Más de 20.000 ciudadanos de Sierra Leona refugiados en Guinea solicitaron su repatriación para escapar de la triple amenaza que representan para ellos los rebeldes sierraleoneses y las fuerzas de seguridad y los insurgentes guineanos.
Los refugiados denunciaron el secuestro de mujeres y niños de sus campamentos en Guinea por parte de los insurgentes sierraleoneses, que responden al derrocado Consejo Revolucionario de las Fuerzas Armadas (CRFA) y a su aliado el Frente Revolucionario Unido (RUF).
La mayoría de los pobladores de los campamentos de refugiados proceden de los distritos de Kailabun y Kono, en el oriente de Sierra Leona, teatro de operaciones de la guerra civil.
Los insurgentes aumentaron en las últimas dos semanas sus incursiones en poblados frontrizos de Guinea y mataron a ciudadanos de los dos países, informó a IPS el periodista Al Hassan Sillah.
"Los rebeldes atacaron y quemaron al menos 36 casas en los pueblos de Kondelaya, Wordu y Bondu, en el sureño distrito de Farannah, donde están los refugiados", dijo Sillah.
Agregó que los atacantes robaron ganado y alimentos y que en su última incursión en los campamentos secuestraron a 16 refugiados sierraleoneses, entre los que se contaban mujeres y niños.
Mientras, los refugiados rechazaron la acusación de las fuerzas de seguridad de Guinea de colaboración con los rebeldes de ambos países.
"Es una acusación ridícula. Los insurgentes mataron a muchas personas en el campamento, y secuestraron a otros, entre ellos a mi esposo", declaró Zainab Fofana, madre de tres niños.
"No podemos vivir en paz mientras los rebeldes nos atacan y los guardias de seguridad nos acosan", advirtió otro sierraleonés.
Los refugiados cursaron al gobierno de Sierra Leona su pedido de repatriación, alegando que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y las organizaciones no gubernamentales no están en condiciones de hacerlo.
También dijeron que se ven forzados a vender leña que cortan en los bosques para subsistir, debido a la entrega tardía de alimentos.
Tres meses atrás, el ACNUR trasladó por aire a 6.000 personas – mayormente mujeres, niños y discapacitados- de Kissidougou y Gueckedou, en Guinea, a Sierra Leona.
En este momento hay casi 400.000 refugiados sierraleoneses en Guinea, pero la cantidad podría aumentar junto con la intensidad de la lucha en la región limítrofe.
El periódico independiente Democrat, de Guinea, aseguró que hay rebeldes infiltrados en los campamentos en la frontera.
"Siete mujeres espías del RUF, encabezadas por la comandante Wilbelmina Fofana, viven en campamentos de refugiados en la frontera con Sierra Leona espiando para el dirigente rebelde guineano coronel Joseph Oraco Zoumaniqui, quien intentará invadir el país antes de fin de año", afirmó Democrat.
Zoumaniqui estuvo supuestamente detrás del motín militar de 1996 en Guinea para derribar al jefe de Estado Lansana Conte. El episodio causó la muerte de varios oficiales, y otros fueron arrestados.
Al tiempo que el gobierno de Guinea refuerza medidas de seguridad en previsión de un ataque rebelde, los refugiados sierraleoneses quieren volver a su país antes de quedar atrapados en las luchas entre gineanos. (FIN/IPS/tra-en/lf/di-ff/ip/98
