El presidente de México, Ernesto Zedillo, pedirá en la VIII Cumbre Iberoamericana enfrentar la crisis financiera internacional de manera conjunta entre los países altamente industrializados y las naciones en vías de desarrollo.
El mandatario efectuará del 11 al 21 de este mes una visita oficial a Gran Bretaña, Irlanda del Norte y Portugal. En este último país europeo participará los días 17 y 18 en la Cumbre Iberoamericana, cita que reunirá en Oporto al menos a 21 jefes de Estado y de gobierno.
Las propuestas que el presidente mexicano hará en la cumbre serán cuatro. La primera es que los países del Grupo de los Siete (G-7) países más desarrollados se comprometan más con políticas tendientes a superar las turbulencias monetarias y repongan a los organismos multilaterales los préstamos que han recibido.
La segunda y tercera propuesta consisten en que los países que han aplicado ajustes fiscales los sigan efectuando para evitar que las crisis los afecten, y las naciones que no los han hecho, los apliquen.
En la cuarta y última, México pedirá que los organismos multinacionales se recapitalicen y adopten medidas que permitan prevenir este tipo de crisis, segun lo detalló la secretaria de Relaciones Exteriores de México, Rosario Green.
Durante su visita a Inglaterra, Zedillo se entrevistará con el primer ministro británico, Tony Blair, con quien buscará promover un liderazgo fuerte del G-7, integrado por Estados Unidos, Alemania, Francia, Canadá, Inglaterra, Italia y Japón.
El presidente mexicano aseguró el viernes que en la actualidad el mundo requiere de nuevas estructuras financieras ante lo obsoleto de acuerdos vigentes como el de Bretton Woods, que fue firmado por las potencias al finalizar la segunda guerra mundial.
Señaló que el sano funcionamiento de los mercados internacionales requiere reglas claras que sean adoptadas por todos los participantes, cuya aplicación sea afectiva y transparente.
"La realidad requiere de una nueva arquitectura del sistema financiero internacional", afirmó Zedillo en un mensaje enviado a una importante reunión de empresarios mexicanos.
"Nuestra economía tendrá que desenvolverse en el futuro cercano dentro del peor entorno mundial que se ha tenido en muchas décadas", advirtió Zedillo al expresar su visión sobre la actualidad del país en el marco de la crisis internacional.
Así mismo, previno que no está a la vista una solución inmediata a la crisis financiera internacional actual, ni una pronta repcuperación de los precios del petróleo.
"En estas condiciones, sobre las cuales nuestro país no puede influir decisivamente, tendrá que darse un gran esfuerzo para reducir, en la mayor medida posible, los daños de la crisis financiera internacional sobre nuestras metas y economías", afirmó Zedillo.
La crisis financiera internacional repercutirá en México en el producto interno bruto, que se estima en 1999 caerá en 1,5 por ciento con respecto al cierre que se espera para 1998, que será de 4,5 por ciento. Esto implica que el próximo año la economía mexicana crecerá apenas tres por ciento, según proyecciones del Banco de México.
Sin embargo, México contará con el apoyo del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial si llega a tener problemas graves por la inestabilidad financiera mundial, aseguró el secretario mexicano de Hacienda, José Angel Gurría.
Agregó que la volatilidad y la caída de los precios del petróleo generaron una mayor depreciación del peso (moneda local) de la que se había previsto.
Estas situaciones explican que la proyectada inflación anual para 1998, que era de 12 por ciento, se incremente al menos tres puntos, y que la estimación del crecimiento de la economía, de 5,2 por ciento, se cambie por 4,5, detalló Gurría.
Sin embargo, pese a la crisis en el sistema financiero internacional, el presidente mexicano aseguró que tomará las decisiones y medidas que conduzcan a cumplir con el objetivo estratégico de consolidar el crecimiento económico en medio de las condiciones adversas. (FIN/IPS/fv/ml/if/98