Las cooperativas de Costa Rica están de luto, tras el cierre ordenado por el gobierno de los dos bancos del sector, ante serios problemas de liquidez que se arrastraban desde meses atrás.
La decisión de cerrar el Banco Cooperativo Costarricense (Bancoop) y el Banco Federado coronó la crisis del movimiento cooperativo, forma de asociación muy difundida en la agricultura y la agroindustria de este pais centroamericano.
El presidente de Costa Rica, Miguel Angel Rodríguez, aseguró el martes que su decisión fue tomada tras discusiones con representantes del sector y de organismos de supervisión financiera.
Cinco entidades cooperativas han presentado problemas desde la segunda mitad del año.
El Banco Federado, que pertenece a 40 cooperativas, fue intervenido por la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) a inicios de septiembre por problemas de liquidez.
Expertos del sector aseguran que los problemas del banco se produjeron tras la incertidumbre que causada, semanas atrás, por el anuncio de la liquidación de Coovivienda, entidad dedicada al financiamiento a largo plazo de proyectos de vivienda popular.
La crisis del sector financiero cooperativo estaba declarada, pero tomó un giro mayor la semana pasada, cuando la Sugef anunció la intervención de Bancoop.
Bancoop es el brazo financiero más fuerte del movimiento cooperativo y pertenece a 104 de estas asociaciones.
Analistas del sistema financiero aseguran que el problema de los bancos cooperativos ha sido, como en otras latitudes, el "descalce de plazos".
Esta situación se origina cuando una entidad capta dinero del público a corto plazo y hace préstamos a largo plazo, por lo que los problemas se manifiestan, tarde o temprano, en la liquidez.
El "descalce" se combina también con problemas en el manejo de la cartera crediticia, los cuales están bajo investigación de la Sugef.
Rodolfo Navas, miembro del consejo de administración de Bancoop, admitió que este banco fue intervenido por problemas de liquidez, ocasionados por una reacción en cadena (o corrida) que provocó la crisis del Banco Federado.
La decisión de cerrar los bancos "es buena y acertada porque genera confianza y liquidez", señaló Navas, quien, dijo, habría preferido una salida menos drástica.
"Existen otras opciones viables para el banco", planteó Navas.
Ambas entidades serán absorbidas por el estatal Banco Nacional de Costa Rica (BNCR), en un intento del gobierno por evitar que los problemas financieros causen mayores estragos en las cooperativas.
El BNCR, el banco más grande del país, asumiría los activos, pasivos y patrimonio tanto de Bancoop como del Banco Federado.
El gobierno aseguró que adelantará casi 100 millones de dólares para fortalecer a las cooperativas de base y ayudarlas a enfrentar la crisis provocada por la falta de liquidez.
Esta suma representa el equivalente a lo que por ley, el BNCR debe trasladar de su utilidad anual al Instituto de Fomento Cooperativo (INFOCOOP) en los próximos cuatro años.
De acuerdo con la legislación, el BNCR está obligado a trasladar 10 por ciento de sus ganancias anuales a las cooperativas.
"Desde el punto de vista cooperativo estamos conscientes de que debemos ir hacia un proceso de reordenamiento y reestructuración", aseguró Víctor Hugo Morales, representante del INFOCOOP.
"El plan nos complace en cuanto a las soluciones de liquidez que plantea, pero vamos a analizar la defensa del patrimonio", dijo.
Con el cierre de ambas entidades y el traslado de sus cuentas al BNCR, las cooperativas accionistas perderán sus aportes de capital.
A cambio, el gobierno les ofreció créditos de largo plazo por montos equivalentes a las pérdidas.
En todo el sector cooperativo hay más de 800.000 asociados. En el sector de ahorro y crédito, por ejemplo, hay unos 250.000 asociados.
Todas las cooperativas dueñas del Banco Federado son de ahorro y crédito, mientras que las de Bancoop tienen un origen más diverso, situación que podría afectar a diferentes sectores productivos. (FIN/IPS/rmi/mj/if/98
