La rebelde Unión Congoleña por la Democracia (UCD) rechazó toda colaboración con Jean-Pierre Bemba, líder del Movimiento de Liberación Congoleño, que se ha unido al combate en la República Democrática de Congo (RDC, ex Zaire).
Bemba, un hombre de negocios de 39 años sin experiencia militar, arguyó que una serie de victorias en el noreste de la RDC otorgan a sus fuerzas la iniciativa en la lucha contra el presidente Laurent Kabila.
"No me interesa discutir con esta gente. Deberían estar en el campo de batalla, para comprobar (los hechos) por sí mismos" , dijo Bemba, refiriéndose a la UCD. "Nos proponemos tomar un pueblo tras otro".
La aparición de Bemba agregó en los últimos 10 días un nuevo elemento desconcertante a una ya enredada rebelión, que estalló el 2 de agosto.
Bemba atribuyó a su grupo la captura de Aketi y Dulia, dos localidades situadas en el noreste de la región Oriental y la muerte de unos 200 soldados de Chad que luchaban con las tropas de Kabila.
Pero el portavoz de la UCD, Arthur Zahidi N'Goma, respondió que Bemba tiene delirios de grandeza y "ningún tipo de experiencia militar".
La UCD reivindicó públicamente la toma de Dulia y de Aketi. Pero Bemba no se inhibe, y continúa diciendo que sus fuerzas están a punto de capturar Bumba, el portón de entrada a la provincia occidental de Equateur y un objetivo de larga data de la UCD.
N'Goma sostuvo que el líder del Movimiento de Liberación Congoleño dice incongruencias. "Dios mío, no tiene fuerzas. "Es un buen hombre, pero nunca fue un político", dijo el portavoz a IPS desde la oriental localidad de Goma, bastión de los rebeldes.
Bemba es hijo de Bemba Saolona, un empresario exitoso durante la etapa final de la presidencia de Mobutu Sese Seko (1965-1997), cuyos intereses incluían la exportación de café, una aerolínea, una compañía de teléfonos celulares y un cadena de televisión.
Saolona, ex presidente de la Asociación Comercial Nacional de Zaire, tuvo problemas con el gobierno de Jabilia, al igual que otros prominentes partidarios de Mobutu. Dos veces estuvo recluido en la prisión de Makala Central.
El empresario organizó la semana última una conferencia de prensa en Kinshasha para exhortar a su hijo a poner fin "inmediatamente" a su "aventura".
"Quiero liberar a mi país", afirmó Bemba, para explicar su participación en la guerra civil. Dijo haber recibido entrenamiento militar durante tres meses de "instructores extranjeros", que no identificó, en la ciudad de Kisangani, controlada por los rebeldes.
Un periodista que se desplazaba hacia la zona nororiental junto a tropas ugandesas confirmó que Bemba cuenta con una organización militar propia.
Pero el periodista puntualizó que el Movimiento de Liberación Congoleño es una fuerza menor ante las tropas destacadas por Uganda en la RDC para combatir a Kabila, que habrían sido causantes de la derrota del contingente chadiano.
También aclaró que Bemba intenta movilizar a la población de la zona nororiental, donde realizó una concentración pública para reclutar voluntarios.
Bemba creyó ver vacío político en el territorio controlado y asegura que ayuda a llenarlo. "Si Arthur Zahidi N'Goma gastara menos tiempo en París y más tiempo aquí, entendería esto", afirmó.
N'Goma considera a Bemba un oportunista. "Vino al territorio liberado simplemente por tratarse de un área libre. Pero está abusando de esa libertad. Estamos cansados de él", declaró.
El diario ugandés Sunday Vision aseguró el domingo que Bemba se entrevistó con autoridades ruandesas, que colaboran con los insurgentes congoleños, y recibió la sugerencia de ofrecer sus servicios a la UCD.
Ahora, Ruanda ve con malestar que, en lugar de seguir sus instrucciones, Bemba se ha puesto al frente de su propio movimiento rebelde. El gobierno ruandés interpreta que el jefe del Movimiento de Liberación Congoleño se ha plegado a las fuerzas de Uganda.
Ya había señales de división entre Uganda y Ruanda en cuanto a la conducción de la rebelión. Ruanda acusó en octubre a Salim Saleh, medio hermano del presidente ugandés Yoweri Museveni de servirse de la intervención de Uganda para sus propios intereses comerciales.
Hubo un ir y venir de delegados entre Kampala y Kigali, las dos capitales, para intentar la superación de las desavenencias, pero los ruandeses insistieron en sus denuncias contra Saleh.
El diario ugandés New Vision anunció la creación de un nuevo comando conjunto a cargo de las tropas que combaten a Kabila, con participación de 17 oficiales ugandeses, 10 ruandeses y cinco congoleños.
Pero el portavoz militar de Ruanda, mayor Emmanuel Ndahiro, desmintió la versión de New Vision. "Esa historia no tiene ningún asidero", afirmó Ndahiro.
Ruanda admitió públicamente su intervención en la guerra civil de la RDC semanas después de que medios de prensa de Uganda acusaran de cometer desmanes a los efectivos ruandeses destacados en Kisangani.
La aparición de Bemba, a quien los ugandeses negaron ayuda, pero al que evidentemente toleran, pone a prueba la paciencia del gobierno de Ruanda. Parece poco posible que el Movimiento de Liberación Congoleño acepte subordinarse a la UCD, aliada de los ruandeses.
Bemba afirmó que se considera un aliado natural de la UCD, pero agregó qure la RDC "es un país grande, y la rebelión debe estar apoyada por varias fuerzas".
Agregó que estuvo en contacto telefónico con Ernest Wamba-dia- Wamba, el presidente de la UDC, y que es conocido del comandante militar de la misma organización, Jean-Pierre Ondekane.
Pero la UCD aseguró que Bemba ha rechazado todas las invitaciones a ir a Goma para discutir su postura.
Zahidi N'Goma se refirió de modo mordaz a las credenciales revolucionarias de Bemba. "El hombre es un empresario y fue partidario de Mobutu. ¿Qué es lo quiere? ¿Acaso ser arrestado por la UCD, así puede decir que es un prisionero político y que nosotros somos iguales a Kabila? Es muy poco serio".(FIN/IPS/cs- /mn/cb-ff/ip/98
