El aborto es causa de debate en Sri Lanka una vez más, luego de que el ministro de Salud Pública informara que el gobierno analiza la posibilidad de modificar una vieja ley que prohíbe la terminación inducida del embarazo.
"El gobierno estudia las propuestas para despenalizar el aborto. Estamos analizando el problema pero aún no tomamos una decisión definitiva", declaró el ministro Nimal Siripala de Silva la semana pasada.
La ley sólo permite el aborto cuando el médico lo considera esencial para salvar la vida de la madre, pero la operación se realiza habitualmente en unas 20 clínicas de este país, y aunque son ilegales y conocidas, la policía no las reprime.
"¿En qué ayudaría (la represión) a la sociedad?", inquirió el viceinspector general de la policía, H.M. Kotakadeniya, cuando se le preguntó si la policía clausuraría las clínicas de abortos.
Si la policía "allanara y cerrara las clínicas de abortos para cumplir con la ley, ¿qué haríamos con los embarazos no deseados? ¿Qué normas hay en la ley para solucionar un problema social de esta naturaleza?", agregó.
Ninguna, según Daya Abeywickrema, director de la Asociación de Planificación Familiar de Sri Lanka. "Es inútil que la ley prohíba los abortos porque se practican todos los días", explicó. La cantidad de abortos realizados por día en esta isla de Asia meridional varía entre 500 y 700.
La mayoría de las mujeres que interrumpen voluntariamente sus embarazos son casadas, explicó, y recurren a la operación "cuando falla el método de planificación familiar que utilizan".
Todos los días llaman personas a la oficina de Abeywickrema en Colombo preguntando dónde se realizan abortos. El mayor temor de la Asociación radica en que la mayoría de las clínicas que lo hacen, al funcionar de manera ilegal, no tienen las instalaciones médicas adecuadas, señaló el director.
El aborto inseguro es una de las principales causas de la alta mortalidad materna. Más de 20 millones de mujeres en el mundo se someten todos los años a abortos inseguros y unas 70.000 mueren por esta razón, indicó el Fondo de Población de las Naciones Unidas.
La mayoría de las mujeres de este país no pueden pagar las altas tarifas de las clínicas de abortos. Muchas acuden a personas no profesionales que les ofrecen terminar el embarazo a muy bajo precio, o recurren a métodos peligrosos, como insertarse objetos filosos en la vagina para expulsar al feto.
El aborto es un tema tabú para las tres principales religiones de la isla: el budismo, el cristianismo y el islam. Pero algunos religiosos moderados respaldan abiertamente la legalización de la práctica arguyendo que es inevitable y que los abortos ilegales son inseguros.
La ley que regula el aborto, artículo 303 del Código Penal, fue aprobada en 1883, durante el gobierno colonial británico. La mayor parte del código fue modificada desde entonces, pero las leyes sobre el aborto siguen sin cambiar.
En julio de 1995, el gobierno de Chandrika Kumaratunga intentó actualizar la ley para permitir el aborto en los casos de violación o incesto.
La propuesta desencadenó una avalancha de críticas de los medios de comunicación, el parlamento y los líderes religiosos.
Entonces el gobierno dio marcha atrás. Cuando presentó propuestas al parlamento dos meses después, el ministro encargado cedió a la presión externa y eliminó las referencias al aborto.
Las declaraciones del ministro Silva constituyen el segundo intento del gobierno para modificar las normas sobre el aborto. Y nuevamente, el debate se desató en la prensa.
La defensora de los derechos de la infancia Maureen Seneviratne es una de las principales opositoras del aborto en Sri Lanka.
"Quizá me tilden de anticuada, pero si los argumentos sobre los derechos de la mujer se mantienen y se despenaliza el aborto, será el primer paso hacia la locura" de este país, auguró.
"No se olviden de que el niño que no nació aún no dio su consentimiento a todo esto. El o ella tiene derecho a vivir", argumentó.
No obstante, Seneviratne opina que las mujeres embarazadas a raíz de una violación o una relación incestuosa deben tener el derecho de terminar el embarazo a través del aborto. (FIN/IPS/tra-en/fs/an/aq-ml/he-hd/98
