BRASIL: Lucha por derecho a la vida comienza a dar resultado

El movimiento de mujeres comenzó a ganar la batalla contra el cáncer de cuello de útero, una enfermedad cien por ciento curable si se trata al inicio, pero que aún provoca una muerte cada hora y quince minutos en Brasil.

Una campaña nacional del Ministerio de Salud aplicó el examen preventivo Papanicolaou a 3.263.000 mujeres entre septiembre y octubre, identificando 53.900 con señales del cáncer, 4.700 de las cuales en fase avanzada.

Los datos revelan una incidencia más amplia que la estimada, ya que el Instituto Nacional del Cáncer (INCA) preveía 21.725 nuevos casos en 1998. Las muertes serían 6.815, con un aumento de 18,3 por ciento sobre las de 1997 y bordeando las 7.165 previstas para el cáncer de mama, el que más afecta a las mujeres.

La campaña "democratizó la información", en un país donde estaba limitada a una pequeña parte de la población, así como el tratamiento, destacó Maria Aparecida Schumaher, dirigente de la no gubernamental Rede de Desarrollo Humano (REDEH).

El movimiento de mujeres ya venía proponiendo esta campaña hace 15 años, según Schumaher, que consideró "positivos sus resultados", pese a la rapidez de su ejecución y escasa preparación.

Además de ampliar el conocimiento sobre la enfermedad en el país, "se generó demanda por servicios públicos de salud" para el cáncer uterino y enfermedades relacionadas, como las sexualmente transmisibles, que involucran también a los hombres.

Los exámenes identificaron también algún tipo de infección vaginal en 1,2 millones de mujeres, de 36,7 por ciento de las examinadas. Esas infecciones, especialmente la presencia del papilomavirus (HPV) que produce verrugas en los órganos sexuales masculinos y femeninos, favorecen el cáncer uterino.

La amplia divulgación sobre la enfermedad también estimuló la movilización social contra las muertes totalmente evitables si se universaliza el Papanicolaou entre las mujeres sexualmente activas.

La REDEH y otras cuatro organizaciones no gubernamentales (ONG), en convenio con el Ministerio de Salud, iniciaron en octubre un movimiento para hacer efectiva la campaña, capacitando como "agentes de prevención" a líderes de las distintas comunidades, sean indígenas, rurales o trabajadoras urbanas.

Cinco seminarios reunieron 240 mujeres de todas partes del país para conocer como hacer exámenes seguros y exigir tratamiento adecuado. Recibieron videos, manuales y equipos para multiplicar las agentes en sus comunidades y asistirán a otros cursos, indicó Schumaher.

Al firmar el convenio con las ONG, el Ministerio de Salud aceptó las críticas sobre su campaña apresurada y la necesidad de ampliar el acceso a información y tratamiento a todas las mujeres, destacó.

El sistema de salud pública del país enfrenta limitaciones que pueden prolongar el sufrimiento de mujeres pobres ya informadas de su propio cáncer y que esperan por un tratamiento, señalaron Ana Maria Costa y Estela Leao Aquino, expertas en salud colectiva de las Universidades de Brasilia y de Bahia.

Además, la rapidez de la campaña aumentó la posibilidad de falsos resultados positivos en los exámenes hechos, añadieron.

Estos son problemas que las ONG pueden ayudar a superar, movilizando a la sociedad, a la vez que se exige al gobierno que provea más y mejor asistencia, establezca normas y coordine con las autoridades estaduales y municipales la prestación de servicios de salud, según Schumaher.

El nivel de incidencia del cáncer de cuello de útero en Brasil "es alarmante e inaceptable", ya que es evitable, con tecnología conocida, "de bajo costo, simple y eficaz", reconoció el Ministerio de Salud.

El examen para su detección lleva el nombre del médico griego George Nicholas Papanicolaou, que lo desarrolló tras muchos años de investigación, y es reconocido internacionalmente desde 1943.

Brasil lo adoptó en sus servicios de salud hace 50 años, pero no de forma que permitiera llevarlo a las mujeres pobres y menos informadas. Por eso registra una mortalidad de las más elevadas en el mundo, por una enfermedad totalmente controlada en muchos países.

La campaña masiva y la movilización social abren en esa área nuevas posibilidades al derecho a la vida de las mujeres, que también siguen sufriendo muertes evitables a causa de abortos practicados en condiciones de alto riesgo, por su clandestinidad. (FIN/IPS/mmb-mo/ag/he/99

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe