La guerrilla gana en Colombia cada vez mayor protagonismo en los medios de comunicación, como consecuencia del incipiente proceso de paz iniciado con el gobierno del conservador Andrés Pastrana.
A la definición el lunes del cronograma, temas y participantes en una convención nacional propuesta, con aval del gobierno, por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y la sociedad civil, se sumó este martes el debate en el parlamento de una invitación al jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Las FARC y el ELN, por su orden, las organizaciones guerrilleras más fuertes y de mayor presencia territorial, suman en total unos 15.000 hombres en armas.
A las implicaciones políticas de las negociaciones se agrega el carácter espectacular de algunos episodios y su consiguiente registro en los medios de comunicación, que la semana última dedicaron al asunto dos páginas diarias en promedio, con fotografías en primera plana.
Con un festival de bienvenida y luciendo camisetas blancas que simbolizaban la paz buscada, los guerrilleros presos en la Penitenciaría de ITagui recibierno este martes a los comandantes del ELN Felipe Torres y Francisco Galán, sus compañeros.
Torres y Galán obtuvieron un salvoconducto del gobierno para salir del domingo hasta este martes y asistir a la reunión preparatoria de la convención nacional, realizada en el nororiental departamento de Antioquia.
Representantes de los partidos políticos, de la Iglesia Católica, de organizaciones no gubernamentales y de asociaciones sindicales y de empresarios acordaron en Antioquia con los delegados del ELN que la convención tendrá amplia composición y será instalada el 13 de febrero.
También se resolvió que serán integradas cinco comisiones centrales, la primera de las cuales discutirá sobre derechos humanos, justicia, impunidad e insurgencia.
Las materias de discusión de la segunda comisión serán los recursos naturales y la política energética, y la tercera se concentrará en el análisis de la democracia, el Estado, las Fuerzas Armadas y la corrupción.
Economía y problemas sociales serán las áreas a considerarse en la cuarta comisión, y la quinta estará a cargo del estudio de la cultura, el ordenamiento territorial, problemas agrarios y narcotráfico.
Las comisiones presentarán sus conclusiones en actos programados para abril, junio, julio, agosto y sepiembre. El 12 de octubre de 1999 se realizará la reunión final de la convención nacional, de síntesis, consenso y resoluciones.
La iniciativa de convocar a la convención nacional surgió de una reunión que el ELN y representantes de la sociedad civil colombiana mantuvieron en julio en la ciudad alemana de Maguncia, con el auspiicio del gobierno y de la Iglesia Católica de Alemania.
Mientras, el Senado discutió este martes la propuesta de invitar al jefe de las FARC, Manuel Marulanda, conocido como "Tirofijo", a una sesión especial de las dos cámaras legislativas.
Torres y Galán, del ELN, y un portavoz de una tercer grupo insurgente, el Ejército Popular de Liberación, también serían invitados al parlamento a exponer sus puntos de vista sobre la reforma política que determinaría un eventual acuerdo de paz.
"Los cuatro jefes guerrilleros ya dieron su sí a la invitación del Senado", aseguró la senadora Piedad Córdoba, del Partido Liberal, que junto a sus compañeros de bancada Amílcar Acosta y Jaime Dussan, se entrevistó la semana última con Marulanda.
Córdoba indicó que Marulanda condicionó su presencia en el Congreso a que no lo detuvieran "para meterlo a la cárcel", le garantizaran la vida y se le permitiera asistir vestido con el uniforme militar, "porque él tiene rango de militar".
"Soy el comandante de un ejército", habría dicho Marulanda a los senadores, al explicar su exigencia de usar uniforme de campaña.
Este martes hubo una sesión especial de la Comisión Accidental del Senado con el Alto Comisionado para la Paz, Víctor Ricardo, y el presidente del Congreso, Fabio Valencia, del gobernante Partido Conservador.
Al concluir la sesión, Valencia aseguró que el gobierno no se opone a la intervención del comandante de las FARC, pero tiene que "analizar la oportunidad jurídica y política" y estudiar la conveniencia, porque se pretende que el Congreso y el Poder Ejecutivo actúen de común acuerdo.
En ocasión de la reunión de los senadores liberales con Marulanda, Ricardo emitió un comunicado puntualizando que todas las negociaciones con la guerrilla pertenecen a la órbita del gobierno, lo que generó discrepancias en el Congreso.
Para el 7 de noviembre está previsto el retiro del ejército de cinco municipios de fuerte influencia de las FARC, con lo que se daría inicio a un diálogo formal entre el gobierno de Pastrana y la mayor y más antigua organización guerrillera colombiana.
El retiro del ejército, que cuenta con la aprobación del alto mando de las Fuerzas Armadas, fue acordado en una reunión que Pastrana sostuvo con Marulanda cuando aún era presidente electo.
El politólogo Luis Carlos Valencia, de la privada Universidad de Los Andes de Bogotá, dijo a IPS que "es manifiesto el nuevo protagonismo público de la guerrilla" en la nueva etapa política, aunque manifestó dudas sobre un proyecto político de largo alcance.
"Tengo la impresión que el gobierno de Pastrana está haciendo una política de negociación tendiente a ganar tiempo y no descarto que (…) se pase a una etapa de confrontación", en contraste con la actual euforia en torno a la paz, afirmó.
Según Jaime Caicedo, secretario general del Partido Comunista, que concluyó este martes su XVII Congreso, un acuerdo de paz con la guerrilla debe pasar por profundas reformas políticas y unas nuevas relaciones de poder.
Pero a diferencia de Valencia, el dirigente comunista considera posible un futuro en el que la guerrilla legalizada confluya en un frente amplio con otros sectores sociales y populares que impulsen un proceso de "democracia real". (FIN/IPS/ff-ag/ip/98
