SRI LANKA: Plan de conservación amenaza secretos medicinales

Un plan para proteger las plantas medicinales de Sri Lanka cofinanciado por el Banco Mundial y el Fondo Mundial para el Medio Ambiente amenaza el secreto de los remedios tradicionales, advirtieron ambientalistas de este país asiático.

"Nos oponemos a la divulgación de conocimientos tradicionales sin una compensación adecuada para los habitantes locales", manifestó Hemantha Withanage, científico de la Fundación Ambiental.

El proyecto de cinco millones de dólares, denominado "Conservación y Uso Sustentable de Plantas Medicinales", fue lanzado el pasado agosto con la finalidad de identificar plantas curativas y estimular a los aldeanos para que las cultiven, en viveros domésticos si es necesario.

Algo tardíamente, Sri Lanka creó una Comisión sobre Derechos de Propiedad Intelectual integrada por organizaciones no gubernamentales (ONG), lo cual alivió parcialmente el temor de que todos los conocimientos medicinales ancestrales se filtraran a través del proyecto.

La comisión, presidida por Ravi Algama, presidente de la Fundación Ambiental, fue designada en enero de este año con el objetivo de formular pautas sobre derechos de propiedad intelectual antes de que comience la recolección de datos sobre plantas medicinales.

"Existe un temor comprensible a la filtración de datos debido a la participación de agencias internacionales en el proyecto. Para aliviar este temor, iniciamos un diálogo con ambientalistas y ellos sugirieron la creación de esta comisión para supervisar adecuadamente la recolección de datos", explicó Algama.

Este proceso llevó a la creación de una comisión integrada por ONGs, organismos gubernamentales y representantes de otros programas ambientales del Banco Mundial.

"Creemos que las ONG ambientalistas tienen mucho que ofrecer en cuanto a investigaciones y conocimientos", manifestó Algama.

El proyecto forma parte de un programa mundial del Fondo para conservar las plantas medicinales.

En Sri Lanka, el plan incluirá un estudio socioeconómico para analizar la dependencia de los aldeanos respecto de las plantas medicinales y recomendar otras formas de autoempleo y actividades generadoras de ingresos.

Los patrocinadores del programa, que durará cinco años, identificaron cinco sitios forestales (Bibile, Ritigalla, Rajawake y Naula) donde los lugareños explotan inadecuadamente los recursos por motivos económicos.

"En Naula, por ejemplo, valiosos árboles con propiedades medicinales son convertidos en leña", explicó Cyril Pallegedera, coordinador del proyecto adjunto al Ministerio de Ambiente, que administra el programa.

Así mismo, el programa comprenderá un estudio etnobotánico destinado a entender mejor el papel de las plantas medicinales y otras en el sustento de las comunidades. Este estudio preocupa a los ambientalistas.

"No sabemos qué tipo de datos recogerán en este estudio, y ésa es una de nuestras preocupaciones", manifestó Withanage, de la Fundación Ambiental.

Si bien se ha asegurado que la recolección de datos deberá ser aprobada en primer lugar por la Comisión sobre Derechos de Propiedad Intelectual, algunos de los datos fueron recogidos el año pasado, antes de que se estableciera la comisión, observó.

La Fundación Ambiental sostiene que es necesaria una ley de derechos de propiedad intelectual sobre especies vegetales, que Sri Lanka no tiene en este momento, para regular la recolección de recursos biológicos.

"No nos oponemos al proyecto porque a veces las plantas medicinales pueden desperdiciarse si los aldeanos no las usan adecuadamente, pero no queremos que datos valiosos como la fuente de varias hierbas medicinales y su preparación se publiquen en el exterior sin beneficio para nuestro pueblo", aclaró Withanage.

Esta isla tropical del Océano Indico tiene, como otros países en desarrollo, una gran riqueza en especies vegetales, que son procuradas por compañías farmacéuticas multinacionales para patentar productos elaborados en base a esas plantas y ganar así miles de millones de dólares.

Aunque la exportación de plantas medicinales y sus extractos está prohibida, se han encontrado ingeniosas formas de sacarlas del país. Se estima que al menos 40 por ciento de los fármacos occidentales contienen extractos de plantas asiáticas.

La madera de un árbol de Sri Lanka llamado Kothalahimbutu (salacil reticulata) es conocida por su facultad de controlar la diabetes. Los médicos tradicionales aconsejan a los pacientes tomar el agua depositada durante toda una noche en recipientes hechos con esa madera.

Según informes, una compañía japonesa patentó el año pasado un producto elaborado en base a la madera del Kothalahimbutu a través de la Sociedad Química Estadounidense. (FIN/IPS/tra-en/fs/an/mlm/en/99

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