La salud bucal también constituye una medida del subdesarrollo. Pese a que realizó grandes avances, América Latina sigue presentando el doble de caries dentales que Estados Unidos.
La salud bucal se mide y se compara principalmente por un índice adoptado internacionalmente, el CPOD (siglas de caries, pérdidas y obturaciones dentales).
Argentina y Cuba, los países latinoamericanos en mejor situación, registraban un índice CPOD de 2,9 en el informe de la Organización Panamericana de Salud de 1998, contra 1,4 de Estados Unidos y 1,8 de Canadá.
En el otro extremo está la mayoría de los países de América Central y el Caribe, encabezados por Guatemala, con 8,1. Costa Rica presenta un índice de 4,7, pese a su desarrollo social relativamente elevado entre sus vecinos.
Brasil se destacó en la región por un espectacular progreso en salud dental desde la década pasada. Su CPOD, que era de 6,4 en 1986, bajó a 3,1 diez años después, prácticamente anticipando la meta de tres fijada para el año 2000.
Un intenso trabajo preventivo, con aplicación de fluor en el agua distribuída a la población, campañas de los dentistas y "buenos programas de gobiernos estaduales y municipales" explican ese avance, según Deo Costa Ramos, presidente de la Federación Odontológica Latinoamericana (FOLA).
La continuación y profundización de tales medidas serán tema del VIII Congreso Internacional de Odontología que tendrá lugar en Brasilia entre los días 17 y 20.
"Odontoeducación" será la expresión clave del encuentro que reunirá a cerca de 3.500 dentistas, técnicos en higiene dental y profesionales afines, adelantó Carmen Vania Dal Moro, quien preside la sección Distrito Federal de la Asociación Brasileña de Odontología.
Además de recalcar la necesidad de educación preventiva, el congreso tratará el tema de forma muy amplia, "en el contexto de la salud general de las personas" y en sus implicaciones sociales y psicológicas, añadió la odontóloga, señalando que la consigna será "Adopte una sonrisa".
"Las caries están directamente relacionadas con las condiciones socioeconómicas de la población. En las capitales brasileñas el agua consumida tiene fluor, pero no es así en todo el país", observó Artur Ribeiro Jamalo, que presidirá el VIII Congreso del Distrito Federal.
La odontología en cuestión no se limita a los dientes, sino que cuida la salud bucal. Alimentación, respiración, habla, mal aliento, ronquido y apnea nocturna serán temas de cursos durante el encuentro.
También se abordará la problemática del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida), para que los dentistas sepan cóomo diagnosticar señales precoces de la enfermedad y darle un tratamiento adecuado a los portadores del virus HIV.
Ese será el primero de una serie de ocho cursos en Brasil y cuatro en los demás países latinoamericanos programados para los próximos congresos odontológicos, anunció el presidente de la Federación Regional.
Además de enseñar medidas de seguridad, se tratará de despejar prejuicios en relación a los contaminados. "Ya hubo quejas sobre dentistas que se niegan a tratar enfermos de sida", admitió Costa Ramos.
El congreso es básicamente brasileño, pero contará con participación de representantes extranjeros, especialmente del Cono Sur.
Brasil es el país latinoamericano que más avanzó en el desarrollo científico y tecnológico de la odontología, pero hay experiencias interesantes en muchos otros, agregó.
Una de ellas tiene lugar en Costa Rica, donde se agrega fluor en la sal, con buenos resultados, ejemplificó.
En Brasil, con distintos hábitos alimentarios en su extenso territorio, se consideró más efectivo hacerlo en el agua. Pero también en las pastas dentales, casi todas fluoradas desde hace unos diez años.
Un problema futuro en Brasil será el exceso de dentistas, que ya suman 150.000, casi la mitad del total latinoamericano, de 350.000. Ya hay prácticamente uno cada mil habitantes, más que lo recomendado por la Organización Mundial de Salud, de uno cada 1.200.
Con la reducción acelerada de las caries en las nuevas generaciones y el surgimiento de nuevas facultades de odontología privadas, "mercantiles y de baja calidad", son desalentadoras las perspectivas de ese mercado de trabajo, concluyó el presidente de la FOLA. (FIN/IPS/mo/dg/he/99
