Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) entre las personas que ejercen la prostitución en Cuba podría convertirse en un serio problema de salud para este país, advirtió un alto funcionario del Ministerio de Salud Pública.
"Se han incrementando estas enfermedades, incluyendo el sida, entre quienes ejercen la prostitución, tanto mujeres como hombres", alertó Rigoberto Torres, epidemiólogo a cargo del programa de ETS y sida del Ministerio.
Informes oficiales revelan que la incidencia de blenorragia en Cuba se multiplicó por 147 entre 1970 y 1995 y la de sífilis por 12 entre 1970 y 1990.
Torres afirmó que hay un "incremento de los casos de sífilis y blenorragia entre las personas que mantienen una conducta sexual prostituida", aunque las "cifras de prostitutas y prostitutos" es aún insignificante como proporción de la población.
En ausencia de estadísticas oficiales sobre prostitución, el semanario Juventud Rebelde, órgano de la Unión de Jóvenes Comunistas, aseguró en su última edición que el fenómeno quedó confirmado en un centro de salud para la atención de prostitutas.
La prostitución resurgió en Cuba a inicios de esta década, junto con el crecimiento del turismo que alcanza más de un millón de visitantes al año, aunque el fenómeno no llega a la magnitud de otros países.
La prostitución no es un delito penado en el Código Penal, pero las personas que se dedican a esa actividad pueden ser retenidas por peligrosidad social o por acoso sexual a los potenciales clientes.
El centro de salud de La Lisa, municipio de la periferia de La Habana, atendió en los últimos meses a cientos de prostitutas llevadas allí para un reconocimiento médico antes de ser conducidas con sus familias, en general lejos de la capital.
Según Juventud Rebelde, estas mujeres "son advertidas asediando a los visitantes extranjeros en las zonas turísticas". Setenta por ciento de ellas proceden de otras provincias y la gran mayoría carecen de permiso de residencia en La Habana.
"La peor señal de los análisis de laboratorio es que de cada diez prostitutas que pasaron por el centro, al menos dos tienen respuesta positiva a los exámenes de serología para sifílis", afirmó el semanario.
"Son jóvenes, muy jóvenes y parecen viejas; por dentro y por fuera. Tienen 17, 20 años y una vagina como si hubieran parido diez hijos", comentó Herminia Sherman, una enfermera con 25 años de experiencia que trabaja en el centro.
Fuentes oficiales informaron que el año pasado se registraron por cada 100.000 habitantes 143,3 casos de sífilis, 307,6 de blenorragia y 11 portadores del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), que causa del sida.
De acuerdo con Salud en el Tiempo, publicación de la Dirección Nacional de Estadísticas del Ministerio de Salud Pública, la incidencia de la sífilis crece de 7,2 casos por 100.000 habitantes en 1970 a 86,8 en 1990.
El despegue de la blenorragia es aún más acentuado al pasar de 2,8 casos por 100.000 habitantes en 1970, a 201,1 en 1980 y alcanzar en 1995 su momento más crítico en las últimas tres décadas, cuando hubo 411,7 casos cada 100.000 habitantes.
La tasa de portadores del VIH y enfermos de sida también observó un ascenso significativo, de 2,6 por 100.000 habitantes en 1990 a 11 por 100.000 en 1997, para un total de más de 2.000 casos desde 1986.
A pesar de que la prostitución femenina es más visible que la masculina, el comportamiento histórico de la incidencia de ETS en la población cubana arroja que los hombres fueron y son más afectados que las mujeres.
La incidencia de sífilis por 100.000 habitantes en 1997 fue de 147,6 hombres y 138,9 mujeres. La diferencia de la blenorragía fue aun mayor al reportarse 475,2 hombres afectados y 138,1 mujeres cada 100.000 personas.
Por su parte, los portadores del VIH y enfermos de sida significan 16,9 por cada 100.000 habita
