COMERCIO: Futuro de Convención de Lomé sigue en la nebulosa

Los 71 países de Africa, Caribe y el Pacífico que integran el grupo ACP y los 15 miembros de la Unión Europea (UE) siguen ostensiblemente divididos sobre el futuro de la Convención de Lomé, el pacto comercial y de ayuda que expira en febrero del 2000.

Tras cinco meses de debates, los dos bloques no han logrado fijar un rumbo para alcanzar las reglas de libre intercambio global fijadas por la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Los más preocupados son los 32 paíes ACP que no figuran entre los menos desarrollados y pueden perder su acceso preferencial a los mercados de la UE.

«El mayor desafío para nuestras negociaciones está en el área del comercio», indicó George Saitoti, ministro keniano de Desarrollo y titular del consejo de ministros ACP, que comenzó este lunes dos días de sesiones en Dakar.

La UE reiteró que desea establecer acuerdos de libre comercio con las naciones ACP, como base para fijar Acuerdos Regionales de Asociación Económica.

«La posición de la UE es que el régimen comercial anterior y actual no es sostenible y deben ser negociados nuevos convenios comerciales ACP-UE», dijo Saitoti.

Los acuerdos de libre comercio no tendrán un impacto positivo sobre los países ACP, señalaron tanto delegados del grupo como estudios realizados en noviembre por la Comisión Europea.

La UE cree que las naciones caribeñas pueden conformar un nuevo acuerdo de libre comercio basado en los actuales CARICOM y CARIFORUM, mientras las de Africa Austral podrían hacerlo apoyándose en sus convenios de unión aduanera SACU-SADEC.

Mucho más tiempo se necesitará para crear áreas de libre comercio en Africa occidental y oriental (Kenia, Tanzania y Uganda), en Africa central y en el Pacífico, con el fin de ampliar las actuales uniones económicas, monetarias y aduaneras.

No obstante, los países ACP sostienen que las dimensiones de la integracion economica y/o asociaciones entre ellos todavía es limitada, incluso en las subregiones identificadas por la UE.

Un documento de los ACP expresa que «el acceso recíproco (al mercado) podría ser de un beneficio inmediato para la UE y, a mediano plazo al menos, lleva implícito el riesgo de una pérdida de los ingresos de exportación para los estados ACP dependientes de los gravamenes de importación».

Saitoti apuntó que «además de proporcionar una fuente de materias primas para sus industrias, la cooperación ha beneficiado a la UE por los firmes lazos económicos que se desarrollaron y sostuvieron en el tiempo».

Los 15 miembros de la UE quieren que la futura Convención de Lomé defina nuevos convenios de libre comercio que reemplacen las actuales preferencias no recíprocas concedidas a todos los países ACP.

Esytos últimos aducen que la naturaleza de esos arreglos sólo tendría que ser negociada durante el período previo a la entrada en vigencia de los nuevos convenios comerciales, que comienza en septiembre del 2006.

La duración de ese lapso preparatori sigue siendo el mayor obstáculo para las actuales negociaciones.

La posición del grupo ACP es que debería durar varios años más, durante los cuales el acceso preferencial al mercado de la UE también debería ser mejorado.

Expresaron igualmente que los arreglos comerciales deberían ser voluntarios, dado que la mayoría de las regiones ACP carecen de la capacidad necesaria para negociar y poner en marcha esos convenios.

Numerosos delegados ACP en Dakar calificaron de poco realista creer que el grupo podía preparar y negociar acuerdos de libre comercio con Europa en el lapso de cinco años.

La UE, por su parte, estima que los nuevos convenios deberían ponerse en vigor lo antes posible, y propuso un período preparatorio de cinco anos durante el cual el acceso al mercado europeo por los ACP permanecería sin cambios.

El ministro alemán de Asuntos Exteriores y titular del Consejo de Asuntos Generales de la UE Joshka Fisher dijo que los estados ACP «sólo podrán mejorar su posición en el comercio mundial si cierran más estrechamente sus filas a nivel regional».

Fischer recordó a los participantes que los europeos tienen mucho para ganar con el desarrollo económico y la prosperidad de las naciones ACP.

«Nosotros nos beneficiaremos si el vigor ecoóomico de los estados ACP puede ser impulsado y su posición en el comercio mundial sustancialmente mejorada», declaró.

A pesar de las preferencias que se les otorga, las exportaciones de las regiones ACP a Europa declinaron en la última década.

Observadores en Lomé señalaron que el tiempo se estaba agotando parea llegar a un acuerdo, a sólo 12 meses de que expire la Convención. (FIN/IPS/tra-en/ns/kb/ego-dg/if-dv/99)

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