/REPETICION/EEUU: Muerte de seis estudiantes kenianos atribuida a ola racista

La muerte misteriosa de seis estudiantes de Kenia en cinco años podría ser la manifestación de una nueva ola de racismo en Estados Unidos, alertaron activistas de derechos humanos.

El último caso es el de Catherine Mutheki, estudiante de primer año de enfermería en el instituto de la comunidad de Muscle Shoals, estado de Alabama, cuyo cadáver apareció el 13 de agosto en estado de descomposición, colgado cerca de un ramal apartado de la vía férrea.

El cuerpo de Mutheki, de 20 años, fue hallado a menos de 200 metros del lugar donde residía. La estudiante desapareció y murió poco después de los atentados contra las embajadas de Estados Unidos en Kenia y Tanzania el 7 de agosto, al parecer cometidos por militantes islámicos.

Integrantes de la comunidad keniana en Estados Unidos que reclamaron reserva sobre su identidad dijeron a IPS que pudo tratarse de un linchamiento, a pesar de que las autoridades concluyeron tras una polémica autopsia que fue un suicidio.

Un amigo de Mutheki dijo a IPS que la estudiante sentía temor de la pequeña comunidad sureña de Muscle Shoals, y que informó al menos a un profesor de que alguien la perseguía en el recinto del centro de enseñanza.

La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) comenzó una investigación, y el Departamento de Justicia decidirá en breve si lanza otra que concentre su atención en los derechos civiles, dijo el abogado Martin White, keniano residente en Nueva York.

La policía atribuyó el suicidio a problemas financieros o de estudios, pero White advirtió que Mutheki pagaba la cuota con puntualidad y que tenía excelentes calificaciones. Hasta el 10 de agosto, jamás faltó a una clase, reveló el portavoz del instituto de enseñanza, Jim Silverberg.

"Me siento amenazada", dijo Mutheki en un mensaje grabado en el contestador telefónico de una amiga el 7 de agosto, el mismo día de los atentados contra las embajadas estadounidenses, de los que al principio se llegó a responsabilizar a grupos locales en Kenia y Tanzania.

Los linchamientos de negros en el sur de Estados Unidos a manos de blancos racistas, nucleados en organizaciones como el Ku Klux Klan, fueron una preocupación hasta bien entrada la década del 60.

En 1996, varias iglesias de negros en el sur estadounidense fueron presa del fuego.

Alabama es un estado paradigmático en materia de racismo. En 1964, cuatro niñas murieron en el incendio intencional de una iglesia negra en Birmingham. En 1965, las autoridades reprimieron con saña a los manifestantes que participaban en una marcha de Selma hasta Montgomery, la capital.

Organizaciones de derechos humanos en Nairobi temen que el caso de Mutheki, al igual que los que le precedieron, sea olvidado tan pronto como haya pasado la tormenta.

"Se repite la misma historia una y otra vez. Matan a un estudiante en el extranjero, esperamos que el gobierno actúe, pero nada sucede y los culpables escapan", dijo Mutuma Rutere, investigador de la Comisión de Derechos Humanos de Kenia (KHRC).

La Embajada de Kenia en Washington urgió por escrito al Departamento de Policía de Alabama a efectuar una investigación más exhaustiva sobre la muerte de la estudiante, informó la cancillería del país africano.

La autopsia atribuyó la muerte de Mutheki a un suicidio. "No había ninguna otra señal de trauma. No había ninguna evidencia médica de un ataque sexual o nada que se le pareciera", agregó el informe remitido al gobierno keniano.

Pero la comunidad keniana de Estados Unidos atribuyó la muerte de Mutheki a una campaña de odio contra los kenianos en la comunidad de Muscle Shoals, quizá en represalia por los atentados a las embajadas en Nairobi y Dar es Salaam.

"No existe ningún indicio de que ella tuviera alteraciones emocionales. De hecho, todos en la universidad, incluyendo un profesor, llegaron a afirmar que no fue un suicidio", dijo White, en un mensaje que circuló en Internet.

White afirmó que Mutheki estaba "colgando a unos pocos centímetros del piso", lo cual para un suicidio es una distancia demasiado pequeña para ser efectiva.

"Aparentemente el Departamento de Policía de Muscle Shoals todavía investiga la muerte de Mutheki y no ha determinado que haya sido un suicidio", advirtió.

White afirmó que representantes de la comunidad keniana de Alabama llegaron a Muscle Shoals justo a tiempo para impedir que el cadáver fuera cremado por las autoridades del centro de enseñanza en el que Mutheki estudiaba.

"Algo bastante extraño, dado que se trata de una mujer extranjera cuya causa de muerte aún no ha sido oficialmente determinada por la policía local", sostuvo.

La familia de Mutheki en Kenia afirmó que no pudo determinar la causa de la muerte ya que algunos órganos vitales, como los riñones y senos, necesarios para la autopsia, faltaban en el cadáver, que le fue enviado por avión el mes pasado.

Mutheki es la sexta estudiante keniana que muere en Estados Unidos en circunstancias misteriosas en los últimos cinco años.

La KHRC, que analizó este caso y el de Edwin Njuguna, estudiante muerto a puñaladas el año pasado, criticó tanto al gobierno de Estados Unidos como al de Kenia por sus omisiones en las investigaciones. "Obviamente existe un problema de falta de acción en ambos gobiernos", manifestó Rutere.

"Dada la posición débil de nuestro gobierno, no podemos presionar demasiado a Estados Unidos. Por otro lado, existe un problema de racismo y falta de investigación", expresó Rutere.

Un año después de la aparición en septiembre de 1997 del cadáver de Njuguna, estudiante de 24 años en el Valle del Napa, cerca de San Francisco, sus padres, que afirman tener los nombres de los asesinos, expresaron que el FBI cerró el caso y que la Policía local les dijo que dejaran de molestar.

"El Ministerio de Relaciones Exteriores parece haber limitado sus actividades a la repatriación de cuerpos, en vez de hacer todo lo posible por asegurar que se haga justicia", manifestó en un editorial el periódico Sunday Nation.

"El resultado no es para nada alentador, viendo cómo estudiantes kenianos mueren en el extranjero. Pero lo que es aun más preocupante es que el espectro de racismo siempre está cerca de estas muertes inútiles", agregó. (FIN/IPS/tra- en/ja/mn/mv/mj/ip hd/98

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