La Organización de las Naciones Unidas (ONU) admitió que hace cinco años perdió equipos por un valor de 38 millones de dólares en Camboya, una de sus misiones de paz más costosas.
Unos 22,5 millones de dólares en equipos fueron robados ante los propios funcionarios de ONU, que nada pudieron hacer, y otros equipos por un valor de 16,5 millones fueron destruidos por vándalos o perdidos por negligencia de la propia organización.
Los artículos incluían máquinas de fax, refrigeradores, acondicionardores de aire, computadoras y vehículos.
Esas pérdidas, las más grandes en una operación de paz de la ONU desde 1948, ocurrieron entre enero de 1993 y diciembre de 1995.
La misión se llamó oficialmente Autoridad Temporal de las Naciones Unidas en Camboya (UNTAC). Fue creada en marzo de 1992 y disuelta en septiembre del año siguiente, luego de las elecciones en ese país.
Un informe de UNTAC difundido el lunes indicó que en algunas ocasiones la propiedad robada estaba luego a la venta en tiendas de Phnom Penh, la capital.
En los meses finales del mandato de UNTAC, el robo de equipos de la ONU llegó a tal grado que la organización se apresuró a trasladar sus pertenencias a Tailandia, desde donde las despachó a otras misiones de paz.
"Considerando el ambiente en el que operan las misiones, el robo no puede ser eliminado, y sería absurdo implementar medidas de protección si su costo excede el valor de la propiedad que se quiere proteger", indica el informe.
Agregó que proteger los equipos hubiera exigido aumentar los recursos humanos, entre ellos policías militares y civiles y guardias de seguridad de la ONU.
"La cantidad de personal de ese tipo en misiones de paz es en general insuficiente, incluso para investigaciones de fraude, accidentes de tránsito y grandes robos. El costo de aumentar el personal varía de una misión a otra y se debe estudiar detenidamente la relación costo-beneficio", dice el documento.
Una de las mayores pérdidas, equivalente a 25,7 millones de dólares, fue en el rubro transporte, que incluyó jeeps, automóviles, autobuses, remolques y camiones.
Los vehículos fueron robados por conductores locales que dieron domicilios falsos en sus solicitudes de empleo y datos erróneos sobre sus trabajos anteriores, lo que hizo difícil para la policía y los investigadores de la ONU dar con ellos.
El informe señala que el robo de vehículos es preocupante en todas las misiones de paz, y que los mismos constituyen una gran parte de los activos de las misiones de paz. La ONU tomó precauciones adicionales, como el uso de trabas para la dirección de los vehículos y alarmas.
Sin embargo, nadie fue señalado como responsable de los robos en Camboya, pese a que se acusó a algunos empleados de ONU de no hacer lo necesario para proteger los equipos.
El valor total del inventario de pertenencias de la UNTAC era de 232 millones de dólares, y el costo global de la misión se estima en 1.600 millones de dólares, más de los 1.300 millones gastados en las 16 operaciones de paz en 1996.
La Junta de Auditores de ONU advirtió durante las operaciones en Camboya que la organización compró 850 autobuses pequeños cuando en realidad sólo necesitaba 100.
La compra se atribuyó a un error administrativo, y los autobuses se distribuyeron entre otras misiones. Los auditores dijeron que había 193 vehículos faltantes en Camboya.
La otra gran pérdida sufrida por ONU además de la UNTAC fue la de 3,9 millones de dólares en efectivo robados a la misión de paz de Somalia en 1994. Si bien el dinero no fue recuperado, la ONU sugirió que el robo fue producto de "un trámite interno".
Un grupo de 25 expertos internacionales afirmó en 1996 que el precio exorbitante del mantenimiento de la paz era la principal causa del aumento del fraude, el desperdicio y la mala administración del foro mundial.
El presupuesto de la ONU para el mantenimiento de la paz, hasta hace poco una de las escasas áreas de crecimiento del gasto en la organización, pasó de 235 millones de dólares en 1986 a 3.400 millones en 1994, el presupuesto más alto de su historia. (FIN/IPS/tra-en/td/di-ml/ip/98
