El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) prevé un aumento de las catástrofes ambientales y exhortó a sus miembros a pagar sus aportes correspondientes para hacerles frente.
"Se avecinan nuevos peligros ambientales en todo el planeta, y para enfrentarlos el PNUMA necesita más fondos que los requeridos por sus obligaciones habituales", dijo Klaus Toepfer, director del organismo, en la sesión de apertura del vigésimo Consejo de Gobierno del PNUMA realizado en Nairobi esta semana.
El PNUMA estima que necesita 119,4 millones de dólares para los próximos dos años, es decir, 60 millones más que para el bienio anterior.
"Le propusimos al Consejo aprobar un presupuesto de 119,4 millones de dólares porque tenemos por delante inmensos desafíos y expectativas", anunció Toepfer el lunes pasado ante más de 600 delegados.
Toepfer declaró a la prensa que el presupuesto solicitado representa sólo "un modesto incremento para este bienio, basado en lo acordado por los gobiernos en 1997".
"La suma, en mi opinión, representa el nivel financiero mínimo que posibilitaría al PNUMA recuperar su eficacia, su masa crítica y el capital de operaciones necesario para ejecutar el programa de trabajo", dijo Toepfer.
"No creo que un incremento de 60 millones de dólares por año para el organismo mundial del ambiente sea pedir demasiado, sobre todo si consideramos que aumentaron las exigencias de la organización debido a la expansión de nuestro mandato", agregó.
El pago de los aportes que el PNUMA reclama a los países será utilizado para costear actividades como la lucha contra los incendios forestales en Asia y contra las inundaciones en algunas regiones de Africa y del Caribe, que el año pasado produjeron daños por valor de unos 90.000 millones de dólares.
Los incendios forestales en algunas zonas de Asia sudoriental en 1997 y 1998 causaron problemas de salud a decenas de miles de personas, expuestas durante semanas a grandes cantidades de gases producidos por el fuego, según un nuevo informe del PNUMA.
Los fuegos destruyeron la mayor parte del Kalimantán de Indonesia, los bosques de Sumatra y de Java, y en menor medida, afectaron a Brasil, Canadá, Francia y México, según el informe titulado "Incendios Forestales y Medio Ambiente: una síntesis mundial".
El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, señaló ante el Consejo que la advertencia anticipada de los desastres ambientales podría ayudar incluso a prevenir conflictos en varios países.
"Los estudios del PNUMA y las herramientas para prevenir las catástrofes podrían contribuir con los esfuerzos de la ONU para instaurar la paz, ya que la degradación ambiental y los asuntos referentes a los recursos naturales pueden provocar conflictos", explicó Annan.
Los ministros de Ambiente de los 58 países que integran el gobierno del PNUMA diseñarán la nueva política mundial en el área teniendo en cuenta los nuevos problemas ambientales a los que se enfrenta el organismo.
Uno de los puntos claves que discutirán los participantes es el desarrollo y la supervisión de un sistema de alerta rápido que permita al PNUMA prevenir desastres ambientales como el terremoto de la semana pasada en Colombia o los incendios forestales de Indonesia en 1998.
También se espera que el Consejo discuta el impacto económico y financiero a nivel mundial puesto que, según el PNUMA, se incrementó el riesgo de una crisis financiera a corto plazo que podría producir una reducción de las ganancias ya obtenidas mediante las políticas ambientales de varios países.
"Se insta a los gobiernos a ocuparse del impacto social causado por el aumento del desempleo. En un mundo que se va quedando sin fronteras nacionales, debemos crear nuevas fronteras mundiales a través de mecanismos legales e institucionales, para aprovechar las fuerzas de liberalización y globalización", sostuvo Toepfer. (FIN/IPS/tra-en/ja/mn/ceb/nc/aq/en/99