siguen aumentando.

Los observadores temen que la frustración por el espiral ascendente de los precios provoque una explosión de ira entre los consumidores, para quienes la supervivencia diaria es cada vez más difícil.

"Cuando la gente llega al extremo de su resistencia, lo único que le queda para llamar la atención es recurrir a la violencia", dijo el analista político Biampinga Nsele.

Este temor es reproducido por muchos de los diarios de Kinshasa. "La situación es preocupante y podría provocar una explosión social. Kinshasa está al borde de explotar. Sólo una chispa podría desatar los disturbios", advirtió el diario Le Potentiel.

De hecho, los disturbios ya se desataron durante el fin de semana cuando las estaciones de gasolina se negaron a vender el producto al precio oficial de 1,05 francos por litro.

Antes, cientos de estudiantes descendieron sobre la Plaza de la Victoria, una de las principales intersecciones del centro de Kinshasa. Llegaron en camiones y ante la sorprendida multitud manifestaron su disgusto con el régimen del presidente Laurent Kabila.

Además de entonar La Zairoise, el antiguo himno nacional cuando este país aún se denominaba Zaire, también cantaron loas al fallecido dictador Mobutu Sese Seko, quien estuvo al frente del gobierno entre 1965 y 1997.

"Vivimos mucho tiempo bajo Mobutu, pero nunca experimentamos el tipo de miseria que tenemos ahora", protestaron antes de que la policía dispersara la manifestación y detuviera a 30 personas.

La semana pasada, la caravana de automóviles que trasladaba a Kabila desde Dar es Salaam fue abucheada por largas filas de peatones, obligados a trasladarse a pie a su trabajo por el alto precio del transporte.

El gobernador de Kinshasa, Theophile Mbemba Fundu, pidió calma a los seis millones de habitantes de la capital en una entrevista por televisión.

"Esta situación es sólo temporal, causada por la alianza de Burundi, Ruanda y Uganda que libran la guerra contra nosotros", aseguró.

Los tres países respaldan a los rebeldes que pretenden derrocar a Kabila. La rebelión comenzó el 2 de agosto y el conflicto absorbió a siete países africanos, de los cuales Angola, Chad, Namibia y Zimbabwe apoyan al gobierno.

Fundu pidió al pueblo que mantenga la fe en el gobierno, "que aún busca todas las posibles soluciones para poner fin al conflicto".

Georges Buse Falay, subdirector del consejo de ministros, también apareció en televisión la semana pasada e instó a la prensa independiente a "no agregar leña al fuego". Todos los congoleños se verán afectados si se desatan disturbios populares, advirtió.

Dirigentes sindicales amenazaron con convocar a una huelga general de tres días a partir de este miércoles si el gobierno no paga los salarios de los trabajadores y mejorar su nivel de vida.

"No podemos comer, no podemos ir a trabajar, no podemos recibir atención médica, ni siquiera podemos enviar a nuestros hijos a la escuela. El gobierno debe saber que esta es otra guerra que libran los trabajadores", declaró el presidente del sindicato de maestros, Benjamin Mukulungu.

Los sueldos de los empleados públicos son bajos, llegando incluso a percibir entre dos y tres dólares por mes.

"El director de un organismo público gana apenas el dinero suficiente para comprarse a sí mismo una Coca Cola por día", sostuvo Mukulungu.

Ante esta situación, el gobierno prometió la semana pasada pagar nueve millones de dólares en salarios atrasados de los funcionarios, algunos de los cuales no reciben su sueldo desde hace dos años.

El gobierno también anunció que mejorará los salarios a partir de mayo para ayudar a mitigar los efectos que tiene la reducción del presupuesto en los empleados públicos. (FIN/IPS/tra-en/bm/nrn/sz/mn/aq/if-ip/99

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