CUBA: Narcotráfico quiere convertir la isla en trampolín

La apertura de Cuba a la inversión extranjera y al turismo aumentó para la isla el riesgo de ser utilizada como trampolín del tráfico de drogas hacia Estados Unidos y Europa, advirtió el presidente Fidel Castro.

"Persiste el interés del narcotráfico de usar Cuba como tránsito e ir estimulando el consumo interno", alertó Castro, al brindar detalles sobre una red en la cual estarían involucrados empresarios con negocios en La Habana.

El mandatario habló el martes ante 5.000 miembros de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) con motivo del 40 aniversario de esa institución y una primera parte de sus palabras fueron transmitidas al público cubano la noche del miércoles.

El problema del narcotráfico resulta de especial sensibilidad en Cuba, que en 1989 quedó estremecida con un proceso por ese y otros delitos contra 14 militares de alto rango, cuatro de los cuales fueron condenados a muerte.

Por otra parte, el combate contra el paso de las drogas por territorio cubano resulta, lo quiera o no el gobierno, un asunto de seguridad nacional, debido en especial a la proximidad de la isla con Estados Unidos, el mayor mercado de estupefacientes del mundo.

En su discurso de cinco horas, el mandatario señaló a José Royo Llorca y José Anastasio Herrera, directivos de la empresa de capital mixto Artesanía Caribeña Poliplast and Royo, como responsables de operaciones de trasiego de droga a través de la isla hacia terceros países.

Castro dijo que las primeras informaciones sobre Royo y Herrera surgieron luego de detectarse, a principios de diciembre, un alijo de estupefacientes en el puerto colombiano de Cartagena que estaba destinado a La Habana en tránsito hacia Europa.

Las investigaciones de la policía cubana condujeron a los empresarios, que, al parecer, ya habían realizado otras acciones del mismo tipo utilizando suelo cubano, agregó el mandatario.

Castro sostuvo que se pudo constatar, además, que ambos empresarios actuaban "fraudulentamente" desde 1997, y que el Banco Financiero Internacional había abierto un expediente a Royo por el manejo sospechoso de grandes sumas de dinero, por lo general en efectivo.

De acuerdo con esas investigaciones, resumidas en un informe leído por Castro, se confirmaron además indicios del desarrollo de operaciones y planes de lavado de dinero a través de préstamos a empresas cubanas.

En el documento se aclara que "hasta el momento no se han obtenido elementos que impliquen la participación de cubanos en actividades de narcotráfico internacional", aunque "algunos incumplieron normas y procedimientos establecidos".

El presidente comentó que ahora se debía investigar "cómo se estableció la empresita mixta, que tiene que haber sido concebida con toda antelación y diseñada para una actividad de este tipo".

En opinión del gobernante, la heterogeneidad en la organización y métodos del narcotráfico tanto en puntos de frontera como en operaciones sobre el espacio aéreo y aguas territoriales "tienden a dificultar su detección y repercuten en la vida interna" del país.

En noviembre, 18 extranjeros fueron detenidos cuando intentaban introducir más de 53 kilogramos de cocaina y 1.320 de hachís con destino a Gran Bretaña.

Estos arrestos "evidencian la peligrosidad de este tipo de hechos, pues la droga se oculta en hoteles y casas particulares hasta su destino final", con el consiguiente riesgo interno para Cuba, conjeturó el gobernante.

Informes oficiales señalan que en 1998 se duplicaron, en relación con 1996 y 1997, la recalada de barcos de cargamentos de drogas en las costas cubanas.

Al respecto, el mandatario dijo que antes los cargamentos eran devueltos, pero en la actualidad, "algunos inescrupulosos entusiasmados con una ganancia fácil" comercializan la droga en zonas turísticas y en la capital.

Desde su perspectiva, el alijo de siete toneladas de droga descubierto en Colombia representa "mayor peligrosidad aún" por lo novedoso y complejo del modo de operar y el volumen de la carga oculta en contenedores con destino a Cuba.

Consideró "una lástima" no haberse enterado de ese caso antes, y no a través de agencias cablegráficas, ya que existen acuerdos de cooperación y buenas relaciones con el gobierno de Colombia.

En esta década, Cuba ha firmado convenios bilaterales con 18 países y mantiene además estrechas relaciones de colaboración con naciones como Gran Bretaña, en tanto negocia alrededor de 20 de acuerdos.

La Habana es firmante, además, de las tres convenciones internacionales vigentes en materia de drogas, la de estupefacientes de 1961, la de sustancias psicotrópicas de 1971 y la de Viena de 1988.

Expertos apuntan que el cumplimiento de sus compromisos internacionales en esa materia tiene para la isla "una importancia estratégica".

"Más allá de cualquier otra consideración, hay un problema de seguridad nacional para el país", reconoció, al respecto, el académico cubano Luis Suárez, del Centro Coordinador para el Desarrollo de las Investigaciones Sociojurídicas con sede en La Habana. (FIN/IPS/pg/mj/ip/98

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