/BOLETIN-INTEGRACION/ AMERICA: Fracaso de Calderón marca límites de países pequeños

El fracaso de Costa Rica en alcanzar la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA) no debe ser interpretado como una imposibilidad de los países pequeños para dirigir organismos internacionales sino como el reflejo de los límites de su diplomacia.

Esa es la conclusión a la que llegó el politólogo, sociólogo y filósofo costarricense Rodolfo Cerdas, actual titular de la cátedra Simón Bolívar de la Universidad de Cambridge, en Inglaterra.

Cerdas, quien ejerce en Cambridge el mismo cargo que tuvieran el actual presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, y los escritores mexicanos Carlos Fuentes y Octavio Paz, dijo a IPS que la renuncia del costarricense Rafael Calderón a disputar la secretaría de la OEA marca el límite de los países chicos.

Calderón, presidente de su país entre 1990 y 1994, anunció el lunes que retiraba su candidatura para dirigir el máximo organismo americano al no haber logrado los apoyos necesarios, según explicó en una carta qwue dirigió "al pueblo de Costa Rica".

Con esa decisión dejó el camino despejado para que el actual secretario, el colombiano César Gaviria, pueda consolidar su reelección el 7 de junio en la reunión que la OEA celebrará en la ciudad de Antigua, Guatemala.

Para otro académico y político de Costa Rica, el actual congresista Vladimir de la Cruz, la derrota de su país refleja la influencia en los bloques regionales de las grandes naciones de del norte y el sur de América.

El 25 de marzo Venezuela y República Dominicana anunciaron públicamente que respaldarían a Gaviria.

"Los países pequeños tienen derecho a tener candidatos a estos puestos y me parece que este caso fue una lucha digna", resaltó De la Cruz.

A su juicio, en la disputa por la secretaría de la OEA faltó una presión mayor de la cancillería costarricense -a la que calificó de débil-, así como la divulgación internacional del programa de gobierno para la OEA que había preparado Calderón.

Cerdas, a su vez, señaló que "en términos generales, los políticos centroamericanos si acaso alcanzan una dimensión nacional y poseen contactos estrechos con algunos miembros de las elites dirigentes de los otros países del istmo".

Para este politólogo de la Universidad de Costa Rica, filósofo por la Academia de Ciencias de la antigua Unión Soviética y doctor en sociología por la Sorbona de París, su país, como la mayor parte de los centroamericanos, carece de una política exterior de largo plazo.

En los cargos diplomáticos se designa a menudo a parientes y amigos del gobernante de turno, afirmó.

"Aquí mejor no hablar de la corrupción que ha imperado por tanto tiempo en algunos manejos del servicio exterior, dichosamente en proceso serio de corrección", destacó.

"No basta haber sido presidente de la república para ser un buen candidato, también se requieren una estatura internacional, una reconocida experiencia y un elevado prestigio cultural y profesional, que incluye el dominio de idiomas extranjeros", puntualizó.

Otro factor que pudo pesar en detrimento de las opciones de Costa Rica fue el silencio oficial de Estados Unidos.

Calderón anunció oficialmente que aspiraría a la Secretaría General de la OEA el 4 de agosto de 1998 y a partir de ese momento comenzó la campaña internacional que encabezó la cancillería y el propio presidente costarricense Miguel Angel Rodríguez.

Entre las estrategias definidas para promover la imagen de Calderón se argumentó la importancia de que por primera vez un centroamericano ocupara el cargo.

Ese enfoque, afirmó Cerdas, no fue el más adecuado, al "resaltarse tácitamente la idea de que 'pobrecitos los países pequeños que nunca han dirigido la OEA"' y no hacerse hinacpié en otros aspectos, como la capacidad de iniciativa, el profesionalismo o la visión de conjunto del candidato.

"La práctica de la reelección jugó, también, un papel negativo en este caso, porque de haber perdido Gaviria hubiera significado una sanción encubierta a su borrosa, inocua y burocrática gestión", señaló Cerdas.

El analista se preguntó qué hubiera pasado si el contricante del actual secretario genral de la OEA hubiera sido el ex presidente de Costa Rica y premio Nobel de la Paz (1987) Oscar Arias. (FIN/IPS/nms/dg/ip/99)

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe